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"Barcelona tiene muchas cosas que explicar", defiende
BARCELONA, 19 (EUROPA PRESS)
El periodista y escritor Sergi Doria viaja al "silencio" de la posguerra barcelonesa en la novela 'La verdad no termina nunca' (Destino), en la que retrata el rostro más cosmopolita, corrupto y gótico de una ciudad que "tiene muchas cosas que explicar".
En rueda de prensa este martes, el periodista ha dicho que no quería solo una novela de posguerra, por ello ha introducido el ambiente periodístico de la época y también su momento más multicultural de los años 20 y sus episodios de corrupción de la época: "Barcelona es una ciudad literaria. Tiene muchas cosas que explicar. Para qué vamos a ir a otro sitio teniendo todo esto a mano".
Ha defendido que muchos rincones y negocios familiares tienen su explicación, y conocer sus secretos, ha dicho: "Nos hace valorar más lo que tenemos y nos permite defendernos de lo que nos quieran quitar o cambiar", ha dicho en referencia al cierre de establecimientos históricos para la instalación de franquicias.
Ha considerado que es necesario valorar el patrimonio de la ciudad "en una época en que están arrasando con todo", ha dicho Doria, en referencia a la instalación de multinacionales y franquicias en lugares donde transcurrieron episodios históricos, y en cambio, este tipo de libros deben ayudar a consolidar lugares con historia.
"He optado por capítulos cortos para dar dinamismo y agilidad a la acción", ha descrito Doria, que pone de relieve que siempre hay algo que callar, y de la necesidad de enterarse de que existió el estraperlo, las checas y la presencia en Barcelona de campos de trabajo y campos de concentración, cosa que muchos no conocen.
En la novela, Alfredo es un joven en la Barcelona de los años 50, y huérfano de padre y con una madre "lacónica" que vive sumida en el silencio vital y dedicada a la costura y que se niega a explicarle a su hijo cómo conoció al padre de Alfredo.
"EL CONOCIMIENTO ES DOLOROSO"
No obstante, la curiosidad por conocer sus raíces lleva a Alfredo a investigar a una serie de personajes que vivieron en los años 30, la misma época en la que sus padres se conocieron, y a entablar relación con la hija de una de las familias más acomodadas de la ciudad, y ha avisado: "El conocimiento es doloroso" .
Doria ha avisado que todo ello sume al lector en un viaje a los años 30 y 50 y también a través del silencio de la posguerra, la explosión artística de los años 20; el surgimiento del estraperlo, el mundo del periodismo y los ambientes de las orquestas y el cabaret.
En la vertiente periodística, Doria usa al personaje Alejandro Promio, periodista de su novela 'No digas que me conoces', al que pone en interacción con la aviadora y la reportera francesa Tita*na, que entrevistó a Primo de Rivera y Alfonso XIII, y de la que su personaje se enamora.
En la novela, Promio lleva a la famosa periodista a ver el barrio chino barcelonés, y recorren una "Barcelona muy cosmopolita", de orquestas y cabarets.
"El caso Gürtel ha existido siempre, también en la época republicana", ha dicho Doria en relación al estraperlo que también retrata en sus páginas, y que después da paso a una Barcelona de ambiente gótico en torno a las checas --especialmente las checas psicológicas--, instalaciones usadas en la zona republicana durante la Guerra Civil para detener, interrogar y torturar y ejecutar a sospechosos simpatizantes del bando rebelde.
"El descubrimiento que va a hacer Alfredo es que la verdad no termina nunca: que tiene una versión de quién es él y acaba con otra versión", ha avanzado Doria.
"Lo cómodo es quedarse con las verdades que conocemos, pero el conócete a ti mismo te complica la vida", ha agregado el periodista, que considera que, al investigarse a uno mismo, incluso pueden salir cosas de la propia familia que resulten incómodas.
"Mi idea, si hay lectores que se interesan por la novela, es culminar con una tercera novela que tenga un aire de familia y un título común", ha dicho Doria, que ha bromeado con dejar la novelística después de ello.
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