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MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha declarado este miércoles en desacato al fiscal general, William Barr, y al secretario de Comercio, Wilbur Ross, por no atender a las citaciones del Congreso sobre las preguntas que se incluirán en el Censo de 2020.
La medida, que ha contado con 230 votos a favor y 198 en contra, ha tenido lugar después de que la Administración del presidente, Donald Trump, fracasara a la hora de entregar una serie de documentos solicitados por la Cámara Baja en el marco de una investigación sobre la intención del Gobierno de introducir una pregunta sobre la ciudadanía en el censo, lo que podría suponer la discriminación de las minorías racionales.
Poco antes, Barr y Ross instaron a la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, a retrasar la votación.
La Casa Blanca ha tildado la decisión de la cámara de "ridícula" e ilegal, al tiempo que ha advertido de que la medida supone un intento más de "acosar al presidente y a su Administración".
"Los departamentos de Justicia y Comercio han redactado más de 31.000 páginas de documentos sobre el asunto (...) En vez de aceptar los grandes esfuerzos que han hecho los departamentos del Estado, los demócratas continúan solicitando documentos que están sujetos al privilegio ejecutivo", señala el comunicado de la Administración.
El texto acusa a los "demócratas de carecer de derechos legales sobre los documentos" y asevera que "la política cínica y lamentable de los congresistas no conoce límites".
La Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos había declarado el pasado mes de julio en desacato a Barr y Ross con 24 votos a favor y 15 en contra.
Para Barr, se trataba de la segunda vez en la que un panel de la Cámara de Representantes realizaba una recomendación en su contra. Poco antes, Trump había recurrido al privilegio ejecutivo para mantener en secreto documentos relacionados con la intención de su Gobierno de añadir una pregunta sobre ciudadanía al censo, lo que desafiaba una citación de la comisión, presidida por el demócrata Elijah Cummings.
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