El extesorero del PP Luis Bárcenas defendió hoy en su declaración como imputado ante el instructor del ‘caso Gürtel’, el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, la legalidad del dinero que ha ido acumulando en diferentes bancos de Suiza, donde llegó a tener más de 48 millones de euros.

Bárcenas espera desde las 12.30 horas en el interior de la Audiencia Nacional a que el magistrado decida si decreta su ingreso en prisión o si, por el contrario, le deja en libertad. La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado a Ruz que envíe al extesorero del PP a prisión incondicional al entender que se ha incrementado el riesgo de que se fugue y ante los indicios que apunta a que sigue desviando fondos al extranjero.

El antiguo senador por Cantabria aseguró en este sentido ante el juez que los movimientos de fondos desde sus cuentas en Suiza a países como Uruguay, Estados Unidos o Bahamas, detectados recientemente, no responde a una necesidad de ocultar aún más su dinero, según señalaron fuentes jurídicas.

Bárcenas, en las cerca de dos horas que estuvo declarando esta mañana ante Ruz, explicó que estos movimientos tienen en realidad relación con sus negocios de inversión. Dijo que se trata en algunos casos de pagos a socios inversores.

El antiguo senador también defendió la legalidad de los ingresos millonarios que realizó en efectivo en sus cuentas en Suiza. Aseguró que los inversores le entregaban este dinero en efectivo y él lo ingresaba en sus cuentas para poder realizar las correspondientes inversiones.

Preguntado sobre por qué en sus anteriores resoluciones no admitió que tenía más de 48 millones de euros en Suiza –tan solo llegó a reconocer 38 millones-, el extesorero del PP ha destacado que es normal que no quisiese desvelar estas cantidades ante el juez.

El imputado también ha reconocido que nunca quiso usar en España sus tarjetas de crédito suizas para que no se detectasen sus movimientos.

CONTRATO FICTICIO

A Bárcenas también se le ha preguntado por el contrato falso que supuestamente hizo firmar a una pintora argentina, Isabel Mackinlay, para justificar un ingreso en efectivo de 560.000 euros. Mackinlay explicó hace tres semanas por videoconferencia desde Buenos Aires que accedió a firmar un contrato ficticio en el que se señalaba que la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias Villar, recibía 560.000 euros por la venta de dos tablas del siglo XV. La testigo, a la que se hizo pasar por marchante de arte cuando en realidad es pintora y restauradora, obtuvo una comisión de 1.000 dólares por la firma de este contrato, en el que aparecía como intermediaria de la operación.

La ciudadana argentina explicó que, poco después, tuvieron que rectificar el contrato para señalar que, en vez de dos tablas del siglo XV, lo que Iglesias Villar había vendido era en realidad un cuadro del pintor napolitano del siglo XVII Giuseppe Recco.

Iglesias Villar, imputada en el ‘caso Gürtel’, ingresó en el año 2006 un total 560.000 euros en efectivo en una sucursal de Caja Madrid.

Bárcenas, en su declaración de esta mañana, en la que solo ha contestado a su abogado, Alfonso Trallero, y al juez, ha tildado a la pintora argentina de “loca” y ha asegurado que va a pedir que se le examine psiquiátricamente y que estudia querellarse contra ella.

VIAJE A BUENOS AIRES

La investigación ha revelado que Bárcenas realizó un viaje ‘express’ a Buenos Aires el 16 de junio de 2011, tras los requerimientos realizados por la Agencia Tributaria para que justificase varios de sus ingresos.

El último informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, entregado a Ruz este miércoles, da cuenta de este viaje y subraya que el extesorero del PP tan solo estuvo 14 horas en la capital argentina antes de volver a España.

Bárcenas habría realizado este viaje para participar en la reunión con Mackinlay. Los datos aportados indican que el contrato con la pintora, a pesar de estar fechados en 2006, se realizaron en 2011, cuando Bárcenas e Iglesias ya estaban imputados.

El juez Ruz también ha interrogado esta mañana a Iglesias Villar y a Iván Yáñez, el presunto testaferro del extesorero del PP. Ambos han quedado en libertad sin medidas cautelares.

Iglesias Villar ha asegurado ante el juez que no recuerda haber firmado el contrato con la pintora argentina aunque, tras exhibírsele el contrato, ha reconocido la firma como suya. La mujer de Bárcenas ha señalado en ese momento que no recuerda operaciones concretas pero que firmaba todo lo que le decía su marido.

Iglesias Villar, cuando estaba respondiendo a las preguntas de la Fiscalía Anticorrupción, se ha puesto nerviosa, según las fuentes jurídicas consultadas, y ha decidido dejar de contestar. Su declaración ha durado finalmente cerca de 30 minutos.

INSULTOS Y ABUCHEOS

Bárcenas llegó sobre las 9.50 horas a bordo de un Alfa Romeo acompañado por su abogado, Alfonso Trallero, y fue recibido a las puertas de la Audiencia Nacional por varias decenas de manifestantes, en su mayoría personas de avanzada edad, que le dedicaron insultos como “golfo” y “cabrón” y que amenizaron posteriormente la espera cantando coplas con letras como “Bárcenas, ¿dónde está el sobre?”.

La mujer de Bárcenas llegó a la sede de la Audiencia Nacional a las 10.50 horas a bordo del mismo Alfa Romeo en el que se trasladó su marido. Iglesias Villar tuvo tiempo para detenerse antes de entrar a la sede de los juzgados y dedicar una sonrisa a los presentes.

Yáñez, por su parte, llegó en taxi poco antes del mediodía.