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La vida vive en mí es un libro de poesía reflexivo, hondo, de densidad metafísica pero que no rehúye el contacto con lo matérico

Jeton Kelmendi: escritor albanés con proyección internacional

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El 14 de junio el escritor Julio Pavanetti, ha preparado una reseña y prólogo sobre la obra del autor y ensayista albanés Jeton Kelmendi. Aquí compartimos los pensamientos de Pavanetti en relación a la obra de Kelmendi. “Tuve el honor y la gran responsabilidad de traducir alcastellano los poemas del libro La vida vive en mí de Jeton Kelmendi, y durante la lectura y posteriores relecturas de sus poemas, pude detectar la grandeza de una poesía que apenas conocía de un breve encuentro anterior en un festival internacional de poesía en Rumanía. Traducir sus poemas ya fueron unar esponsabilidad,  porque no sabía si podía estar a la altura de lo que se esperaba de mí, ahora, quizás, el desafío sea mayor, intentar definir o generar orientaciones de su poemario, supone un nuevo reto, pero también un gran privilegio.


La vida vive en mí es un libro de poesía reflexivo, hondo, de densidad metafísica pero que no rehúye el contacto con lo matérico. La poesía de Kelmendi toca el alma del lector al compás de la emoción , y penetra en ella por medio de una pluma ágil que transmite, con maestría, sus profundos pensamientos y su sensibilidad ante los grandes temas que nos afectan a todos como seres humanos. Su obra está elaborada con un gran poder estilístico, un enorme bagaje filosófico y una extraordinaria capacidad de introspección y observación, a través de la multiplicidad de significados que albergan las palabras.


El autor tiene un manera especial para expresar y modificar la relación del poeta con el mundo circundante y con el mundo interior, que se establecen en ese transgredir y jugar con las palabras. In principio erat verbum. Aquí está la clave como punto de partida. JetonKelmendi conoce, no por la fría ciencia del lenguaje, sino por su espontánea exploración interior, las múltiples gradaciones del verbo. Él sabe del milagro de la palabra henchida de posibilidades como principio y fin de la existencia, del ser.


Sabe que la palabra no es un concepto, que es algo rígido, sino que, por el contrario, es algo vivo, modificable, y sabe también que la lengua no es fiel reflejo de la realidad, no es algo cerrado herméticamente, por eso utiliza la palabra abierta para crear metáforas que lo acercan a lo que quiere expresar y vive por sí mismo. Como decía el gran poeta norteamericano Charles Olson, uno de los máximos exponentes del posmodernismo y un poeta fundamental para comprender la poesía de la segunda mitad del siglo XX, El arte es el único gemelo que tiene la vida”, no es un reflejo de la realidad, sino una copia.


Ya desde el título del libro, el autor nos manifiesta la importancia que la vida tiene para él, al otro lado de los recuerdos, están las respuestas. En La vida vive en mí, el autor nos sitúa frente al tiempo como eterno horizonte de nuestras vidas, como camino hacia nuestro destino final. El pasado, el presente y el futuro pasean por los poemas de este libro y nos miran a los ojos con vida propia:

“Yo vi partículas de los pasos del tiempo / aplastando el futuro, / apoyé mi paciencia en la corteza del tiempo”.


El tiempo, en su más amplio concepto, es una constante preocupación para los poetas y, en el libro que nos ocupa, su autor rubrica:

“Y el tiempo, / una isla habitada por la intemporalidad, / le da tiempo a los que no tienen tiempo”.

Decía Francisco de Quevedo “El tiempo ni vuelve, ni tropieza, en horas fugitivas la devana”. 


Y es que es duro este tránsito breve que es vivir. El cuerpo envejece y, junto a la mente, se carga de dolores, fracasos, pérdidas, que han ido acumulándose a lo largo de su vida pero que Kelmendi suaviza utilizando a la poesía como tabla de salvación, como introspección, como antídoto frente a la tristeza y a la desazón.



Es este un poemario que esgrime por momentos con dureza, la imagen de la vida. JetonKelmendi, por su propia experiencia vital, se reconoce desde su yo poético como sostenido por el amor en distintas dimensiones, y por la nostalgia de su patria, llevando en su corazón siempre consigo, las alegrías y las tristezas:

“Llevo dentro de mi corazón / las alegrías y tristezas de la vida, / las posibilidades e imposibilidades, / los pensamientos e intenciones, / las llegadas previstas y exactas, / todo razonable”.


