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MADRID, 24 (OTR/PRESS) Lo peor que tiene la Ley de Igualdad, la que obliga a los partidos a equilibrar a favor de las mujeres sus listas electorales, es que carece de un apartado, muy necesario, donde debería obligar a las formaciones a seleccionar a sus candidatas con los mismos criterios de competencia y experiencia con los que elige a sus candidatos. De esa forma se evitaría que en muchos casos -afortunadamente no todos- se incluyeran a mujeres cuyos únicos méritos son contar con un físico agraciado y ser promocionadas para tan disputados puestos por alguno de los más importantes jefes de sus filas.
De haber nacido hombres, ni Ana Mato ni Cayetana Alvarez de Toledo ocuparían puestos relevantes en la lista del PP por Madrid a las próximas elecciones generales. Eso es algo que no se discute en la sede central del partido, donde se disculpa la presencia de ambas porque la Ley obliga a colocar al menos a dos nombres femeninos en cada grupo de cinco aspirantes a diputados. Pero lo que no se explica es por qué puestos a intercalar a mujeres entre personajes como Manuel Pizarro, Eduardo Zaplana, Cristóbal Montoro o Gabriel Elorriaga se elige a dos mujeres de agradable físico y apariencia pija, una en versión rubia, otra en morena, sin el menor tirón electoral, ambas aterrizadas sucesivamente en las altas esferas de la sede de Génova de la mano de los sucesivos secretarios generales.
Hay muchas mujeres en el PP que ni son monas, o sí, y desde luego nada pijas enormemente preparadas y con demostrado tirón electoral que bien se merecerían ocupar esos puestos representativos de la mujer en ese partido. Trabajan de alcaldesas, diputadas, en sedes electorales. En gobiernos como el de la Comunidad de Madrid, por ejemplo, desempeñan con mucho acierto y con tanta competencia como sus colegas hombres los diferentes puestos de consejeras. Pero los premios gordos de su partido no van a parar a ellas. La manera que tiene el PP de interpretar la Ley de Igualdad es intercalar hombre competente-chica mona-hombre ilustrado-chica pija-hombre con experiencia-chica recién llegada. Y luego se quejan de que las mujeres no les votan.
Curri Valenzuela.
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