Margallo ante Sánchez: “El Gobierno no está en absoluto cerrado” a reformar la Constitución
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miércoles, 22 de octubre de 2014, 22:05 h (CET)
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- Critica la subida del impuesto de plusvalía anunciada por Montoro
MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo, aseguró este miércoles ante el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que el Gobierno “no está en absoluto cerrado” a abordar una reforma de la Constitución siempre que exista un consenso político y una delimitación clara de hasta dónde se quiere llegar, sin traspasar unas líneas rojas.
Margallo y Sánchez participaron en un diálogo sobre federalismo en la presentación de un libro sobre ello escrito por el socialista Enrique Barón.
El ministro aseguró que habrá reforma de la Constitución cuando el presidente del Gobierno lo considere “necesario”. Explicó que Rajoy “escucha, se informa, tiene mucha más información que yo, interioriza, reflexiona, y cuando tome la decisión sera la más sabia de las que se puedan tomar”.
“El Gobierno no está en absoluto cerrado a abordar esta reforma”, dijo, con la premisa de que “dentro de la ley todo es posible, fuera de la ley nada es posible”. “Hagamoslo”, afirmó, pero “con prudencia” y siendo conscientes de que “hagamos lo que hagamos” no servirá para contentar a quienes buscan la independencia.
Margallo reconoció que la Constitución tiene “defectos de fondo, de funcionamiento, y sobrevenidos”, por ejemplo por no reconocer la igualdad de género en la sucesión a la Jefatura del Estado, por la “indefinición” de las competencias, por las “dudas sobre la funcionalidad del Senado”, por la conflictividad que genera el Tribunal Constitucional, o por no tener en cuenta, porque no se había producido, la cesión de soberanía a la Unión Europea.
En todo caso, precisó, habría que acometer esa reforma con un “pacto político previo”, delimitando hasta dónde llegar, “no vayamos a abrir la caja de Pandora”, y desvinculándola del problema territorial de Cataluña, porque la Constitución tendrá que seguir siendo “de todos y entre todos”.
De hecho, esbozó varias líneas rojas que, en su opinión, no se pueden traspasar, como la residencia de la soberanía nacional en el conjunto del pueblo español, la indivisibilidad territorial, y la igualdad de todos los españoles en derechos y obligaciones.
Sánchez esbozó los objetivos que persigue el PSOE con esa reforma y precisó que no busca con ella contentar a nadie, tampoco a los independentistas de Cataluña, pero sí, entre otras cosas, “dar argumentos y razones” a quienes quieren seguir en una España unida pero quieren dar respuesta a determinadas aspiraciones.
Al comienzo de su intervención, Margallo criticó al ministro de Hacienda por el anuncio de subida del impuesto de plusvalía para viviendas adquiridas antes de 1995. “No sé si después de lo que está haciendo Montoro con el IRPF nos vamos a hacer populares por haberlo puesto en marcha”, dijo.
Sánchez aprovechó para felicitar públicamente al Gobierno por la entrada de España en el Consejo de Seguridad de la ONU y reiteró los motivos por los que los socialistas españoles se han abstenido en la votación de la Comisión Europea presidida por Jean Claude Juncker.
Sánchez citó a Azaña para criticar a quienes identifican la libertad con la separación o con la independencia y se mostró convencido de que “más o menos todos sabemos lo que hay que hacer en la Constitución” para adaptarla a los nuevos tiempos, por lo que no es un problema de concreción de ideas, sino de voluntad política y de afrontar el reto “de manera audaz y valiente”.
No se trata solo de renovar el pacto de convivencia y resolver tensiones territoriales, insistió, sino también de blindar algunos derechos fundamentales, como la sanidad pública, incorporando otros nuevos, como el matrimonio entre personas del mismo sexo, o eliminando la “anacrónica” mención a la pena de muerte.
Apuntó que unas elecciones plebiscitarias en Cataluña “nos situarían a todos en un escenario muy complicado”, por lo que pidió al presidente del Gobierno que reaccione “con prudencia, pero también con audacia”.
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