El entrenador del Valencia, Marcelino García Toral, agradeció el trato y las muestras de cariño recibidas después de sufrir un accidente de tráfico esta madrugada cuando regresaba a su natal Asturias para pasar unos días con su familia.
El preparador valencianista tuvo un accidente de tráfico en el kilómetro 125 de la carretera de Logroño a Bilbao después de que se le cruzase un jabalí, aunque no sufrió heridas de consideración y fue dado de alta.
En un comunicado publicado por su club, Marcelino quiso "dar las gracias a los médicos y todo el personal del Hospital de San Pedro de Logroño por el trato recibido por él y su familia durante su estancia".
Además, también agradeció "la rapidez y efectividad" de la Guardia Civil de Tráfico, los bomberos de Logroño y al Servicio de Ayuda en Carretera tras su percance y dio las gracias igualmente "a todas las personas que se han interesado por su salud y la de su familia".
El entrenador del Valencia, Marcelino García Toral, agradeció el trato y las muestras de cariño recibidas después de sufrir un accidente de tráfico esta madrugada cuando regresaba a su natal Asturias para pasar unos días con su familia.
El preparador valencianista tuvo un accidente de tráfico en el kilómetro 125 de la carretera de Logroño a Bilbao después de que se le cruzase un jabalí, aunque no sufrió heridas de consideración y fue dado de alta.
En un comunicado publicado por su club, Marcelino quiso "dar las gracias a los médicos y todo el personal del Hospital de San Pedro de Logroño por el trato recibido por él y su familia durante su estancia".
Además, también agradeció "la rapidez y efectividad" de la Guardia Civil de Tráfico, los bomberos de Logroño y al Servicio de Ayuda en Carretera tras su percance y dio las gracias igualmente "a todas las personas que se han interesado por su salud y la de su familia".
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.