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MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El destacado opositor venezolano Manuel Rosales ha anunciado este viernes que está dispuesto a jurar el cargo ante la Asamblea Constituyente, si gana las elecciones a la Gobernación de Zulia del 10 de diciembre, por considerar que es "una realidad política" que la oposición debe asumir.
"La Asamblea Constituyente (...) es una realidad política y, si queremos que en Venezuela haya un cambio, debemos asumir esa convocatoria de juramentación", ha dicho en una entrevista concedida a la cadena local Globovisión.
Rosales ha comparado la actual situación con el caso del fallecido presidente Hugo Chávez, que tomó posesión del cargo ante lo que consideraba "una Constitución moribunda" que ese mismo año, 1999, cambió.
El pasado 15 de octubre se celebraron elecciones regionales y la MUD consiguió cinco gobernadores, de los cuales cuatro accedieron a comparecer ante la Asamblea Constituyente y el quinto, el de Zulia, Juan Pablo Guanipa, se negó a hacerlo, por lo que dicha institución declaró vacante el cargo y ordenó repetir los comicios en ese estado.
Ls toma de posesión de los cuatro gobernadores díscolos ante la Asamblea Constituyente ha generado una fuerte polémica en la Mesa de Unidad Democrática (MUD) porque ni la coalición opositora ni la comunidad internacional reconocen esta nueva cámara.
De hecho, los principales partidos de la MUD se han negado a participar en las elecciones municipales que también se celebrarán el 10 de diciembre porque consideran que no hay garantías suficientes para que sea un proceso justo y para que sus alcaldes electos no tengan que rendirse ante la Asamblea Constituyente.
Rosales, de Un Nuevo Tiempo (UNT), ha defendido su candidatura. "Nace del pueblo", ha dicho. UNT ya avanzó que acudiría a la cita con las urnas para "no dejar sola a la colectividad que se niega entregar sus municipios a las garras oficialistas".
Rosales es un símbolo de la oposición venezolana porque se enfrentó como candidato presidencial a Chávez y poco después tuvo que abandonar Venezuela para escapar de la causa judicial iniciada en su contra por las supuestas irregularidades cometidas durante su mandado como gobernador de Zulia (2000-2008).
Tras pasar seis años en el exilio, volvió a Venezuela el 15 de octubre de 2015 y fue detenido nada más aterrizar. Meses después fue liberado, aunque con una inhabilitación para ejercer cargos públicos. El pasado 31 de octubre, se revocó este veto político como medida cautelar, por lo que podría competir el 10 de diciembre.
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