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Miranda, Turan y Leo, goleadores rojiblancos
Atlético-Zenit: El sueño europeo comienza firme (3-1)
Daniel Sanabria |
miércoles, 18 de septiembre de 2013, 21:50
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3 –Atlético de Madrid: Courtois (3); Juanfran (3), Miranda (3), Godín (3), Filipe Luis (3); Gabi (3), Mario Suárez (2); Adrián (2), Koke (3), Arda Turan (3); Villa (2).
1 –Zenit San Petesburgo: Lodygin (2); Smolnikov (1), Lombaerts (1), Luis Neto (0), Hubocan (1), Ansaldi (1); Zyryanov (0), Witsel (1); Hulk (2), Kerzhakov (1), Danny (1).Los rojiblancos eran claros dominadores del partido, moviendo la pelota y retrasando a pulso las líneas del Zenit, que terminó el primer tiempo defendiendo con una doble zaga de ocho hombres. Pero el gol se resistía. Villa no encontraba el espacio y a Turan se le amontonaban los rivales cuando llegaba a la zona peligrosa. Sin Diego Costa, un tipo acostumbrado a romper el biorritmo de partidos así, el Atlético se estrellaba una y otra vez contra la nutrida defensa rusa, que más bien parecía italiana.
Pasó entonces el Atlético al plan B, disparando desde lejos y forzando acciones a balón parado. Y encontró el tesoro. Reeditando el gol de la final de Copa del Rey, se pusieron por delante los madrileños, con un corner botado por Koke que Miranda se encargó de enviar a la red con un testarazo incontestable. Lo merecía el Atlético, que a punto estuvo de abrir más brecha antes del descanso con un disparo del propio Koke que besó la cruceta.
Acción - Reacción
En el segundo tiempo el Zenit salió a jugar al fútbol. Abandonó su guerra de guerrillas y en pocos minutos puso en aprietos a Courtois, quien se lució estirándose hasta el palo para enviar un balón que olía a empate. No pudo el meta belga salvar la segunda, tras una contra rusa facilitada por la presión rojiblanca y culminada magistralmente por Hulk, que hizo honor a su apodo reventando el balón por la escuadra.
Con el empate en el marcador el Zenit pudo haber cambiado el guión si hubiera transformado un libre directo que se estrelló en el larguero de Courtois, pero antes de morir en el intento, el Atlético reaccionó. En una jugada embarullada con diversos rebotes dentro del área, Turan tuvo más fe que nadie y envió la pelota a la red por el único hueco sin tapar. A partir de entonces, la catarsis rojiblanca.
El Atlético se volcó sobre la portería del Zenit y generaba ocasiones en cada llegada. La tuvieron Koke, Godín, Adrián y hasta Filipe, pero sería Leo Baptistao, entrando desde el banquillo, quien pusiera el broche a la noche europea. El brasileño se encontró un balón muerto dentro del área y definió como un nueve puro. No se puede hacer más en menos.
Con el partido sentenciado, el Cholo empezó el carrusel de cambios y el Zenit se ahogó en su propio pis, pagando su racanería inicial y atacando solo cuando el partido ya moría. El Atlético sumaba así su quinta victoria consecutiva (con las cuatro de la Liga), en un inicio de temporada que recuerda muy mucho al del curso pasado. La diferencia es que esta vez el premio no es la Europa League, sino la gran Orejona, la única copa que falta en las vitrinas del Manzanares. Soñar es gratis.
Atlético-Zenit: El sueño europeo comienza firme (3-1) | ||||||
| Miranda, Turan y Leo, goleadores rojiblancos | ||||||
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Los rojiblancos eran claros dominadores del partido, moviendo la pelota y retrasando a pulso las líneas del Zenit, que terminó el primer tiempo defendiendo con una doble zaga de ocho hombres. Pero el gol se resistía. Villa no encontraba el espacio y a Turan se le amontonaban los rivales cuando llegaba a la zona peligrosa. Sin Diego Costa, un tipo acostumbrado a romper el biorritmo de partidos así, el Atlético se estrellaba una y otra vez contra la nutrida defensa rusa, que más bien parecía italiana.
Pasó entonces el Atlético al plan B, disparando desde lejos y forzando acciones a balón parado. Y encontró el tesoro. Reeditando el gol de la final de Copa del Rey, se pusieron por delante los madrileños, con un corner botado por Koke que Miranda se encargó de enviar a la red con un testarazo incontestable. Lo merecía el Atlético, que a punto estuvo de abrir más brecha antes del descanso con un disparo del propio Koke que besó la cruceta. Acción - Reacción
En el segundo tiempo el Zenit salió a jugar al fútbol. Abandonó su guerra de guerrillas y en pocos minutos puso en aprietos a Courtois, quien se lució estirándose hasta el palo para enviar un balón que olía a empate. No pudo el meta belga salvar la segunda, tras una contra rusa facilitada por la presión rojiblanca y culminada magistralmente por Hulk, que hizo honor a su apodo reventando el balón por la escuadra.
Con el empate en el marcador el Zenit pudo haber cambiado el guión si hubiera transformado un libre directo que se estrelló en el larguero de Courtois, pero antes de morir en el intento, el Atlético reaccionó. En una jugada embarullada con diversos rebotes dentro del área, Turan tuvo más fe que nadie y envió la pelota a la red por el único hueco sin tapar. A partir de entonces, la catarsis rojiblanca.
El Atlético se volcó sobre la portería del Zenit y generaba ocasiones en cada llegada. La tuvieron Koke, Godín, Adrián y hasta Filipe, pero sería Leo Baptistao, entrando desde el banquillo, quien pusiera el broche a la noche europea. El brasileño se encontró un balón muerto dentro del área y definió como un nueve puro. No se puede hacer más en menos.
Con el partido sentenciado, el Cholo empezó el carrusel de cambios y el Zenit se ahogó en su propio pis, pagando su racanería inicial y atacando solo cuando el partido ya moría. El Atlético sumaba así su quinta victoria consecutiva (con las cuatro de la Liga), en un inicio de temporada que recuerda muy mucho al del curso pasado. La diferencia es que esta vez el premio no es la Europa League, sino la gran Orejona, la única copa que falta en las vitrinas del Manzanares. Soñar es gratis.
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