Miles de los policías que han acudido al homenaje de los dos policías
asesinados hace una semana han decidido girarse y dar la espalda
durante el discurso realizado por el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio,
poniendo de manifiesto su desencuentro con el alcalde.
Hace una semana los policías Rafael Ramos y Wenjian Liu fueron
tiroteados cuando patrullaban por Brooklyn por un hombre negro que se
suicidó poco después. El autor, Ismaaiyl Brinsley, de 28 años, había
manifestado su odio hacia los policías en las redes sociales.
El incidente se ha enmarcado en la tensión entre fuerzas de seguridad
y sociedad y las numerosas manifestaciones realizadas en contra de la violencia policial.
La Policía, por su parte, responsabiliza a De Blasio de haber empeorado la situación con
sus declaraciones.
El alcalde ha intenta
do tender la mano durante su discurso, aunque la Policía ha
subrayado su disconformidad. Miles de agentes han decidido girarse y escuchar de
espaldas a De Blasio, que ha lamentado la "pérdida de un héroe".
PÉRDIDA DE UN HÉROE
"Nuestros corazones están sufriendo hoy. Lo podemos sentir físicamente. Podemos
sentirlo profundamente. La ciudad de Nueva York ha perdido un héroe, un hombre
extraordinario", ha afirmado De Blasio después del funeral por el agente Ramos.
El alcalde ha dado sus condolencias a la familia del agente ante los miles de policías
llegados de todo el país, que han formado una gran masa azul a la salida de la iglesia.
"Extiendo mis condolencias a otra familia, la familia de la Policía de Nueva York, que está sufriendo profundamente", ha afirmado.
APOYO DE GIULIANI
Al homenaje también ha asistido el vicepresidente, Joe Biden, y el exalcalde Rudy
Giuliani, que ha mostrado su apoyo a De Blasio. "Puede que difiramos en política, pero
cuando se trata de la seguridad de esta ciudad y de nuestros agentes estoy aquí, te
apoyaré", ha afirmado Giuliani al alcalde, ha informado el diario 'New York Post'.
Pese a que De Blasio ha pedido el fin de las protestas contra las fuerzas de seguridad
en la ciudad, que se iniciaron tras la muerte del joven negro Eric Garner cuando estaba
siendo reducido por un policía, los activistas se han negado y continúan las
manifestaciones.
Algunos colectivos de manifestantes han criticado la situación, al considerar que los
representantes de los sindicatos policiales se están "aprovechando" de la situación y
utilizan los actos de un "único y perturbado individuo que disparó a su exnovia y mató a
dos policías" para desacreditar las protestas sociales.