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MADRID, 17 (CHANCE)
Mantener nuestra casa limpia es una tarea que muchas veces se nos antoja más que complicada. Las exigencias del día día hacen que dedicarle tiempo a la limpieza de nuestro hogar sea un reto imposible.
Por ese motivo, las nuevas tecnologías se han convertido en una herramienta ideal para ayudarnos a mantener el orden en nuestra vivienda. Tanto los robots de cocina como los aspiradores son nuestros mejores aliados; es más, el mercado de los robots aspiradores ha crecido muchísimo en los últimos años. Y, ya sea por el ahorro de tiempo que nos supone, por su mayor capacidad de limpieza o por atender a necesidades específicas como mantener la casa perfecta con mascotas.
Entre todas las posibilidades que ofrece el mercado, está una muy accesible para todos los bolsillos. El nuevo Roomba 606 cumple con todas las funciones de un robot aspirador a 249 euros. Su sistema de limpieza de trabaja en tres fases: primero el cepillo para limpiar bordes, especialmente diseñado con un ángulo de 27 grados que llega sin dificultad a los rodapiés y esquinas, acerca la suciedad; después sus dos cepillos centrales multisuperficie trabajan en conjunto para limpiar tanto alfombras como superficies duras; y por último su gran poder de aspiración captura todo el polvo, la suciedad y otros restos.
Además, gracias a su tecnología patentada Dirt Detect, el robot aspirador utiliza avanzados sensores para detectar las partículas más pequeñas, reconoce esas áreas y proporciona limpieza extra, con más pasadas, hasta que el suelo está completamente limpio.
Una serie de ventajas a las que se suman sus solo 9,2 cm de altura, algo que le hace capaz de limpiar debajo de cualquier obstáculo como sofás, camas, o muebles sin ninguna dificultad, además de atravesar cortinas y telas, porque diferencia paredes y objetos duros de los blandos. También, su sistema de navegación iAdapt utiliza un juego de sensores inteligentes que le ayudan a tomar más de 60 decisiones por segundo para adaptarse a las características de cada hogar y evitar obstáculos o desniveles como escaleras. Un compañero perfecto para mantener la suciedad a raya.
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