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Antes del último sello, la labor a desempeñar es toda nuestra..., aunque tratemos de esquivar responsabilidades

Último sello

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En períodos de bonanza forzamos poco los pensamientos, poseídos por el disfrute, consideramos innecesarios los cambios. Las inquietudes de los momentos críticos obligan a plantear las grandes preguntas. En las catástrofes, desastres económicos, agobios sociales, guerras, enfermedades, la muerte en el horizonte; las sombras modifican las perspectivas. Las tensiones angustiosas abocan a las versiones apocalípticas, que deberían abrirnos la mente para una colaboraciones mejor enfocadas que las actuales; mientras las figuraciones apocalípticas aportadas por caballos, ángeles, trompetas y sellos de cierre, nos orientan hacia el MISTERIO, que bien experimentado tenemos a base de infortunios sin explicación.

Empezamos por el carácter resbaladizo del suelo que pisamos, en sus partes física y psicológica. Por los numerosos enlaces cósmicos, cargado de una serie de realidades imprecisas, pletóricas de efectos moleculares, escurridizas conexiones cuánticas, materiales, con ese gran porcentaje desconocido de materia oscura. Es la compleja armazón que nos sirve de ESCENARIO, con el conjunto de las tramoyas dispuestas. Sin duda, un enredo de proporciones mayísculas, cuyos promotores, funciones y objetivos, apenas atisbamos ocasionalmente. Según se mire, también puede vivirse como una trampa, porque estamos atrapados en sus redes; o bien, disfrutarlas como una oportunidad expresiva; aunque siempre con las incertidumbres muy activas.

La actividad cotidiana de una persona utiliza espacios más recortados, accesibles a sus limitadas capacidades; en ellos, la transmisión de las influencias pasa del abstracto a los efectos concretos. Quizá por eso, surge el empeño individual por el establecimiento de unos LINDEROS delimitadores de su campo de acción, , un tanto efímeros vistas las evoluciones del conjunto. Los espacios acotados van desde el reducido patio de vecindad, de gente poco activa, a las extensiones mayores de los sujetos creativos. El roce con otros reductos será la regla, desde los amistosos a los conflictivos; las variaciones son infinitas. Los forzamientos exteriores modifican esos espacios, con la consiguiente generación de problemas.

El ambiente natural, los elementos esenciales, aire, agua, minerales, plantas, animales; emiten impulsos vitales imprescindibles; son compañeros de aventura para los humanos, a pesar de que en la actualidad estas relaciones sean descuidadas. La NATURALEZA es el núcleo aglutinador de las influencias remotas y la vida en directo, con todas sus implicaciones. Por eso sirve también de enlace sustancial entre los recónditos misterios y la palpable realidad inmediata. Con las amenazas catastróficas de carácter natural o los daños provocados por los humanos, que demuestran la finura del filo en el cual nos desenvolvemos, entre los conocimientos y la ignorancia supina; el escudo de la ignorancia no siempre es real.

Las fuertes sensaciones son potentes motores a través de la historia, el asombro despierta voluntades como nadie, en busca de la superación, aunque con la suficiente ambigüedad de cara a los objetivos finales. Las enormes realidades cósmicas son abrumadoras, apasionan por su constante apertura de horizontes, y con ellos, nuevas incógnitas. Los logros de la técnica aportan soluciones inverosímiles. Y las mentalidades se apuntan a las GRANDEZAS, si bien, sólo algunas mantienen su engranaje genial con los aconteceres externos; la mayoría apenas los ven de lejos, en un campo distante muy proclive a la mediocridad. Las mentalidades ensimismadas, sólo valoradas por sus autores, no pasan de mostrar su enajenación.

Casi surgirán tantas valoraciones como personas estén observando un hecho, una imagen, un suceso, Las PERSPECTIVAS proliferan, con sentido o por capricho. Tenemos en el candelero los avatares promovidos por los independentistas catalanes, un potente foco de atención, cuyo calibre abre los ojos de todo el mundo. El tropel de las versiones, los juicios sectoriales, apenas dejan paso a la valoración personal de mentiras, leyes, sentimientos, cobardías, vanidades y ridículos, participantes en el enredo. La cuestión de las perspectivas múltiples obliga al respeto civilizado…; en una época en la cual el respeto, la Ética y la Moral, fueron lanzadas al aire, en una huída destemplada de los actuantes.

