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El árbol de los sueños

Curri Valenzuela
sábado, 22 de diciembre de 2007, 15:45 h (CET)
MADRID, 22 (OTR/PRESS) El alcalde de Madrid está siendo criticado por instalar en el parque del Retiro un artilugio al que ha llamado "El arbol de los sueños" y que consiste en una carpa gigante con forma de abeto en el que docenas de miles de madrileños podrán entrar en estos días para expresar sus deseos. Cincuenta mil en total, que escribirán en un papel lo que más quieren conseguir y meterán el recadito en un globo de helio. Los cincuenta mil globos serán soltados al cielo el 6 de enero. Y así terminará una de las atracciones más originales de las miles que la capital de España ofrece a sus ciudadanos y a sus visitantes, que cada vez son más, en estas fiestas.

Las críticas a Gallardón se centran en el precio de este adorno: medio millón de euros por algo que desaparecerá en dos semanas. Muy caro para quienes miden las inversiones por porcentajes de coste a rentabilidad del producto. Muy barato, sin embargo, para los que invertimos las Navidades en soñar deseos, consolidar recuerdos, demostrar cariño, recibir pruebas de afecto. ¿Cómo va a ser caro gastar medio millón de euros en hacer volar por los cielos de Madrid cincuenta mil globos con cincuenta mil deseos de cincuenta mil personas que han guardado cola con mucho frío entre los árboles del Retiro para participar así en lo que tiene de magia la Navidad?

El Ayuntamiento de Madrid, como todos los ayuntamientos, ya se gasta la gran mayoría de su presupuesto anual en limpiar las calles, tratar de regular el tráfico, pagar funcionarios, cuidar jardines, abrir y cerrar zanjas, asistir a ancianos, construir polideportivos y el resto de las funciones propias de una corporación municipal. Cuando llega el momento, también organiza desfiles de Carnaval, procesiones de Semana Santa y verbenas veraniegas. Por las mismas, otra de sus obligaciones es la de alegrar estos días las vidas de sus vecinos. Solo los amargados y los agoreros cuentan kilovatios en lugar de extasiarse paseando bajo las luces de Navidad o calculan en euros cada sueño y cada deseo que todos los ciudadanos de buena voluntad queremos expresar en estas fechas. Así que ¡feliz Navidad! Y ¡felices sueños!

Curri Valenzuela.
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