A veces, haciendo acopio de nuestro complejo de inferioridad, los hispanos nos consideramos inferiores y que no somos capaces de cuidar y vivir las normas tanto naturales cono sociales, y ciertamente no somos los únicos, puesto que en todas partes cuecen habas. Digo esto porque estos días, el día 10, era noticia que la Agencia danesa de Veterinaria y Alimentación realizó 307 visitas a granjas porcinas en 2016. Al menos una de cada 3 explotaciones visitadas, fue sancionada. Estas cifras están en un nivel similar a 2015 y el gobierno danés quiere mejorarlas.

Las deficiencias detectadas más comunes son el acceso limitado a material para hozar y problemas con animales enfermos que no reciben la atención necesaria. Por lo tanto, la administración danesa ha anunciado que en 2018 se llevará a cabo un control especial, que se centrará particularmente en el bienestar animal en las granjas porcinas.

Esto nos indica el nivel de exigencia; en el exquisito cuidado de los animales de renta y en el bienestar animal. Aquí estamos a unos niveles parecidos sino mejores a los daneses. Pienso que es importante consideremos estos aspectos cuando nos quejamos de no saber cómo se cría a los animales ni como se les trata. Hasta se procura que los cerdos tengan materiales para hozar, eso muestra que los animales nos pueden dar productos de gran calidad debido al trato que reciben a los largo de su vida.