Aunque sólo fuera por la exclusiva existencia humana en este mundo, no digamos si pensamos en algo más, disponemos de 5 puntos de captación ilusionantes, orientados a la extracción de las mejores cualidades de las personas. Radican en las VIBRACIONES que resumo a continuación. Las que surgen desde el trato con los demás, como algo especial que reverbera por encima. El brío y sensaciones del amor, cuya explicación química no parece suficiente. La percepción del verdadero arte, que nos sitúa en los linderos sublimes. El paso de la mediocridad a la excelencia profesional gratificante. Y la comprobación de que el nihilismo no dispone de mejores respuestas. Las vibraciones son superadoras y de disposición general.

En los procedimientos habituales, no nos llevamos bien ni con la sencillez ni con la complejidad. Lo más simple somos capaces de enredarlo hasta no reconocerlos después. En cuanto a lo complejo, no siempre disponemos de la suficiente inteligencia o mecanismos para contarlo; faltando en no pocas ocasiones el esfuerzo o la dedicación, la tenacidad requerida. Al menor descuido, y somos muy propensos a ello, abocamos a las interpretaciones CAÓTICAS de las circunstancias acompañantes; verdadero semillero preocupante para las futuras decisiones.

Al menos resulta chocante, si no penosa, la observación de las dos caras de la hoja de ruta disponible para cada humano. En la cara oculta, todo está ocupado por los enigmas en aumento, el desorden de las circunstancias percibidas y la potencia muy limitada del individuo para modificar ese conjunto. Mientras la versión aparente, mostrada hasta con ALARDES, está plagada de afirmaciones contundentes, intolerancia en los razonamientos, puras ocurrencias sin fundamento, trasegando las escenas habituales.Es la radiante paradoja de una incertidumbre oculta entre un sinfín de ropajes llamativos.

Hasta cuando se destape el último sello, circulamos por LABERINTOS intrincados, cargados de señuelos embriagadores que no consiguen evitar los tropezones. Uno de los peores y muy repetido, lo provocamos a diario cuando, lejos de unas colaboraciones francas para salir del atolladero, añadimos únicamente abusos, mentiras, petulancias, agresividad, desprecios y la desfachatez flagrante como norma de conducta; enredamos con saña los laberintos.

La revelación del evangelista expuesta en el Apocalipsis, después de múltiples peripecias, apunta a un último sello, que no tiene visos de que lo podamos despegar o romper en este mundo. En eso estamos, la clave debe estar aleteando por otros aires. La verdad SOBREVUELA con arrumacos y desplantes, esquiva y tentadora. Sólo emite señales para una posible interpretación, pero sus posibles pescadores acumulan decepciones.

Último sello

Antes del último sello, la labor a desempeñar es toda nuestra..., aunque tratemos de esquivar responsabilidades
Rafael Pérez Ortolá
viernes, 1 de diciembre de 2017, 08:42 h (CET)
En períodos de bonanza forzamos poco los pensamientos, poseídos por el disfrute, consideramos innecesarios los cambios. Las inquietudes de los momentos críticos obligan a plantear las grandes preguntas. En las catástrofes, desastres económicos, agobios sociales, guerras, enfermedades, la muerte en el horizonte; las sombras modifican las perspectivas. Las tensiones angustiosas abocan a las versiones apocalípticas, que deberían abrirnos la mente para una colaboraciones mejor enfocadas que las actuales; mientras las figuraciones apocalípticas aportadas por caballos, ángeles, trompetas y sellos de cierre, nos orientan hacia el MISTERIO, que bien experimentado tenemos a base de infortunios sin explicación.

Empezamos por el carácter resbaladizo del suelo que pisamos, en sus partes física y psicológica. Por los numerosos enlaces cósmicos, cargado de una serie de realidades imprecisas, pletóricas de efectos moleculares, escurridizas conexiones cuánticas, materiales, con ese gran porcentaje desconocido de materia oscura. Es la compleja armazón que nos sirve de ESCENARIO, con el conjunto de las tramoyas dispuestas. Sin duda, un enredo de proporciones mayísculas, cuyos promotores, funciones y objetivos, apenas atisbamos ocasionalmente. Según se mire, también puede vivirse como una trampa, porque estamos atrapados en sus redes; o bien, disfrutarlas como una oportunidad expresiva; aunque siempre con las incertidumbres muy activas.

