Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Pandemia | Coronavirus | ROMA
Las pandemias a lo largo de la historia han generado crisis tan severas, que incluso amenazaron a los más poderosos imperios

El imperio de las pandemias

|

Cuenta la historia que bajo Marco Aurelio, su corregente Lucio Vero debió firmar la paz en Oriente debido al azote de una extraña peste que diezmó sus tropas y acabó con su propia vida.

La conocida como Peste antonina, demostró así que una pandemia es capaz de cambiar la historia de los hombres, y debilitar a un imperio en su mejor momento. El imperio romano vivía su mejor época cuando la plaga de galeno ensombreció sus horizontes hacia fines del segundo siglo.

Décadas más tarde, la peste cipriana amenazó tanto la integridad como la dinámica imperial, demostrando que las fronteras eran una creación humana difícil de perpetuarse en el tiempo.

La extensión de sus carreteras y caminos, y las rutas comerciales gestadas a medida que crecía el territorio bajo el poder de Roma, favorecieron la difusión de las enfermedades.

Fue también el inicio del auge de usurpadores, que ocuparon tronos solo para fragmentar un poder anunciando su inexorable derrumbe.

Según Kyle Harper, las pestes sumadas al descuido del medio ambiente y deficiente higiene que marcó a los romanos fueron más eficaces que las invasiones bárbaras para tumbar al imperio de occidente.

En el siglo VI, cuando ya solo quedaba en pie el imperio romano de oriente, Justiniano estuvo a punto de volver a revivir al de occidente luego de imponerse en el norte de Africa. Asistido por eficaces jefes militares como su famoso general Belisario, puso sus ojos en Italia.

Las tropas de Constantinopla desembarcaron en el sur de la península y fueron recuperando territorio hacia el norte despertando grandes esperanzas de recuperar el otrora imperio de occidente, ya en manos bárbaras.

Fue cuando emergió por primera vez la peste bubónica, causando una gran mortandad en todo el imperio bizantino. Ni el emperador Justiniano se salvó, dicen las crónicas, aunque sí se contó entre los pocos privilegiados que logró salvar la vida.

Según el historiador Procopio de Cesarea, la peste justiniana “Empezó con los egipcios de la ciudad de Pelusium. Se dividió y parte fue a Alejandría y el resto de Egipto y otra parte fue a sus vecinos los palestinos y, desde allí, recorrió toda la Tierra”.

La pandemia derivó en un grave problema impositivo, pues no quedaban suficientes ciudadanos para sostener los gastos del imperio, situación agravada por un avance de los persas en Oriente.

El emperador Justiniano no renunció a cobrar impuestos, y en algunos casos obligó a sus súbditos incluso a pagar los de sus vecinos muertos. Sin duda, la difícil situación frustró el esfuerzo postrero de volver a conquistar occidente para los herederos del imperio romano.

Justiniano fue el último emperador de Oriente en usar como idioma el latín, así como también el último que intentó reconquistar occidente.

Su poder había cedido ante el imperio de las pandemias. LAW

El imperio de las pandemias

Las pandemias a lo largo de la historia han generado crisis tan severas, que incluso amenazaron a los más poderosos imperios
Luis Agüero Wagner
martes, 7 de abril de 2020, 13:40 h (CET)

Cuenta la historia que bajo Marco Aurelio, su corregente Lucio Vero debió firmar la paz en Oriente debido al azote de una extraña peste que diezmó sus tropas y acabó con su propia vida.

La conocida como Peste antonina, demostró así que una pandemia es capaz de cambiar la historia de los hombres, y debilitar a un imperio en su mejor momento. El imperio romano vivía su mejor época cuando la plaga de galeno ensombreció sus horizontes hacia fines del segundo siglo.

Décadas más tarde, la peste cipriana amenazó tanto la integridad como la dinámica imperial, demostrando que las fronteras eran una creación humana difícil de perpetuarse en el tiempo.

La extensión de sus carreteras y caminos, y las rutas comerciales gestadas a medida que crecía el territorio bajo el poder de Roma, favorecieron la difusión de las enfermedades.

Fue también el inicio del auge de usurpadores, que ocuparon tronos solo para fragmentar un poder anunciando su inexorable derrumbe.

Según Kyle Harper, las pestes sumadas al descuido del medio ambiente y deficiente higiene que marcó a los romanos fueron más eficaces que las invasiones bárbaras para tumbar al imperio de occidente.

En el siglo VI, cuando ya solo quedaba en pie el imperio romano de oriente, Justiniano estuvo a punto de volver a revivir al de occidente luego de imponerse en el norte de Africa. Asistido por eficaces jefes militares como su famoso general Belisario, puso sus ojos en Italia.

Las tropas de Constantinopla desembarcaron en el sur de la península y fueron recuperando territorio hacia el norte despertando grandes esperanzas de recuperar el otrora imperio de occidente, ya en manos bárbaras.

Fue cuando emergió por primera vez la peste bubónica, causando una gran mortandad en todo el imperio bizantino. Ni el emperador Justiniano se salvó, dicen las crónicas, aunque sí se contó entre los pocos privilegiados que logró salvar la vida.

Según el historiador Procopio de Cesarea, la peste justiniana “Empezó con los egipcios de la ciudad de Pelusium. Se dividió y parte fue a Alejandría y el resto de Egipto y otra parte fue a sus vecinos los palestinos y, desde allí, recorrió toda la Tierra”.

La pandemia derivó en un grave problema impositivo, pues no quedaban suficientes ciudadanos para sostener los gastos del imperio, situación agravada por un avance de los persas en Oriente.

El emperador Justiniano no renunció a cobrar impuestos, y en algunos casos obligó a sus súbditos incluso a pagar los de sus vecinos muertos. Sin duda, la difícil situación frustró el esfuerzo postrero de volver a conquistar occidente para los herederos del imperio romano.

Justiniano fue el último emperador de Oriente en usar como idioma el latín, así como también el último que intentó reconquistar occidente.

Su poder había cedido ante el imperio de las pandemias. LAW

Noticias relacionadas

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un aspecto de la vida actual que parece extremadamente novedoso por sus avances agigantados en el mundo de la tecnología, pero cuyo planteo persiste desde Platón hasta nuestros días, a saber, la realidad virtual inmiscuida hasta el tuétano en nuestra cotidianidad y la posibilidad de que llegue el día en que no podamos distinguir entre "lo real" y "lo virtual".

Algo ocurre con la salud de las democracias en el mundo. Hasta hace pocas décadas, el prestigio de las democracias establecía límites políticos y éticos y articulaba las formas de convivencia entre estados y entre los propios sujetos. Reglas comunes que adquirían vigencia por imperio de lo consuetudinario y de los grandes edificios jurídicos y filosófico político y que se valoraban positivamente en todo el mundo, al que denominábamos presuntuosamente “libre”.

Pienso que habrá cada vez más Cat Cafés y no solamente cafeterías, cualquier ciudadano que tenga un negocio podría colaborar. Sólo le hace falta una habitación dedicada a los gatos. Es horrible en muchos países del planeta, el caso de los abandonos de animales, el trato hacia los toros, galgos… las que pasan algunos de ellos… Y sin embargo encuentro gente que se vuelca en ayudarles y llegan a tener un número grande de perros y gatos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto