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Txemi Urtasun fue el líder de los locales, sumando 8 puntos en el último cuarto.
El Unicaja regresa a semifinales por la puerta grande (79 - 60)
Miguel Francisco González Pujazón |
martes, 3 de junio de 2014, 18:23
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79- Unicaja Málaga: Jayson Granger (6), Ryan Toolson (6), Carlos Suárez (8), Nik Caner-Medley (14), Fran Vázquez (8) - Quinteto titular - Domantas Sabonis (0), Sergi Vidal (0), Txemi Urtasun (15), Earl Calloway (13), Mindaugas Kuzminskas (0), Vladimir Stimac (4). Entrenador: Joan Plaza.
60- Herbalife Gran Canaria: Tomás Bellas (4), Ben Hansbrough (7), Brad Newley (6), Eulis Báez (4), Samuel Tavares (4) - Quinteto titular- Albert Oliver (4), Jeleel Akindele (7), Nacho Martín (10), Javier Beirán (3). Entrenador: Pedro Martínez.El Unicaja de Málaga hizo valer el factor cancha en el tercer partido de la eliminatoria de cuartos y se impuso al Herbalife Gran Canaria gracias a una primorosa segunda mitad, en la que pasó por encima de su oponente. Los malagueños regresan a unas semifinales tras una eliminatoria muy igualada, y se verán las caras ante el líder de la fase regular, el Real Madrid.
El partido sufrió un retraso que se alargo hasta los 15 minutos por un problema surgido en el aro visitante. El interminable parón no enfrió los ánimos de un público entregado a la causa desde antes del salto inicial. Pese al entusiasmo de la hinchada, el Gran Canaria se mostró muy concentrado en los primeros instantes y llevó la iniciativa del encuentro.
El conjunto cajista no era capaz de materializar en el luminoso su evidente superioridad en el rebote ofensivo, penando su escaso porcentaje de acierto en el tiro y las numerosas pérdidas de balón. La entrada de Jeleel Akindele le otorgó al equipo canario más solidez bajo tableros y poco a poco se hizo más grande en la zona. El primer asalto finalizó, en cualquier caso, con igualdad en el marcador gracias a los primeros puntos de Txemi Urtasun (15 - 15).
Albert Oliver dio primero al inicio del segundo cuarto y amenazaba con empezar otro de sus recitales en el Martín Carpena. Nada más lejos de la realidad, pues llegaron entonces unos minutos brillantes del Unicaja en defensa, en los que logró marcharse 9 arriba gracias a un triple y dos contraataques consecutivos de Earl Calloway. No fue suficiente para adrementar al aguerrido equipo isleño, que cortó de raíz el empujón cajista con un parcial de 6 - 0.
La diferencia en el electrónico se estableció en los tres puntos, y ni uno ni otro equipo era capaz de cambiarla a su favor, encadenándose una y otra vez errores en ambos lados de la cancha durante los siguientes minutos. Fue entonces cuando despertó el instinto anotador de Nik Caner-Medley, sacándose de la chistera dos triplazos al filo descanso, uno de ellos con adicional incluido, que pusieron en pie a toda la grada. El corazón y la garra de Tomás Bellas impidieron que la diferencia fuese más favorable para los locales de cara a la segunda mitad (38 - 33).
Al ala-pivot formado en la Universidad de Maryland poco le importó tener que pasar por vestuarios y continuó igual de enchufado al comienzo del tercer periodo. Guiados por el brillo de su estrella, el Unicaja salió como una apisonadora e impuso un ritmo de juego imposible de seguir para su rival. Los malagueños empezaron a poner tierra de por medio, y Pedro Martínez se vio obligado a pedir tiempo muerto tras dos sendos mates de Fran Vázquez y Caner-Medley.
El Gran Canaria intentaba por todos los medios no perder el hilo del encuentro, y lograba a duras penas resistir la embestida andaluza con acciones individuales de sus jugadores interiores, bien surtidos de balones por un Bellas inconmensurable en la dirección. Los errores desde la linea de personal empezaban a pesar en los visitantes, y un nuevo arreón de los de casa situaba una cómoda renta a diez minutos del final (58 - 48).
Javier Beirán avisaba desde el triple de que todavía quedaba mucha tela por cortar, pero el cuadro costasoleño no se descompuso, estaba decidido a volver a unas semifinales después de cuatro años de ausencia, y con un parcial de 9 - 0 labrado desde el perímetro dejaba el encuentro listo para sentencia. Una técnica por simular señalada a Bellas enterró las pocas opciones que le quedaban a a los visitantes, que acabaron recibiendo un severo correctivo en el último cuarto.
Y es que los malagueños no hicieron prisioneros y siguieron ampliando la diferencia hasta una máxima de 24 puntos, liderados por un Txemi Urtasun soberbio que acabó como máximo anotador del choque y como el más aclamado por la marea verde. Con el partido resuelto, el Unicaja se dedicó a esperar con paciencia el bocinazo final para confirmar, por fin, el regreso de Málaga a la élite del baloncesto español.
El Unicaja regresa a semifinales por la puerta grande (79 - 60) | ||||||
| Txemi Urtasun fue el líder de los locales, sumando 8 puntos en el último cuarto. | ||||||
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El Unicaja de Málaga hizo valer el factor cancha en el tercer partido de la eliminatoria de cuartos y se impuso al Herbalife Gran Canaria gracias a una primorosa segunda mitad, en la que pasó por encima de su oponente. Los malagueños regresan a unas semifinales tras una eliminatoria muy igualada, y se verán las caras ante el líder de la fase regular, el Real Madrid. El partido sufrió un retraso que se alargo hasta los 15 minutos por un problema surgido en el aro visitante. El interminable parón no enfrió los ánimos de un público entregado a la causa desde antes del salto inicial. Pese al entusiasmo de la hinchada, el Gran Canaria se mostró muy concentrado en los primeros instantes y llevó la iniciativa del encuentro. El conjunto cajista no era capaz de materializar en el luminoso su evidente superioridad en el rebote ofensivo, penando su escaso porcentaje de acierto en el tiro y las numerosas pérdidas de balón. La entrada de Jeleel Akindele le otorgó al equipo canario más solidez bajo tableros y poco a poco se hizo más grande en la zona. El primer asalto finalizó, en cualquier caso, con igualdad en el marcador gracias a los primeros puntos de Txemi Urtasun (15 - 15). Albert Oliver dio primero al inicio del segundo cuarto y amenazaba con empezar otro de sus recitales en el Martín Carpena. Nada más lejos de la realidad, pues llegaron entonces unos minutos brillantes del Unicaja en defensa, en los que logró marcharse 9 arriba gracias a un triple y dos contraataques consecutivos de Earl Calloway. No fue suficiente para adrementar al aguerrido equipo isleño, que cortó de raíz el empujón cajista con un parcial de 6 - 0. La diferencia en el electrónico se estableció en los tres puntos, y ni uno ni otro equipo era capaz de cambiarla a su favor, encadenándose una y otra vez errores en ambos lados de la cancha durante los siguientes minutos. Fue entonces cuando despertó el instinto anotador de Nik Caner-Medley, sacándose de la chistera dos triplazos al filo descanso, uno de ellos con adicional incluido, que pusieron en pie a toda la grada. El corazón y la garra de Tomás Bellas impidieron que la diferencia fuese más favorable para los locales de cara a la segunda mitad (38 - 33). Al ala-pivot formado en la Universidad de Maryland poco le importó tener que pasar por vestuarios y continuó igual de enchufado al comienzo del tercer periodo. Guiados por el brillo de su estrella, el Unicaja salió como una apisonadora e impuso un ritmo de juego imposible de seguir para su rival. Los malagueños empezaron a poner tierra de por medio, y Pedro Martínez se vio obligado a pedir tiempo muerto tras dos sendos mates de Fran Vázquez y Caner-Medley. El Gran Canaria intentaba por todos los medios no perder el hilo del encuentro, y lograba a duras penas resistir la embestida andaluza con acciones individuales de sus jugadores interiores, bien surtidos de balones por un Bellas inconmensurable en la dirección. Los errores desde la linea de personal empezaban a pesar en los visitantes, y un nuevo arreón de los de casa situaba una cómoda renta a diez minutos del final (58 - 48). Javier Beirán avisaba desde el triple de que todavía quedaba mucha tela por cortar, pero el cuadro costasoleño no se descompuso, estaba decidido a volver a unas semifinales después de cuatro años de ausencia, y con un parcial de 9 - 0 labrado desde el perímetro dejaba el encuentro listo para sentencia. Una técnica por simular señalada a Bellas enterró las pocas opciones que le quedaban a a los visitantes, que acabaron recibiendo un severo correctivo en el último cuarto. Y es que los malagueños no hicieron prisioneros y siguieron ampliando la diferencia hasta una máxima de 24 puntos, liderados por un Txemi Urtasun soberbio que acabó como máximo anotador del choque y como el más aclamado por la marea verde. Con el partido resuelto, el Unicaja se dedicó a esperar con paciencia el bocinazo final para confirmar, por fin, el regreso de Málaga a la élite del baloncesto español.
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