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MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
La Biblioteca Nacional de España (BNE) ha colocado un retrato de Eduardo Mendoza, Premio Cervantes 2016, de la artista Leticia Feduchi, en el Salón Italiano de la BNE, que acoge los retratos de los escritores galardonados con esta distinción, en un acto que ha tenido lugar este jueves 16 de noviembre.
"Al lado del resto de Cervantes", ha comentado la directora de la Biblioteca Nacional, Ana Santos Aramburo, durante el acto de colocación del cuadro, al que fuera premiado el año pasado sobre la localización del lienzo, que se expone ahora junto al de Dámaso Alonso, Premio Cervantes 1978, realizado por Hernán Cortés.
Al acto han acudido el propio Eduardo Mendoza, así como la artista encargada de realizar la obra, Leticia Feduchi, quien también realizó el retrato de Álvaro Mutis, Premio Cervantes 2001, para esta misma colección que se exhibe en la BNE.
La obra es una pintura al óleo con carboncillo sobre madera en la que la artista ha querido dar importancia a la figura y al rostro. "El rostro como tema pictórico es el gran reto de la pintura, no sólo por conseguir el parecido, sino también por transmitir la presencia de la persona y dejar testimonio de la misma", ha explicado Feduchi.
La artista ha reconocido que, siendo "partidaria de la austeridad" ha querido realizar el cuadro "sin excesos", por lo que se presenta a un Eduardo Mendoza, con camisa blanca y americana oscura sentado junto a una mesa llena de libros y papeles y sobre un escenario blanco.
Además, el lienzo es el resultado de la amistad entre la artista y el escritor, quien llamó a Feduchi para realizar un encargo que se finalizó en dos semanas con un total de ocho sesiones. "La marcha del cuadro fue fluida y cómoda. No hubo demasiadas dudas, se puede decir que fue fácil, también gracias a su buena disposición y generosidad", ha señalado la pintora.
Eduardo Mendoza, autor de 'La verdad sobre el caso Savolta', 'La ciudad de los prodigios' o 'Sin noticias de Gurb' fue galardonado con el Premio Cervantes 2016 por "inaugurar una nueva etapa de la narrativa española en la que se devolvió al lector el goce por el relato y el interés por la historia que se cuenta", según el jurado de la pasada edición, que resaltó además "la estela de la tradición cervantina" en la "lengua literaria llena de sutilezas e ironía", del autor.
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