Las últimas encuestas coinciden: el “efecto Feijóo” ha tenido consecuencias directas en la intención de voto de los españoles. Se habla de una fuga de medio millón de votantes del Partido Socialista al Partido Popular. Algunos sondeos ya ubican al PP directamente por delante del PSOE como ganador en caso de elecciones generales, mientras otras hablan de un empate técnico en el que -pactando con VOX- el nuevo líder de los Populares sería presidente. En fin, ya se sabe que las encuestas son solamente eso, encuestas… pero nos permiten tener una idea aproximada de la temperatura electoral en la calle, que actualmente favorece a los de Génova.
El dilema para el PP está en cómo rentabilizar este momento de inercia positiva. Hace ya siete años que no se celebra el Debate sobre el estado de la Nación, considerado el acto parlamentario más importante para el control del Gobierno. En sus cuatro años en La Moncloa, Pedro Sánchez no lo ha convocado ni una sola vez, escudado en la celebración de elecciones y en los diversos estados de alarma durante la pandemia. El calendario actual ofrecería la posibilidad de hacerlo a finales de mayo y parte de junio. Después, la nueva excusa serán los preparativos de la Cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid a finales de ese mes o las elecciones andaluzas.