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No hay ruta escrita, ni camino claramente definido
cuando se toma al corazón como brújula
y a la inspiración como motor.
El hombre de la viñeta de El Roto ve en la pantalla del ordenador con la apariencia de un sanguinario demonio. Debido a ello no sabe dónde ir en busca de solución.
Vivir en paz... con Dios, con los demás... con lo que soy, yo soy yo... y quiero tanto, con lo que me ofrezca. Vivir en paz, en soledad, en armonía el alma que no llora, en sabiduría, ciencia eterna, en gracia de los que gracias hacen y no en la distancia. Vivir en paz, paz es paz... paz interior, de espíritu, paz verdadera, de dentro, paz eterna, en plenitud, en noches difíciles no se cree, decir... sólo me queda: vivir en paz.
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