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MSF realiza 60 consultas médicas a los migrantes embarcados, algunos con quemaduras y víctimas de tortura
MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Catorce migrantes y refugiados de un total de 91 que fueron rescatados la semana pasada y que se niegan a desembarcar en Libia bajaron a tierra el miércoles por la noche en la localidad libia de Misrata para ser trasladados a un centro de detención, según ha informado Médicos Sin Fronteras (MSF), que está prestando atención sanitaria a los rescatados, algunos de los cuales han sufrido torturas durante meses por parte de traficantes.
El jefe de Misión de MSF en Libia, Julien Raickman, ha contado que los catorce migrantes y refugiados en situación vulnerable desembarcaron el miércoles por la noche. El resto de rescatados que continúan a bordo del carguero mantienen su negativa a desembarcar en Libia.
Los equipos de MSF realizaron el miércoles más consultas médicas con el grupo de 91 migrantes embarcados en el carguero y que llevan desde el sábado negándose a ser desermbarcados en el puerto de Misrata. En total, la organización no gubernamental ha realizado 60 consultas médicas en tres días.
Los equipos de MSF han tratado a migrantes y refugiados con quemaduras por combustible de motor y han sido testigos de la situación de "desesperación" que viven los rescatados. "Hay personas, incluidos menores, que han estado cautivos y torturados durante un año o más con traficantes que buscaban conseguir dinero", ha relatado MSF.
El jefe de Misión de MSF ha asegurado que un paciente está herido en estado grave y se niega a ser trasladado a un centro médico en Libia con el argumento de que prefiere morir a bordo del carguero que regresar a territorio libio.
MSF ha subrayado que la política de Europa de "negarse a recibir a los migrantes rescatados ha llevado a un aumento de las muertes en el mar y está aumentando la crisis humanitaria en Libia". Además, ha contado que entre los catorce migrantes en situación vulnerable que el miércoles desembarcaron en Misrata y fueron trasladados a un centro de detención figuran una mujer y su bebé y varios menores no acompañados.
"Es una completa vergüenza que una vez más la única respuesta dada a las personas que buscan seguridad es una detención arbitraria prolongada en un país que están intentando abandonar de forma desesperada", ha concluido Raickman.
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