Del PSC no se quiere hacer cargo ni el Tato. Ayer mismo la actual alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet, tercer o cuarto plato de la ensalada socialista nacionalista catalana, Nuria Parlón, cambiaba de opinión y dejaba por sorpresa a sus conmilitones en la estacada, quienes se enteraban de la “espantá” por la prensa. Y es que nadie quiere ser el último en salir del PSC, en donde la posibilidad de una escisión de la mano de nacionalistas como Marina Geli es cada día más cierta. Lo cierto es que el PSC, por mérito propio, ha pasado de ser partido de gobierno a convertirse en anécdota, fagocitado por el centro por los Ciudadanos de Albert Rivera, por la izquierda por Podemos y por ERC. Anecdótico casi como el PP catalán, en donde sigue mandando inexplicablemente después de tantos batacazos Alicia Sánchez Camacho. Pero es que lo del PP y Cataluña no tiene remedio.
En Madrid las cosas no pintan muy distintas para la formación que fundara en su día Pablo Iglesias, que no es del Podemos. El batacazo de las europeas dejaba al PSOE –en Ferraz hablaban hasta el mismo día electoral de empate técnico o incluso de victoria por la mínima- sumido en el desconcierto después de conocer que habían cosechado, frente a un gobierno al que sus electores están dando la espalda, el peor resultado de su historia; a Rubalcaba listo para los leones y a Elena Valenciano preguntándose cómo ha sido posible con lo “machista” que les salió Cañete.
Consecuencia de dicho desconcierto es el lío que hay montado de cara al próximo Congreso Extraordinario del mes de julio, en donde se elegirá nuevo Secretario General, que no candidato a Presidente de Gobierno, como ha dejado bien claro desde Miami la ambiciosa Carmen Chacón, cuyas posibilidades, máxime teniendo en cuenta que viene del PSC al que dejó tirado como a una colilla, son cada día más exiguas. Por su parte, la presidenta andaluza, aclamada por los barones, ha resultado ser alérgica a las urnas. A ella le gusta ser elegida por aclamación.
La pelea está pues entre Eduardo Madina y Pedro Sánchez. Alberto Sotillos, conocido tertuliano, y Pérez Tapias, cuya propuesta es un giro a la izquierda, no tienen nada que hacer, pero restan.
Madina es el candidato de Rubalcaba, quien quiere seguir pastoreando en la sombra y piensa que podrá manejar al vasco a su antojo, ignorando que en política casi siempre las marionetas acaban cobrando vida y renegando de sus orígenes. Madina, a quien han presentado a los que de verdad manejan el cotarro, ha borrado su blog, no sea que el respetable rescatase sus artículos que nada tienen que envidiar, en cuanto a radicalidad y sectarismo, a cualquier disertación de Cayo Lara. Sea como fuere, el PSOE, cuya desaparición ya les anticipo que no sería el fin del mundo, no resistiría a otro ZP.
Por su parte, el desconocido economista y militante madrileño del PSM, Pedro Sánchez, mucho más preparado y centrado que el resto de candidatos, podría ser apoyado por la poderosa federación andaluza. Susana Díaz prefiere que le saquen las muelas a tener nada que ver con Madina, con quien mantiene una pésima relación política y personal. Quién sabe si acaso no podría repetirse la irrupción en la escena política de un desconocido, como ya sucediera en aquél Congreso en que la militancia socialista se decantaba por Rodríguez Zapatero. Pepe Blanco hará lo posible. En su contra tiene a Rubalcaba, a quien nadie gana a la hora de manejar Congresos. Y la radicalidad ideológica de buena parte de las bases del partido.
En todo caso, el entretenido espectáculo que el PSOE está dando ante la opinión pública, quítate tú que me pongo yo pero de ideas nada de nada, no contribuye nada a sacar a la histórica formación del abismo ante el que se encuentra. No son pocos los socialistas que, con razón, cada día se acuerdan del PASOK griego.
Comentarios
Casas Viejas
16/jun/14 13:39 h.
La clave la tiene el puto enano de Solchaga. Que diga si cuando dijo aquello de hacerse rico en cuatro días tenía el visto bueno de "Isidoro". El hoy gorila Felipe. O el mismo besugo tirando a merluzo Gaspar Zarrías reconociendo que vota con la pezuña. O Pepiño Blanco con el jaguar de la cegata Ana Blaco repostando en una gasolinera. Seamos realistas, la "Pedrada" de Pedraz afecta por igual a unos y a otros. Pedraz, aquel magistrado que dijo que la casta/clase política está podrida. Tan podrida como las instituciones. Quien lo tiene claro es Luis Solana al recomendar que se pongan guardias civiles al frente de algunas instituciones. De todas. Todas están podridas. Y la gente sigue votando. Y Cáritas sacando adelante a 12 millones de desgraciados. Ya se sabe que en esta tierra de conejos la revolución de los pobres termina en la panadería de la esquina. Precisamente en la del besugo de Cándido Méndez y ese pobre hombre de los cruceros mientras Pastrana hace balance de las mariscadas. Para el congreso de julio lo importante es saber cuando importa en la antiguas pesetas asar una vaca con billetes. Hasta las ranas del nacimiento del Cuervo saben que la marca España es el Cante por Peteneras o como irse de rositas en un Estado fallido. Y que vamos camino del 27 aniversario de la célebre y muy puñetera "sentencia" del ilustre jerezano Pedro Pacheco. Por eso quien mejor visión de la jugada tiene es la escritora Almudena Grandes: La justicia me da asco. El mismo asco que a ese 78% de gente que en todo tipo de encuesta dice no creer en la justicia. Y los empresarios del caso "Terra Mítica" pagando los mejores despachos en Valencia para no devolver un céntimo. Con Zaplana sin decir lo que sabe sobre el particular. Y Cotino sin hablar del metro de Valencia. Y en ese plan. Ninguno.
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