|
MADRID, 19 (OTR/PRESS)La cúpula directiva de la antigua Caja Madrid no se sentará en el banquillo por la comercialización a miles de clientes de participaciones preferentes. El juez de la Audiencia Nacional que instruye el caso Bankia ha archivado esta pieza separada. Cree que el magistrado que no ha quedado acreditado que se fraguara un plan para engañar a los clientes, ni que se dieran instrucciones a los comerciales para vender este producto a personas inadecuadas a sabiendas, o con una alta probabilidad, de que no iban a recuperar su inversión o parte de ella. En todo caso, Andreu recuerda a los afectados que la vía civil sigue abierta y de hecho, decenas de miles de clientes de Bankia han recuperado todo o gran parte de su inversión.
La venta masiva de participaciones preferentes a particulares y más concretamente a clientes de las cajas de ahorros fue una idea del Banco de España, en un momento de agobio absoluto por la imposibilidad de financiarse en los mercados. Esa fue la gran equivocación. El producto es excesivamente sofisticado, ininteligible para la mayoría de los potenciales clientes, incluso para los comerciales que los colocaban. Nadie con seriedad y rigor de los organismos reguladores y controladores alertó de lo que podría ocurrir ni puso pie en pared. Claro que cómo lo iban a hacer si había sido el propio Bando de España el que lo había permitido y la CNMV miraba para otro lado.
En todo caso, la vía civil sigue ahí para los que se sientan engañados por la mala o nula información recibida a la hora de depositar sus ahorros en ese producto. Y, muy importante, la lección que tanto los reguladores como los bancos como los clientes deberían sacar de este asunto: no ponga sus ahorros en un producto que no entiende y confíe en un asesor que no sea el vendedor, por más que le ofrezca el oro y el moro. Asesorarse por un especialista, como hacemos en otras facetas de nuestra vida, y leer lo que firmamos es elemental para evitar situaciones como las que se han vivido en los últimos años.
|
