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BUDAPEST, 10 (DPA/EP)
El Gobierno de Hungría ha presentado este lunes un controvertido proyecto de ley por el cual el Parlamento pretende imponer un control más estricto y centralizado de los contenidos teatrales del país.
El proyecto de ley, que se espera pase por el Parlamento sin un debate previo, planea establecer un Consejo Cultural Nacional para una "dirección estratégica centralizada de los sectores culturales" por parte del Gobierno de extrema derecha de Victor Orban.
Las versiones preliminares del plan han desencadenado las protestas no sólo del sector, sino también de otras capas de la sociedad, ya que pone en riesgo la libertad artística y de expresión.
Uno de los rostros más destacados de las manifestaciones que se han producido este lunes en Budapest es el de su nuevo alcalde, el progresista Gergely Karacsony, quien ha explicado que la medida del Gobierno central pretende "arrasar el fondo cultural nacional", imponiendo a sus propios directores y dejando de financiar teatros independientes y contestatarios, "condenándolos a una muerte segura".
La impopular propuesta del Gobierno se ha producido poco después de que el ultra conservador partido oficialista Fidesz experimentara un fuerte batacazo en las elecciones locales de octubre al perder ante la oposición en Budapest y en otras diez ciudades húngaras.
Orban ha estado bajo la crítica internacional por socavar las instituciones democráticas húngaras desde que reafirmó su cargo por segunda vez en 2010. Desde entonces, el dirigente antiinmigración ha cambiado la ley electoral en beneficio de su partido, además de llevar a cabo medidas represivas para sofocar a los medios de comunicación críticos y a las organizaciones no gubernamentales que operan en el país.
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