Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Cartas al director
Jaume Catalán Díaz, Girona

​Las dos Américas

|

Algo está sucediendo en los comienzos de la campaña electoral de Estados Unidos, lanzada especialmente tras la convención del partido demócrata en Milwaukee. Personalmente no me ha parecido nada ejemplar la requisitoria de los Obama contra Trump, en nombre de la democracia: no recuerdo nada semejante por su virulencia –aunque no soy especialista- de otro presidente de Estados Unidos contra el sucesor al cabo de su primer mandato.

Cuando Barack Obama lanzó su discurso el miércoles 19 de agosto, habían sido ya enviados a los medios por la oficina de prensa amplios extractos de su contenido, especialmente los ataques a Donald Trump. La reacción no fue menos vehemente: repitió ideas repetidas, en el sentido de que el responsable de su elección fue el “primer afro-americano” que ocupó la presidencia de Estados Unidos, por el conjunto de fracasos que le hicieron negativo e ineficaz.

La acusación más grave de Obama contra Trump afectaría a su déficit de sentido democrático, aunque no llega al extremo de Bernie Sanders, que comparó el actual momento histórico con el de la Alemania nazi; el reto de noviembre es la “salvaguardia de nuestra democracia”. Según mi traducción, Barack Obama habría dicho que no esperaba que abrazara su visión ni siguiera sus políticas, pero sí “esperaba, por el bien de nuestro país, que Donald Trump mostrara algún interés en tomar su trabajo en serio, acabase por sentir el peso del cargo y descubriera alguna veneración por la democracia que había sido colocada bajo su protección”. Y añadió: “pero no lo ha hecho nunca”. De ahí el espacio dedicado en el discurso a demostrar que un segundo mandato representaría un peligro esencial para los fundamentos de la democracia americana.

Por lo demás, no parece muy democrático utilizar en el debate partidista la terrible extensión de la pandemia causada por el coronavirus, cuando nadie puede establecer hoy, con datos científicos y racionales, cuál es la mejor política. Otra cosa son las posibles mentiras, pero nunca ha llegado Trump a falsedades como la de ampararse en consejos científicos que no existían, como por estos pagos.


​Las dos Américas

Jaume Catalán Díaz, Girona
Lectores
sábado, 12 de septiembre de 2020, 09:16 h (CET)

Algo está sucediendo en los comienzos de la campaña electoral de Estados Unidos, lanzada especialmente tras la convención del partido demócrata en Milwaukee. Personalmente no me ha parecido nada ejemplar la requisitoria de los Obama contra Trump, en nombre de la democracia: no recuerdo nada semejante por su virulencia –aunque no soy especialista- de otro presidente de Estados Unidos contra el sucesor al cabo de su primer mandato.

Cuando Barack Obama lanzó su discurso el miércoles 19 de agosto, habían sido ya enviados a los medios por la oficina de prensa amplios extractos de su contenido, especialmente los ataques a Donald Trump. La reacción no fue menos vehemente: repitió ideas repetidas, en el sentido de que el responsable de su elección fue el “primer afro-americano” que ocupó la presidencia de Estados Unidos, por el conjunto de fracasos que le hicieron negativo e ineficaz.

La acusación más grave de Obama contra Trump afectaría a su déficit de sentido democrático, aunque no llega al extremo de Bernie Sanders, que comparó el actual momento histórico con el de la Alemania nazi; el reto de noviembre es la “salvaguardia de nuestra democracia”. Según mi traducción, Barack Obama habría dicho que no esperaba que abrazara su visión ni siguiera sus políticas, pero sí “esperaba, por el bien de nuestro país, que Donald Trump mostrara algún interés en tomar su trabajo en serio, acabase por sentir el peso del cargo y descubriera alguna veneración por la democracia que había sido colocada bajo su protección”. Y añadió: “pero no lo ha hecho nunca”. De ahí el espacio dedicado en el discurso a demostrar que un segundo mandato representaría un peligro esencial para los fundamentos de la democracia americana.

Por lo demás, no parece muy democrático utilizar en el debate partidista la terrible extensión de la pandemia causada por el coronavirus, cuando nadie puede establecer hoy, con datos científicos y racionales, cuál es la mejor política. Otra cosa son las posibles mentiras, pero nunca ha llegado Trump a falsedades como la de ampararse en consejos científicos que no existían, como por estos pagos.


Noticias relacionadas

Alberga la voz protocolo acepciones varias. La cuarta de ellas, siguiendo al DRAE, define esta palabra como ”secuencia detallada de un proceso de actuación científica, técnica, médica, etc.”. Al parecer, todo protocolo supone una garantía para evitar decisiones improvisadas en los distintos ámbitos y tranquilizar, de paso, a los destinatarios de la actuación, que pueden ser los miembros de un colectivo concreto o, en algunos casos, toda la población.

Si algo nos va quedando claro, es la enorme complicación de la cual formamos parte activa. El cielo nos plantea retos de altura si queremos ser consecuentes y la materia resulta muy superficial, la mayor parte es indetectable en el Universo como materia oscura. Las energías y las condensaciones nos traen de cabeza, hasta el punto de que avanzamos sin avanzar, de ver sin ver, o muchas situaciones similares.

Hoy comienzan las elecciones en la India. Están habilitados para votar más de 960 millones de habitantes en comicios de formato singular que van a durar 44 días. El país encarna la mayor democracia del mundo y, a diferencia de lo que suele acontecer en occidente, se espera un incremento del número de ciudadanos que acudan a las urnas.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto