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Rafael Torres
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La movida del rey negro

MADRID, 8 (OTR/PRESS) No sólo se puede aceptar, y aun celebrar, que un concejal se pinte de negro para hacer de rey Baltasar sin ser racista, sino que esa aceptación y esa celebración constituyen, tal vez, el acto menos racista del mundo. Que un blanco se oscurezca la tez para representar un personaje negro debería considerarse, si la lógica y el sentido común conserevaran algún predicamento entre nosotros, como cosa enteramente normal, pero es que si, además, con la transformación pigmentaria se busca manifestar y subrayar el aprecio al color remedado, cual ocurre en la representación del rey mago más querido por los niños, no sólo es normal, sino edificante.

¿Qué demonios tiene que ver el racismo con que un actor, o cualquiera en funciones de tal, se maquille de negro para interpretar el papel de un negro? ¿Eran o son racistas, por ventura, los grandes actores dramáticos que interpretaron el "Otelo" de Shakespeare con una pátina de polvos oscuros en el rostro? ¿Eran también letalmente celosos? Puede, sí, que alguno de esos intérpretes fuera racista y celoso, pero no por encarnar a Otelo en las tablas, ciertamente. Es más; ¿qué crímen se comete al representar a un personaje ficticio de color negro por un señor ficticiamente negro?

Entre las cosas que se nos están yendo de las manos figura ésta que en torno a la festividad de los Reyes Magos de Oriente se suscita en los últimos años, la de que el rey Baltasar tiene que ser encarnado, por narices, por un ciudadano negro, hasta el punto de que defender semejante opinión parece que le convierte a uno en un ser absolutamente nada racista. Pero, ¿qué raza ni qué raza? En la raza humana sólo hay una raza, la humana, y cualquiera de esa raza puede representar a todos los de su raza sin que le acusen, si hace de Baltasar en una Cabalgata o en la puerta de unos grandes almacenes, de pertenecer al Ku Klux Klan. ¿Es que habría que acabar con los maravillosos pajes negros de Alcoy, que son blancos pintados de negro e incluso, entre ellos, algún que otro negro pintado de negro también?

El racismo es otra cosa: un crímen. Y una estupidez. Y luchar contra esa insania moral y social sólo puede hacerse con la inteligencia, que es lo contrario que andar a vueltas con el inocuo y entrañable Baltasar.

Sólo empleando la locución rajoyniana que da título a ésta columna se puede definir en pocas palabras a Izquierda Española, el nuevo partido que aspira, de primeras, a sacar algo en las próximas elecciones europeas, y luego, a convertirse en una alternativa al PSOE que acoja a aquellos de sus cuadros, votantes, militantes y simpatizantes que no pueden ni ver a Sánchez por sus "liaisons dangereuses" con nacionalistas e independentistas de todo tipo y pelaje.

4 de enero de 2024.

En su obstinada persecución de la quimera de mostrarse vestida y desnuda a la vez, Cristina Pedroche exhibió en ésta ocasión, en las Uvas, una capa que no era una capa, sino una especie de tiesto vertical, y un traje que no era un traje, sino algo perfectamente inexplicable, pese a lo cual la muchacha trató de explicarlo con toda suerte de detalles. El lema de su performance era ésta vez el agua, la necesidad de preservarla, y por eso su vestido desnudo contenía, al parecer, un 80% del líquido elemento, casi tanta como la que compone el cuerpo de la propia Cristina y el de todo el mundo. Ahora bien; pese a las explicaciones y al concurso de Greenpeace en la confección del traje, el invento no dejó de ser una chorrada. De agua si se quiere, pero chorrada.

2 de enero de 2024.

Se sabía que a la política profesional no acude mayoritariamente lo más selecto de la sociedad, ni los más educados, ni los más cultos, ni los más despiertos, ni, siquiera, aquellos que sacarían un cinco pelado en compostura o en urbanidad, pero de ahí a transigir con el energumenismo puro y duro, con el político yoyas y perdonavidas, media un abismo. Bueno, no, media sólo, valga el retruécano, medio abismo, pues normalizar como hemos normalizado lo primero, la menesterosidad moral e intelectual de muchos de nuestros políticos, no podía sino conducir, como consecuencia lógica, a estos espectáculos de unos tíos agrediendo físicamente a otros porque no les gusta lo que piensan o lo que dicen, y ello no en un descampado ni en una taberna, sino en sedes institucionales.

28 de diciembre de 2023.

Allí donde hace veinte siglos y pico nació un niño que resultó ser dios, nueve mil han sido asesinados en las últimas semanas, y no se les ha dejado ni ser hombres ni mujeres. Es difícil, y desde luego imposible para quien ésto escribe en la mañana de Navidad, sustraerse al espanto, al dolor y a la indignación que provoca la incesante matanza de criaturas en Gaza, permanecer sordos a sus gritos en la agonía, ciegos para no ver también a los sepultados bajo los escombros. Es difícil, es imposible, y ésta Nochebuena no fue buena, sino amarga.

26 de diciembre de 2023.

Que la vida de las personas importa menos que el tráfico internacional de mercaderías es algo que sabe, y aun asume, todo el mundo, pero no por ello deja de ser una vergüenza, un aspecto más de la historia universal de la infamia que se escribe cada día. La diligencia con que Estados Unidos ha organizado la llamada Operación Guardián de la Prosperidad para dejar expedito el estrecho de Bab-el-Mandeb, amenazado desde hace unos días por los ataques de los hutíes a la navegación mercante, contrasta no sólo con su exasperante parsimonia en inducir al gobierno de Israel a atemperar la magnitud de su masacre de civiles en Gaza, sino con su absoluta inoperancia para conseguirlo, reforzada por su obstinación en impedir que prospere cualquier resolución de la ONU para detener, o cuando menos "humanizar", la matanza.

21 de diciembre de 2023.

Un accidente ferroviario puede tener su origen en la mala calidad de la infraestructura o del estado de su mantenimiento, en el error humano, en el sabotaje, en la fatalidad o en la concurrencia de varios de éstos y de otros factores, pero es inaceptable que lo tenga en la desidia y el abandono programado de los responsables políticos de quienes depende velar por la seguridad de los pasajeros y de los propios empleados ferroviarios.

19 de diciembre de 2023.
 
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