Sus poemas dejan la impresión de estar siempre hablándole al mundo de su tiempo, de sus experiencias, de sus sueños. Por un lado, sus vivencias y las de su familia, acaecidas durante la triste historia de su país, y por otro, la exploración del ser, de la vida, de la búsqueda incesante de la esencia del amor que incluye el amor a la patria, familiares y amigos:

“El significado de la vida /eslarazónparacaminarhacia el mañana. / El amor es un sueño / al que todo el mundo tienederecho”.


El autor nos muestra la poesía como arma expresiva anteproblemas cotidianos por ejemplo cuando se refiere a esta tremenda pesadilla que es la pandemia del Covid19:

“Perdido frente a mí mismo/en mi cautiverio de horario fijo /espero todo el día esos 90 minutos/para beber algo de libertad / por la salud del aislamiento”. O cuando dice:

“Y ahora, que llegó el momento de la pandemia / y estamos encerrados en nosotros mismos, / no nos atrevemos a tocar nada, / incluso la vida parece la muerte”.


Nuestro poeta utiliza, acertadamente, recursos como las imágenes, los símbolos y las metáforas, pero lo hace con mesura y desde la sencillez del lenguaje, sin abusar de términos grandilocuentes o vanidades exhibicionistas, lo que lo erige como un poeta cercano al lector:

“No necesito grandes palabras, / ni alabanzas, / ni pensamientos coloreados…”


Por eso al dejarnos llevar por las imágenes, por las metáforas, al intentar discernir cada paradoja propuesta, al darnos cuenta que hablando de él, habla de nosotros, descubrimos su magia de poeta. El libro La vida vive en mí, nacido de la experiencia más íntima, es como una botella lanzada al océano del tiempo para salvarnos del naufragio de la muerte. Sin lugar a dudas, la poesía de Jeton Kelmendi, ocupa un lugar de honor entre las más importantes de este siglo XXI.

Jeton Kelmendi: escritor albanés con proyección internacional

La vida vive en mí es un libro de poesía reflexivo, hondo, de densidad metafísica pero que no rehúye el contacto con lo matérico
Peter Tase
miércoles, 24 de noviembre de 2021, 10:04 h (CET)

El 14 de junio el escritor Julio Pavanetti, ha preparado una reseña y prólogo sobre la obra del autor y ensayista albanés Jeton Kelmendi. Aquí compartimos los pensamientos de Pavanetti en relación a la obra de Kelmendi. “Tuve el honor y la gran responsabilidad de traducir alcastellano los poemas del libro La vida vive en mí de Jeton Kelmendi, y durante la lectura y posteriores relecturas de sus poemas, pude detectar la grandeza de una poesía que apenas conocía de un breve encuentro anterior en un festival internacional de poesía en Rumanía. Traducir sus poemas ya fueron unar esponsabilidad,  porque no sabía si podía estar a la altura de lo que se esperaba de mí, ahora, quizás, el desafío sea mayor, intentar definir o generar orientaciones de su poemario, supone un nuevo reto, pero también un gran privilegio.


La vida vive en mí es un libro de poesía reflexivo, hondo, de densidad metafísica pero que no rehúye el contacto con lo matérico. La poesía de Kelmendi toca el alma del lector al compás de la emoción , y penetra en ella por medio de una pluma ágil que transmite, con maestría, sus profundos pensamientos y su sensibilidad ante los grandes temas que nos afectan a todos como seres humanos. Su obra está elaborada con un gran poder estilístico, un enorme bagaje filosófico y una extraordinaria capacidad de introspección y observación, a través de la multiplicidad de significados que albergan las palabras.


El autor tiene un manera especial para expresar y modificar la relación del poeta con el mundo circundante y con el mundo interior, que se establecen en ese transgredir y jugar con las palabras. In principio erat verbum. Aquí está la clave como punto de partida. JetonKelmendi conoce, no por la fría ciencia del lenguaje, sino por su espontánea exploración interior, las múltiples gradaciones del verbo. Él sabe del milagro de la palabra henchida de posibilidades como principio y fin de la existencia, del ser.


