Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas:   Política

Pedro, Susana y el extravío

Rafael Torres
jueves, 23 de febrero de 2017, 08:00 h (CET)
MADRID, 22 (OTR/PRESS) Una cosa es estar perdido, y otra no querer encontrarse. Tal parece ser, esto último, lo que le ocurre al PSOE, que, alargando insensatamente los plazos de las primarias y del congreso, es decir, de su reconstrucción, de su reencuentro, ha terminado haciendo del extravío su "modus vivendi".

Como en los dilatados tiempos de la mal llamada Reconquista, cuando todo era un trajín de razias, golpes de mano, fronteras difusas y bandos intercambiables, Pedro y Susana se atizan el uno en el territorio del otro, el madrileño en Sevilla y la sevillana en Madrid, sin darse cuenta ninguno de los dos de que esas retaguardias del enemigo son, para lo que necesita un partido en la UCI, recuperar el pulso y al electorado, terreno baldío. Un Pedro Sánchez que perdió cuanto, en puridad, un político puede perder, elecciones, investiduras y la confianza del aparato, y una Susana Díaz que ignora que el mundo de Despeñaperros para arriba poco tiene que ver con el de Despeñaperros para abajo, mantienen al partido con las constantes vitales suspendidas mientras la vida, la vida política y la vida en general, rueda imparable.

Alguien tenía que decirlo: ni Pedro ni Susana están llamados a resucitar al Partido Socialista Obrero Español, por mucho que ambos estén convencidos, o quieran convencer a la gente, de que se les reclama a voces para tal menester. Lo que propone Pedro, muy en su línea, es absurdo, pues Podemos ya existe, y construido, además, con los materiales que le birló al PSOE, esos materiales llamados "del cambio" que no resisten, con la aluminosis del ejercicio del poder, el paso del tiempo. Y lo que propone Susana, muy en su línea también, es trasladar al conjunto de España lo que únicamente funciona en Andalucía, una manera de hablar y de hacer o de no hacer las cosas enteramente exóticas, desaclimatadas, fuera de allí.

Curiosamente, el tercero en discordia, Patxi López, es el único que habla de concordia, ese sutil mortero indispensable para construir. Subsumido en el marasmo cainita de las banderías, de los egos proyectados como para descalabrar al que se ponga delante, éste PSOE tumultuario y espectral no se toma muy en serio a Patxi, se supone que por hablar de concordia precisamente. Pero ni Pedro ni Susana parecen estar llamados a encarar un reto que desborda con mucho sus capacidades. Donde brillan ambos, que no en vano fueron en su día tan amigos, no es en la persecución del reencuentro, sino en el "modus vivendi" del extravío.

Noticias relacionadas

Buscan un pagafantas

Sanidad da alas a la picaresca

Mascarillas

Lo particular y lo general

Derroche y contaminación

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris