El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y la que era hasta ahora su mujer, Ludmila Putina, han anunciado este jueves en la cadena de televisión estatal que se divorcian tras treinta años de matrimonio.

El matrimonio presenció de forma conjunta el martes una ópera de Víctor Hugo en el Palacio del Kremlin. Sin embargo, la última vez que se les pudo ver juntos fue en mayo de 2012, cuando Putin asumió la Presidencia del país tras ganar los comicios de marzo.

Ludmila apenas se ha dejado ver en público desde 2008, cuando Putin comenzó a ejercer como primer ministro tras la elección como presidente de Dimitri Medvedev.

Durante la entrevista, el matrimonio ha sido preguntado sobre los rumores de separación. Ambos han confirmado este extremo. "Sí, podemos decir que es un divorcio civilizado", ha destacado la mujer.

Putin ha explicado que "ha sido una decisión común", según declaraciones recogidas por RIA Novosti. "Realmente se trata de nuestra decisión en conjunto", ha apostillado Ludmila.

Ambos han culpado a la carga de trabajo del presidente del distanciamiento entre ambos. "Toda mi actividad, todo mi trabajo está sometido al escrutinio público. Hay personas a las que les gusta esto, a otras no, y hay personas que son totalmente incompatibles" con esta vida, ha explicado Putin.

Por su parte, su mujer ha reconocido que no se sentía cómoda tan observada y "apenas" se veía con su marido, aunque ha querido dejar claro que mantienen "buenas relaciones" y que Putin siempre se ha portado bien tanto con ella como con sus dos hijas en común. "Ludmila Alexandrovna y yo siempre mantendremos la cercanía", ha indicado Putin.

El portavoz de la Presidencia, Dimitri Peskov, ha aclarado que la pareja todavía no ha firmado el divorcio. Peskov ha reconocido que no sabe cuándo se formalizará la separación, aunque ha apuntado que la firma definitiva carece de importancia.