Bajo la protección del titán Castillo Mayor, creció Puértolas (Huesca). Y hoy, sentado en su cadiera, por las noches se queda traspuesto contemplando las llamas del hogar. Por las mañanas le gusta salir a tomar el sol. Se sienta en el poyo de la colina, se fuma su pitillo mientras observa al Cinca pasar. Le gusta jugar al guiñote con la Peña Montañesa. Y, a pesar de que se hacen trampas y lo saben, los dos son grandes amigos... Aunque muy ancianos los dos, se mantienen en forma, son coquetos. Eso sí, mantienen largas conversaciones filosóficas sobre el sentido de la vida, de dónde venimos, a dónde vamos, si existe el más allá…
Habitualmente, muchos montañeros pasan por allí para subir al titán. Y él se alegra al verlos reír y charlar… Suelen dejar el coche en la bifurcación de las carreteras que van a Bestué y Escuain y allí empiezan a caminar. Bajan una miaja hacia Bestué y comienzan a subir por un sendero que hay a su mano derecha. Dicen que la senda es muy agradable hasta llegar a la Plana. Una vez allí, existen tres posibilidades, pero la más aconsejable es el camino del medio señalizado con un enorme mojón. Esto es así porque a partir de allí, hay una pedrera a la que llaman karst que según por donde se coja, es más accidentado. En fin, ¿Qué le podría decir? Puértolas es agradable y tranquilo con un conocimiento espectacular.