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Compañías como Booking o Expedia perderán competitividad y las ventajas fiscales de que se han beneficiado hasta ahora

‘Tasa Google’: la fiscalidad que amenaza a las OTAs

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La llamada ‘tasa Google’, aprobada este martes por el Consejo de Ministros para combatir la elusión fiscal de los grandes gigantes de internet como Google, Amazon, Booking, Expedia o Facebook aspira a recaudar 968 millones de euros. El impuesto español afecta a las compañías de Internet que facturen a nivel global no menos de 750 millones de euros, de los que 3 millones se ingresen en España. Se trata de poner coto a la infratributación de las grandes multinacionales tecnológicas.


Así, la filial española de Booking tan solo ganó 13 millones de euros en 2019 y pagó 4,3 millones de euros en impuesto de sociedades. Unos beneficios y una cifra de negocio muy escasa para la enorme actividad que despliega la OTA en España. En realidad la facturación de Booking España se hace a través de una sociedad matriz, Booking.com, con sede en Holanda, que cuenta con ventajas fiscales, por el cual se le facturan a esta sociedad todos los gastos operativos incurridos a lo que se suma otras comisiones, como un porcentaje del 2% de los ingresos obtenidos en España, según El País.


Menos pagó Expedia. En 2018 solo 640.000 mil euros. Las ventas de vuelos y hoteles no se hacen desde España, sino desde Luxemburgo. Así toda la facturación en España se corresponde a servicios facturados a una sociedad con sede en Suiza que es la que factura todas las ventas.


El tipo de gravamen del Impuesto Digital es del 3% y se aplica a tres conceptos: la prestación de servicios de publicidad en línea; servicios de intermediación en línea; y la venta de datos generados a partir de información proporcionada por el usuario. Booking, Google, Apple o Microsoft son algunas de las compañías señaladas por la Agencia Tributaria que trata de evitar que estas multinacionales tecnológicas generen sus gastos deducibles en España, mientras trasladan sus beneficios de manera artificial a países con una menor carga fiscal.


El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha desoído las presiones de la Casa Blanca, que ha amenazado con aranceles a los productos españoles, y de las propias empresas como Booking. Su ex consejera delegada, Gilliam Tans, llegó a reunirse con Sánchez para pedirle que echara marcha atrás a este impuesto, que ya se aplica en Francia, porque, a su juicio, era el ejemplo por excelencia” de “propuestas políticas populistas que demonizan a las empresas digitales y le advirtió de que los grandes perjudicados serían “las ‘start-ups’ y los ecosistemas digitales europeos.

Las presiones de EE.UU. sí han conseguido que el impuesto no se cobre hasta el próximo 20 de diciembre (habrá un pago único) para dar margen a que se produzca un acuerdo internacional, dado que la OCDE ya trabaja en una tasa Google global y aspira a tenerla lista antes de final de año.


De materializarse el impuesto digital aprobado por el Gobierno de España, el próximo año gigantes como Booking, que facturó 13.000 millones de euros en 2018, tendrán que pagar algo más que los 4,3 millones de euros pagado en impuesto de sociedades en 2019. De esta forma, compañías como Booking o Expedia perderán competitividad y las ventajas fiscales de que se han beneficiado hasta ahora.


El Gobierno considera legítimo poner fin a la ingeniería fiscal que hace que estas empresas no tributen como las demás y puedan competir en igualdad de condiciones contribuyendo a las arcas públicas de forma equitativa. Además, se pretende poner racionalidad a su actividad para que los ingresos y los beneficios se correspondan con el lugar donde se producen.


No obstante, el poderoso lobby de los grandes grupos tecnológicos no se rinde y continuará presionando a las administraciones europeas para evitar este tributo que consideran que presenta dudas legales y que puede suponer una doble tributación de un mismo hecho económico, al pagar el IVA y el impuesto digital.


Un ejemplo del montante de la elusión fiscal de estas compañías lo ha brindado Tax Watch UK, un grupo de investigación británico, que ha calculado que Apple, Google, Facebook, Cisco y Microsoft ganaron 30.000 millones de libras en Reino Unido entre 2012 y 2017, pero que solo pagaron en impuestos 933 millones de libras, apenas el 3%, según ha informado The Guardian. 

‘Tasa Google’: la fiscalidad que amenaza a las OTAs

Compañías como Booking o Expedia perderán competitividad y las ventajas fiscales de que se han beneficiado hasta ahora
Redacción
viernes, 21 de febrero de 2020, 10:05 h (CET)

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La llamada ‘tasa Google’, aprobada este martes por el Consejo de Ministros para combatir la elusión fiscal de los grandes gigantes de internet como Google, Amazon, Booking, Expedia o Facebook aspira a recaudar 968 millones de euros. El impuesto español afecta a las compañías de Internet que facturen a nivel global no menos de 750 millones de euros, de los que 3 millones se ingresen en España. Se trata de poner coto a la infratributación de las grandes multinacionales tecnológicas.


Así, la filial española de Booking tan solo ganó 13 millones de euros en 2019 y pagó 4,3 millones de euros en impuesto de sociedades. Unos beneficios y una cifra de negocio muy escasa para la enorme actividad que despliega la OTA en España. En realidad la facturación de Booking España se hace a través de una sociedad matriz, Booking.com, con sede en Holanda, que cuenta con ventajas fiscales, por el cual se le facturan a esta sociedad todos los gastos operativos incurridos a lo que se suma otras comisiones, como un porcentaje del 2% de los ingresos obtenidos en España, según El País.


Menos pagó Expedia. En 2018 solo 640.000 mil euros. Las ventas de vuelos y hoteles no se hacen desde España, sino desde Luxemburgo. Así toda la facturación en España se corresponde a servicios facturados a una sociedad con sede en Suiza que es la que factura todas las ventas.


El tipo de gravamen del Impuesto Digital es del 3% y se aplica a tres conceptos: la prestación de servicios de publicidad en línea; servicios de intermediación en línea; y la venta de datos generados a partir de información proporcionada por el usuario. Booking, Google, Apple o Microsoft son algunas de las compañías señaladas por la Agencia Tributaria que trata de evitar que estas multinacionales tecnológicas generen sus gastos deducibles en España, mientras trasladan sus beneficios de manera artificial a países con una menor carga fiscal.


El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha desoído las presiones de la Casa Blanca, que ha amenazado con aranceles a los productos españoles, y de las propias empresas como Booking. Su ex consejera delegada, Gilliam Tans, llegó a reunirse con Sánchez para pedirle que echara marcha atrás a este impuesto, que ya se aplica en Francia, porque, a su juicio, era el ejemplo por excelencia” de “propuestas políticas populistas que demonizan a las empresas digitales y le advirtió de que los grandes perjudicados serían “las ‘start-ups’ y los ecosistemas digitales europeos.

Las presiones de EE.UU. sí han conseguido que el impuesto no se cobre hasta el próximo 20 de diciembre (habrá un pago único) para dar margen a que se produzca un acuerdo internacional, dado que la OCDE ya trabaja en una tasa Google global y aspira a tenerla lista antes de final de año.


De materializarse el impuesto digital aprobado por el Gobierno de España, el próximo año gigantes como Booking, que facturó 13.000 millones de euros en 2018, tendrán que pagar algo más que los 4,3 millones de euros pagado en impuesto de sociedades en 2019. De esta forma, compañías como Booking o Expedia perderán competitividad y las ventajas fiscales de que se han beneficiado hasta ahora.


El Gobierno considera legítimo poner fin a la ingeniería fiscal que hace que estas empresas no tributen como las demás y puedan competir en igualdad de condiciones contribuyendo a las arcas públicas de forma equitativa. Además, se pretende poner racionalidad a su actividad para que los ingresos y los beneficios se correspondan con el lugar donde se producen.


No obstante, el poderoso lobby de los grandes grupos tecnológicos no se rinde y continuará presionando a las administraciones europeas para evitar este tributo que consideran que presenta dudas legales y que puede suponer una doble tributación de un mismo hecho económico, al pagar el IVA y el impuesto digital.


Un ejemplo del montante de la elusión fiscal de estas compañías lo ha brindado Tax Watch UK, un grupo de investigación británico, que ha calculado que Apple, Google, Facebook, Cisco y Microsoft ganaron 30.000 millones de libras en Reino Unido entre 2012 y 2017, pero que solo pagaron en impuestos 933 millones de libras, apenas el 3%, según ha informado The Guardian. 

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