Una persona avariciosa, rencorosa, vengativa, etc., no habla el mismo lenguaje que otra que es generosa, afectuosa, noble, etc., a pesar de que los dos puedan hablar el mismo idioma. Dicen que Dios, cuando vio que los hombres construían la Torre de Bable, confundió las lenguas para que no nos pudiéramos entender. Pero, parece mentira que a pesar de que en España hablamos el mismo idioma, no nos entendemos ¡es incomprensible! ¿Acaso Dios se equivocó? Por otra parte, hay gente que procede de otras tierras, de otras culturas, de otras lenguas... Y sin embargo son respetuosas y podemos convivir con ellas en paz. De lógica es pensar que Dios no se refiere al entendimiento que da el hablar el mismo idioma, sino que se trata de otro tipo lenguaje. Decía Lao-Tse:"El que habla no sabe y el que sabe no habla" Quizá sea por eso que no nos entendemos: porque creemos saber. En fin. ¿Se podría decir algo en algún idioma que todo el mundo entienda que lo que se expresa con una caricia, con el perdón, con la compasión...? Estos y otros gestos y actitudes en la misma línea forman parte del abecedario del corazón. Y a este lenguaje lo confundió Dios al abrir la puerta a las pasiones y darnos la libertad de poder elegir entre nuestro lenguaje y el suyo