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KATOWICE (POLONIA), 14 (Reuters/EP)
Los ministros de cerca de 200 países siguen trabajando para completar y fortalecer las reglas y lograr un acuerdo que permita aplicar el Acuerdo de París contra el cambio climático, a pocas horas de que las negociaciones de la XXIV Conferencia de las Partes de Cambio Climático (COP24) lleguen a su fin.
Los delegados se acercan al final de un plazo autoimpuesto para elaborar el "libro de reglas" que desarrolle en detalle el acuerdo global que se alcanzó en la capital gala en 2015, que busca limitar el aumento de la temperatura global de París de 2015, con el que se pretende limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados centígrados y que entrará en vigor en 2020.
La COP24 comenzó el pasado 2 de diciembre y han estado marcadas por las divisiones políticas y los avances han sido lentos hasta que se han superado algunos bloqueos y se redactaron borradores a última hora del jueves.
Los textos muestran que ha habido un compromiso en algunas áreas, como la posibilidad de incluir un mensaje que reconozca la importancia de un informe de la ONU sobre la necesidad de limitar el calentamiento global a 1,5 grados, que causó divisiones la semana pasada.
La ministra de Medio Ambiente de Alemania, Svenja Schulze, ha asegurado que están entrando en la fase final. "Todavía hay gente descontenta, pero básicamente las perspectivas son prometedoras. Creo que lo lograremos al final, pero aún no todos están satisfechos", ha manifestado.
Se espera una noche larga en el centro de conferencias de Spodek, donde los distintos equipos siguen discutiendo en grupos para alcanzar un acuerdo. La directora ejecutiva de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan, ha destacado que este es "un comienzo" pero todavía está "lejos de estar terminado.
"Los textos de consenso se pagan con vidas humanas perdidas y los pobres y vulnerables están pidiendo mucho más", ha advertido.
Los principales escollos mostrados por los diferentes delegados apuntan a que existe preocupación por las reglas para implantar el artículos 6 del Acuerdo de París y se duda si será posible reforzarlas para evitar un recuento duplicado de emisiones y un debilitamiento de la integridad de los mercados medioambientales.
Para los países más vulnerables al cambio climático es la introducción de un mecanismo que permita encontrar formas de cubrir los crecientes costos de "pérdidas y daños", que ha sido relegado a una nota a pie de página en el borrador.
Del mismo modo, se busca más claridad sobre lo que harán los países después de la Cumbre de Polonia y cómo fortalecerán sus compromisos y objetivos según el acuerdo.
En esta misión de alcanzar una fórmula asumible por todos para implantar el Acuerdo de París la Presidencia de la Convención Marco de la ONU designó a principios de esta semana a varios ministros y representantes de alto nivel para impulsar el pacto.
En esta misión, la Presidencia de la COP designó este martes a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y a su homólogo, el ministro de Turismo de Sudáfrica, Dereck Andre Hanekom, como "facilitadores" en materia de transparencia.
Desde entonces han centrado todos sus esfuerzos en desatascar las negociaciones para implantar el 'libro de reglas'. La designación de España supone en el lenguaje de las negociaciones internacionales un reconocimiento del papel tanto del Gobierno como de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
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