Ébola. Más de 1.200 sanitarios han recibido formación militar en España para usar los equipos de protección
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domingo, 21 de diciembre de 2014, 13:05 h (CET)
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MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
Más de 1.200 sanitarios han recibido ya los cursos que miembros de la Brigada de Sanidad del Ejército de Tierra están impartiendo en los últimos dos meses sobre el uso de los Equipos de Protección Individual (EPI).
Estos cursos, por mandato del Comité Especial para la Gestión del Ébola, comenzaron el pasado 15 de octubre, después del caso de Teresa Romero, la técnico de enfermería que se contagió de esta enfermedad después de tratar a los dos misioneros españoles repatriados desde África con el virus.
Inicialmente se apostó por impartir cursos rápidos para enseñar cómo ponerse y retirarse con seguridad el Equipo de Protección Individual, en especial a sanitarios del Instituto Carlos III y del Hospital La Paz, ya que el primero –dependiente del segundo- se convirtió en el centro de referencia para el caso del ébola. Posteriormente, los cursos se ampliaron a varias jornadas de formación con parte teórica y práctica y se impartieron en otros lugares de España.
Actualmente, según indicaron a Servimedia fuentes militares, han sido más de 1.200 alumnos, entre sanitarios y personal civil y militares, los que han recibido esta formación, que sigue teniendo el foco en el correcto uso del Equipo de Protección Individual (EPI) y en el trabajo con esta enfermedad.
El nuevo protocolo para ponerse y quitarse el EPI acordado en España para evitar el contagio del virus ébola requiere de 45 pasos, con el fin de que se garantice la seguridad.
Se trata de un protocolo de colocación, trabajo sobre el paciente y retirada del equipo de protección individual tipo 3, que es el que se considera adecuado para prevenir el ébola por parte de los organismos internacionales, aunque con algunas modificaciones del protocolo general por el tipo de virus que es el ébola.
Para ponerse correctamente el EPI hay que seguir 23 pasos. Seis de ellos, antes de tocar el traje, que pasan por quitarse el reloj y los anillos, o lavar las manos con agua y lejía. El resto de los 17 de pasos comienzan con la colocación de las perneras impermeables y concluye con la confirmación de que no se deja ninguna zona expuesta.
CON EL ENFERMO
A la hora de trabajar con el traje aislante, el protocolo elaborado por la Brigada de Sanidad del Ejército establece que “lo ideal” es entrar en la habitación por parejas y turnándose en la asistencia y vigilancia, de forma que “uno vigila al otro”. Recuerda que el traje ya “protege y aísla”, por lo que hay que tratar al enfermo con normalidad.
Antes de tocar cualquier equipo o mobiliario después de tocar al paciente, el protocolo pide retirar la tercera capa de guantes y poner unos nuevos.
En caso de mancha (vómito, orina...), se pide que se limpie con una toallita empapada en solución “desinfectante”, empleando “una toalla por pasada”.
Al término del tratamiento se deben retirar la bata y los guantes empleados en el tratamiento con el enfermo, antes de empezar el procedimiento de retirada del equipo de protección individual.
RETIRADA
En el documento, al que ha tenido acceso Servimedia, se contempla que para la salida de la habitación lo ideal debería ser hacerlo por un lado diferente al de entrada. “Antes de iniciar la fase de retirada del equipo debemos limpiar los guantes exteriores del EPI” con solución desinfectante, indica. Después llega el turno de quitar las perneras impermeables exteriores, si bien nada más terminar hay que volver a lavar los guantes.
Para salir de la habitación, “si la puerta no tiene apertura automatizada podemos empuñar la manivela cubriéndola con las toallitas empapadas que hemos guardado y que echaremos al contenedor exterior una vez fuera”, agrega el documento.
Una vez fuera de la habitación, comienzan los 22 pasos para la retirada correcta del EPI con el fin de evitar el contagio. El protocolo establece continuos lavados de manos y un seguimiento determinado que debe realizarse con tranquilidad. Una vez quitado todo el equipo, hay que dirigirse “inmediatamente” a darse una ducha higiénica completa con cambio de trabajo y calzado.
Para que se considere que el procedimiento seguido ha sido correcto, la persona que usa el traje va a la vez completando una lista de verificación. Este examen se lo realiza un supervisor con el objetivo de asegurar que no hay ningún riesgo de contagio.
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