Sabe que la palabra no es un concepto, que es algo rígido, sino que, por el contrario, es algo vivo, modificable, y sabe también que la lengua no es fiel reflejo de la realidad, no es algo cerrado herméticamente, por eso utiliza la palabra abierta para crear metáforas que lo acercan a lo que quiere expresar y vive por sí mismo. Como decía el gran poeta norteamericano Charles Olson, uno de los máximos exponentes del posmodernismo y un poeta fundamental para comprender la poesía de la segunda mitad del siglo XX, El arte es el único gemelo que tiene la vida”, no es un reflejo de la realidad, sino una copia.


Ya desde el título del libro, el autor nos manifiesta la importancia que la vida tiene para él, al otro lado de los recuerdos, están las respuestas. En La vida vive en mí, el autor nos sitúa frente al tiempo como eterno horizonte de nuestras vidas, como camino hacia nuestro destino final. El pasado, el presente y el futuro pasean por los poemas de este libro y nos miran a los ojos con vida propia:

“Yo vi partículas de los pasos del tiempo / aplastando el futuro, / apoyé mi paciencia en la corteza del tiempo”.


El tiempo, en su más amplio concepto, es una constante preocupación para los poetas y, en el libro que nos ocupa, su autor rubrica:

“Y el tiempo, / una isla habitada por la intemporalidad, / le da tiempo a los que no tienen tiempo”.

Decía Francisco de Quevedo “El tiempo ni vuelve, ni tropieza, en horas fugitivas la devana”. 


Y es que es duro este tránsito breve que es vivir. El cuerpo envejece y, junto a la mente, se carga de dolores, fracasos, pérdidas, que han ido acumulándose a lo largo de su vida pero que Kelmendi suaviza utilizando a la poesía como tabla de salvación, como introspección, como antídoto frente a la tristeza y a la desazón.



Es este un poemario que esgrime por momentos con dureza, la imagen de la vida. JetonKelmendi, por su propia experiencia vital, se reconoce desde su yo poético como sostenido por el amor en distintas dimensiones, y por la nostalgia de su patria, llevando en su corazón siempre consigo, las alegrías y las tristezas:

“Llevo dentro de mi corazón / las alegrías y tristezas de la vida, / las posibilidades e imposibilidades, / los pensamientos e intenciones, / las llegadas previstas y exactas, / todo razonable”.


Sus poemas dejan la impresión de estar siempre hablándole al mundo de su tiempo, de sus experiencias, de sus sueños. Por un lado, sus vivencias y las de su familia, acaecidas durante la triste historia de su país, y por otro, la exploración del ser, de la vida, de la búsqueda incesante de la esencia del amor que incluye el amor a la patria, familiares y amigos:

“El significado de la vida /eslarazónparacaminarhacia el mañana. / El amor es un sueño / al que todo el mundo tienederecho”.


El autor nos muestra la poesía como arma expresiva anteproblemas cotidianos por ejemplo cuando se refiere a esta tremenda pesadilla que es la pandemia del Covid19:

“Perdido frente a mí mismo/en mi cautiverio de horario fijo /espero todo el día esos 90 minutos/para beber algo de libertad / por la salud del aislamiento”. O cuando dice:

“Y ahora, que llegó el momento de la pandemia / y estamos encerrados en nosotros mismos, / no nos atrevemos a tocar nada, / incluso la vida parece la muerte”.


Nuestro poeta utiliza, acertadamente, recursos como las imágenes, los símbolos y las metáforas, pero lo hace con mesura y desde la sencillez del lenguaje, sin abusar de términos grandilocuentes o vanidades exhibicionistas, lo que lo erige como un poeta cercano al lector:

“No necesito grandes palabras, / ni alabanzas, / ni pensamientos coloreados…”


Por eso al dejarnos llevar por las imágenes, por las metáforas, al intentar discernir cada paradoja propuesta, al darnos cuenta que hablando de él, habla de nosotros, descubrimos su magia de poeta. El libro La vida vive en mí, nacido de la experiencia más íntima, es como una botella lanzada al océano del tiempo para salvarnos del naufragio de la muerte. Sin lugar a dudas, la poesía de Jeton Kelmendi, ocupa un lugar de honor entre las más importantes de este siglo XXI.

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