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MADRID, 21 (OTR/PRESS) La OCDE acaba de hacer públicas sus previsiones económicas para este año y el que viene. Cree la organización que se va a producir una ralentización en el crecimiento mundial aunque, de momento, mantiene para España un aumento del PIB del 2,2% y del 1,9% para 2020. En todo caso, advierte de la necesidad de que se lleven a cabo reformas estructurales y reducción de la deuda pública que en estos momentos es de 1,2 billones de euros, prácticamente el cien por cien del PIB. Y otra advertencia, cuidado porque la incertidumbre política puede afectar a la confianza.
Un informe, en todo caso, que no varía mucho de los ya emitidos por otros organismos nacionales e internacionales. La economía española mantiene la inercia, aunque ésta puede dañarse si la creación de empleo se ralentiza. Y se va ir confirmando que la subida en un 22,3% del SMI y las subidas de impuestos brutales que prevé el gobierno de Sánchez van a lastrar la inversión, el empleo y el crecimiento. Ya estamos viendo algunos indicadores en este sentido y otros adelantados que lo advierten. El gasto se ha disparado más de 11.000 millones de euros en los meses de gobierno y el déficit y la deuda no se han contenido.
El miedo ahora es que un gobierno con Podemos se radicalice aún más y se tomen medidas lesivas en muchos sectores. Por ejemplo, en Madrid están anunciado subidas de impuestos, pero también restringir los horarios comerciales o imponer precios límite a los alquileres. Medidas todas contra la libertad que llevará a cierre de comercios, dificultades de acceso a una vivienda e incluso la marcha de empresas y pérdida de puestos de trabajo. El domingo, los españoles tienen la palabra. Pueden decidir si quieren que la izquierda y sus políticas dirijan sus comunidades ayuntamientos o por el contrario que el centro derecha baje impuestos y aumente la libertad para crecer y decidir.
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