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El Sevilla respira a costa de un pésimo Levante (0-2) | ||||||||||
| Luis Fabiano sentenció el encuentro en la primera mitad con dos goles | ||||||||||
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La situación no tiene remedio para el Levante y el Sevilla ha aparcado su crisis con una victoria cómoda ante un equipo mediocre durante todo el encuentro. La imagen granota no cambió ni con entrenador nuevo y evidenció la falta de pegada y dureza en defensa.
La vida sigue igual en el Levante. Fútbol desastroso, jugadores desquiciados y afición descontenta, la diferencia del equipo es que ahora los gritos y los gestos de desesperación tienen acento italiano, pero por lo demás, todo igual. Lo de hoy ha colmado la paciencia del sufridor aficionado levantinista, que a la media hora de partido, una mayoría abandonaba el Ciutat de València con intención de aprovechar la noche. Un herido Sevilla llegaba a Valencia con intenciones claras, salir del bache de las últimas semanas y enderezar el rumbo. El rival era el idóneo, último en la clasificación y sin una identidad clara en los terrenos de juego. Juande sufrió el virus FIFA y Kanouté llegó de la batalla campal de su selección con molestias que le impedían jugar el partido. Kone era el sustituto perfecto y cumplió con las expectativas de delantero explosivo que traía de Holanda, buen fichaje el de Monchi para afrontar la larga temporada que le espera al club. Entrenador nuevo victoria segura pensarían los pocos aficionados que se congregaron para ver a su equipo. La escasa esperanza y más si te aferras a un dicho futbolístico no suelen ser buena mezcla y Luis Fabiano devolvió a los ocho minutos a la realidad al equipo granota. La peor noticia que le puede suceder a un técnico italiano, un gol al comienzo de la primera parte. De Biasi colocó un ‘trivote’ para ahogar la medular sevillista, con la intención de salir rápido con Ettien y Juanma por las bandas. Todo se esfumó con el gol y no se pudo ver al nuevo Levante, correoso y duro que dejó ver el técnico en los entrenamientos durante toda la semana. Tocaba remontar un partido desde el primer minuto difícil, y la defensa del Sevilla con Dragutinovic y Boulahrouz mantenía la zaga a cero con colocación y contundencia. Otra llegada al área del Levante acabó con manos de un defensor granota. Anotó Luis Fabiano otra vez y encarriló la victoria de su equipo, que se veía con una renta de dos goles sin haber hecho grandes meritos para ir por delante. El Levante bajó los brazos y sólo inquietaba la portería de Palop de manera tímida y sin puntería. Con todo a favor el conjunto sevillano dosificó fuerzas en la segunda parte para el compromiso frente al Steaua y debutó el uruguayo Chevantón, sin ficha hace una semana y que tuvo minutos otro delantero más, cinco delanteros completan la plantilla del Sevilla. El partido se instaló en una marcha lenta y pausada que beneficiaba a unos y perjudicaba a un Levante espeso e inoperante. No encontraba la forma de llegar con peligro y los pitos desde la grada no ayudaban a un equipo sin alma y perdido desde el segundo gol del Sevilla. Geijo y Riga entraron para cambiar la imagen gris del equipo, pero no era dia, ni rival para empezar a quitar el único punto de la clasificación. Los últimos diez minutos y por las necesidades se volcó el Levante en el área sevillista pero sin éxito, los centrales crecían con el paso de los minutos y el 0-2 parecía inamovible. El Levante suma un punto en ocho partidos y la afición estalló al acabar el encuentro con pañuelos que no ayudan a llevar de otra manera la crisis deportiva y económica de la entidad. El técnico italiano no lavó la imagen del Levante y se vio una réplica del equipo que Abel Resino dejó. La grada buscó culpable con nombre y apellidos y la encontró en el delantero Riganó, las declaraciones del italiano referente a temas extradeportivos de la vida de un futbolista, parece que no gustó mucho a la parroquia y la tomaron contra él con silbidos. El Sevilla por su parte aparca la Liga aliviado con estos tres puntos y le permite afrontar la importante cita europea con tranquilidad. El equipo dosificó fuerzas en la segunda mitad y no pasó apuros en el Ciutat de València.
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