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MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El Congreso ha aprobado este miércoles una proposición no de ley en la que reclama velar por los intereses de los pasajeros afectados por las cancelaciones y retrasos de la aerolínea Ryanair para vuelos previstos entre septiembre de 2017 y marzo de 2018.
Así figura en la iniciativa aprobada por la Comisión de Fomento, a iniciativa del PP, y que se ha votado en los mismos términos que la aprobada el pasado mes de octubre en el Senado, donde contó con el respaldo unánime de la Cámara Alta.
En esta ocasión, la proposición no de ley ha salido con el apoyo de PP, PSOE, Ciudadanos, Esquerra Republicana, PNV y Foro Asturias, mientras que Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea y Compromís han optado por abstenerse.
La iniciativa reclama garantizar a las personas afectadas la correcta información de sus derechos y cómo ejercerlos ante la compañía responsable de los posibles incumplimientos, mientras les sea asignado un vuelo alternativo o la compensación correspondiente, y cómo ejercerlos ante la compañía responsable de posibles incumplimientos.
Asimismo, pide velar por la adecuada aplicación de la normativa europea, asegurando la disponibilidad de las vías de actuación legalmente previstas, y la adopción de las medidas previstas en el ordenamiento ante los incumplimientos reconocidos por la propia compañía.
Por otro lado, anima al Gobierno a tramitar el correspondiente expediente informativo abierto a la compañía, en caso de ser pertinente, e impulsar los mecanismos previstos para la protección de los derechos de los usuarios del transporte aéreo previstos en la directiva europea sobre resolución alternativa de litigios en materia de consumo, una vez esta sea traspuesta en proyecto de ley.
Tras las cancelaciones de vuelos por parte de esta compañía, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), dependiente del Ministerio de Fomento, abrió dos expedientes a la compañía irlandesa, uno en septiembre tras el anuncio de cancelación de 2.000 vuelos, y otro tras un nuevo anuncio de nuevas cancelaciones y modificaciones, que afectaban a otros 18.000 conexiones.
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