Afganistán. El embajador afgano cree prematura la retirada de las tropas internacionales porque “queda trabajo por hacer”
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domingo, 31 de enero de 2016, 11:24 h (CET)
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MADRID, 31 (SERVIMEDIA)
El embajador de Afganistán en España, Masood Khalili, afirma que la retirada de las tropas internacionales de su país es prematura, ya que “todavía queda mucho trabajo por hacer”, si bien alabó la labor que la OTAN ha realizado durante más de 14 años en suelo afgano.
En una entrevista concedida a Servimedia con motivo de la publicación de su libro, ‘Los susurros de la guerra’ (Alianza Editorial), Khalili subrayó que cuando se compara “el pasado y el presente” de su país “no se pueden creer” los avances que Afganistán ha experimentado.
En su libro Khalili recrea las vicisitudes que vivió cuando en 1986 inició un viaje por todo Afganistán desde Pakistán con objetivo de planificar la sublevación popular que pudiera acabar con la invasión soviética, que se había iniciado en la Navidad de 1979, en una guerra de guerrillas liderada por Ahmed Shah Massoud, conocido como ‘el león de Panjshir’.
El 9 de septiembre de 2001, en un recóndito lugar de Afganistán, dos terroristas de Al Qaeda, que se hicieron pasar por periodistas, acabaron con la vida de Massoud en un atentado del que su amigo y asesor político, Khalili, fue el único superviviente.
En aquel momento se encontraban combatiendo a los talibanes como antes lo habían hecho contra los soviéticos. Gracias a la muerte de Massoud, Bin Laden y su organización terrorista lograron un lugar donde refugiarse. Dos días después del atentado tuvo lugar el 11 de septiembre, que cambió el mundo y la concepción de la seguridad para siempre.
PRESENCIA INTERNACIONAL
Cuando las tropas internacionales entraron en Afganistán en 2001, provocando el derrocamiento de los talibanes, la mayoría de las escuelas estaban destruidas, el 80% de las tierras se encontraban arrasadas, los niños se educaban a escondidas, no existían canales de televisión ni emisoras de radio, las universidades eran inexistentes, no había ejército, ni parlamento ni policía y la mujer tenía sus derechos cercenados.
Actualmente, el país cuenta con 42 canales de televisión, 166 emisoras de radio, 50 universidades, unas Fuerzas Armadas con 350.000 efectivos (de los que 40.000 son mujeres) 275 parlamentarios (47 de ellos mujeres), 150.000 policías (3.000 mujeres) y se han vivido tres procesos electorales.
“La nueva generación de afganos es fuerte, contundente y tiene esperanza e ilusión. Son plenamente conscientes de que el pensamiento de los talibanes es un error”, sentenció.
En este momento la Alianza Atlántica cuenta en Afganistán con la misión ‘Resolute Support’, cuyo objetivo es asistir, entrenar y asesorar a las instituciones afganas. Algunos de los países que la integran se están planteando su retirada o minimizar sus efectivos.
Es el caso de España, que ha retirado el grueso de su contingente de Herat, conservando 20 militares en Kabul, o de EEUU, que después de haber planteado reducir sus efectivos hasta 5.500, mantuvo 9.800 tropas sobre el terreno.
En ese sentido, Khalili aseveró que las tropas internacionales “no pueden quedarse para siempre” en Afganistán, un país en el que han muerto 4.000 soldados occidentales, pero dejó claro que es prematura su salida porque “todavía queda trabajo por hacer”, especialmente en un momento en el que el terrorismo está modificando el “patrón tradicional” de hacer la guerra” y cuando su país necesita que la comunidad internacional le ayude a desarrollar un modelo económico sólido.
Khalili agradeció a España el trabajo que ha realizado en Afganistán, ya que con la cercanía de sus soldados ha logrado ganarse el corazón de los afganos. En este punto recordó a Gabino San Martín y Jorge García Tudela, los dos policías que fallecieron el pasado mes de diciembre en el ataque que sufrió la Embajada de España en Kabul.
“Ellos perdieron su vida para Afganistán. Para mi país, para España y para el mundo son héroes, porque han muerto para que los terroristas no lleguen a España”, afirmó.
CARÁCTER AFGANO
Khalili destacó “la valentía, fe y amor a la tierra y a la libertad” que demostró el pueblo afgano en el momento en que vivía bajo el yugo de los soviéticos y de los talibanes. Por ello, manifestó que su pueblo es musulmán “pero no islamistas”. “Ellos creen en Dios, en su tierra, en vivir en libertad y de forma cómoda”.
El embajador aseveró que su libro es también un homenaje a los refugiados, “cuyos susurros son los de la gente que lo pasa mal en la guerra”, al tiempo que hizo un alegato en contra de la guerra, “la peor de las opciones para solucionar un conflicto”.
Por otra parte, Khalili se mostró “optimista” con el futuro de su pueblo, “porque el mal no puede permanecer” y abogó por la necesidad de hablar con países vecinos, con Pakistan, para que “no ayude a los terroristas”.
“Un chico en Madrid tendría que escuchar el susurro de quien muere a manos de terroristas porque todos somos seres humanos”, indicó.
Por último, Khalili recordó que el libro está dedicado a “las mujeres pobres afganas, víctimas de la guerra y a todas las del mundo cuyos susurros jamás fueron escuchados”.
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