El militar discapacitado que acabó con los privilegios de rango en una piscina de Ferrol siente que quedó "como un traidor"
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domingo, 27 de noviembre de 2011, 12:47 h (CET)
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- "Era violento y almodovariano discutir con un superior con el gorro de baño puesto"
MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
El delegado de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), sargento primero retirado Francisco Maceira, que acabó con los privilegios de rango en una piscina de Ferrol, lamenta que, mes y medio después de la resolución en su favor del polémico caso, en el municipio gallego ha quedado "como un traidor".
Maceira rememoró para Servimedia los acontecimientos, que se desataron cuando, aquejado de cinco hernias discales y con una discapacidad reconocida del 44%, los médicos le recomendaran como terapia la natación en estilo espalda.
Jubilado de la Armada en 2008, el sargento primero acudió a la Piscina Castrense de Batallones de Ferrol Galicia, pero ya en el agua se le acercó un coronel advirtiéndole de que la calle 1 estaba reservada para coroneles, capitanes de navío y almirantes.
Como, según su testimonio, le "pareció correcto no abandonarla" y que había que "atajar esto porque es una vergüenza", le amenazaron con represalias. "Era muy violento y almodovariano estar discutiendo con un superior con el gorro de baño puesto", evocó.
Maceira acudió primero al BNG, cuyo portavoz en el Congreso de los Diputados, Francisco Jorquera, hizo de su caso el objeto de una de sus preguntas parlamentarias.
"Los jetas", relató, "dijeron que la calle 1 era para militares con destino que disfrutaban de ese privilegio porque tenían horarios especiales". Algo que él desmintió porque los altos mandos que nadaban allí eran "viejos carcamales", retirados como él, y "echaban hasta a las mujeres para nadar ellos solitos".
Esta precisión sobre la edad de los militares privilegiados se llevó a una nueva pregunta parlamentaria. La ministra de Defensa, Carme Chacón, aclaró que no podían reservarse calles, pero el hecho es que siguieron haciéndolo.
AL DEFENSOR DEL PUEBLO
Finalmente, escribió al Defensor del Pueblo, María Luisa Cava de Llano, quien intercedió y obtuvo del Ministerio de Defensa una notificación que precisaba que la calle 1 debía ser, en efecto, exclusiva para militares en activo con destino, pero sin distinción alguna de rangos. El 13 de octubre, el Defensor del Pueblo le comunicó la resolución del caso.
El sargento primero, al estar retirado, sigue sin poder nadar en esa calle, pero al menos acabó con un privilegio que duraba 30 años, que repicó la nota inicial de Defensa ratificando el uso exclusivo para "coroneles, capitanes de navío y almirantes", y contra el que nadie había protestado en todo este tiempo.
"Una cosa muy clásica y típica en Ferrol, donde estamos tomados por la Armada", explicó, recordando las críticas que recibió por su iniciativa. "Aquí en Ferrol yo quedé como un traidor".
Su lucha contra los privilegios le deparó dos expulsiones de la misma de uno y tres meses, una por cada pregunta parlamentaria. En 2007, un año antes de su retiro por discapacidad, ya fue condenado a 12 días de arresto domiciliario y luego a un mes y un día de prisión, en la que no llegó a ingresar.
Aquello fue por haber publicado una carta pidiendo la libertad para el presidente de la AUME, Jorge Bravo, encarcelado entonces por pedir explicaciones sobre un atentado en Afganistán y, por ello, para Maceira "un ejemplo de buen hacer".
La solución a la que se llegó sobre la piscina le "parece que está bien", con un razonamiento "bien redactado", si bien dice no querer pensar que la reserva para militares en activo, que le excluye, fuera "la última jugada que me hicieron".
Ahora, la nueva normativa se cumple "a rajatabla", pero él teme que los altos mandos "se busquen algún subterfugio para volver a nadar ellos", debido al "corporativismo" que se gastan las jerarquías militares. "Tienen un lobby", denunció, lamentando la mala imagen que proyectan de sus compañeros.
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