La actividad cotidiana de una persona utiliza espacios más recortados, accesibles a sus limitadas capacidades; en ellos, la transmisión de las influencias pasa del abstracto a los efectos concretos. Quizá por eso, surge el empeño individual por el establecimiento de unos LINDEROS delimitadores de su campo de acción, , un tanto efímeros vistas las evoluciones del conjunto. Los espacios acotados van desde el reducido patio de vecindad, de gente poco activa, a las extensiones mayores de los sujetos creativos. El roce con otros reductos será la regla, desde los amistosos a los conflictivos; las variaciones son infinitas. Los forzamientos exteriores modifican esos espacios, con la consiguiente generación de problemas.

El ambiente natural, los elementos esenciales, aire, agua, minerales, plantas, animales; emiten impulsos vitales imprescindibles; son compañeros de aventura para los humanos, a pesar de que en la actualidad estas relaciones sean descuidadas. La NATURALEZA es el núcleo aglutinador de las influencias remotas y la vida en directo, con todas sus implicaciones. Por eso sirve también de enlace sustancial entre los recónditos misterios y la palpable realidad inmediata. Con las amenazas catastróficas de carácter natural o los daños provocados por los humanos, que demuestran la finura del filo en el cual nos desenvolvemos, entre los conocimientos y la ignorancia supina; el escudo de la ignorancia no siempre es real.

Las fuertes sensaciones son potentes motores a través de la historia, el asombro despierta voluntades como nadie, en busca de la superación, aunque con la suficiente ambigüedad de cara a los objetivos finales. Las enormes realidades cósmicas son abrumadoras, apasionan por su constante apertura de horizontes, y con ellos, nuevas incógnitas. Los logros de la técnica aportan soluciones inverosímiles. Y las mentalidades se apuntan a las GRANDEZAS, si bien, sólo algunas mantienen su engranaje genial con los aconteceres externos; la mayoría apenas los ven de lejos, en un campo distante muy proclive a la mediocridad. Las mentalidades ensimismadas, sólo valoradas por sus autores, no pasan de mostrar su enajenación.

Casi surgirán tantas valoraciones como personas estén observando un hecho, una imagen, un suceso, Las PERSPECTIVAS proliferan, con sentido o por capricho. Tenemos en el candelero los avatares promovidos por los independentistas catalanes, un potente foco de atención, cuyo calibre abre los ojos de todo el mundo. El tropel de las versiones, los juicios sectoriales, apenas dejan paso a la valoración personal de mentiras, leyes, sentimientos, cobardías, vanidades y ridículos, participantes en el enredo. La cuestión de las perspectivas múltiples obliga al respeto civilizado…; en una época en la cual el respeto, la Ética y la Moral, fueron lanzadas al aire, en una huída destemplada de los actuantes.

Aunque sólo fuera por la exclusiva existencia humana en este mundo, no digamos si pensamos en algo más, disponemos de 5 puntos de captación ilusionantes, orientados a la extracción de las mejores cualidades de las personas. Radican en las VIBRACIONES que resumo a continuación. Las que surgen desde el trato con los demás, como algo especial que reverbera por encima. El brío y sensaciones del amor, cuya explicación química no parece suficiente. La percepción del verdadero arte, que nos sitúa en los linderos sublimes. El paso de la mediocridad a la excelencia profesional gratificante. Y la comprobación de que el nihilismo no dispone de mejores respuestas. Las vibraciones son superadoras y de disposición general.

En los procedimientos habituales, no nos llevamos bien ni con la sencillez ni con la complejidad. Lo más simple somos capaces de enredarlo hasta no reconocerlos después. En cuanto a lo complejo, no siempre disponemos de la suficiente inteligencia o mecanismos para contarlo; faltando en no pocas ocasiones el esfuerzo o la dedicación, la tenacidad requerida. Al menor descuido, y somos muy propensos a ello, abocamos a las interpretaciones CAÓTICAS de las circunstancias acompañantes; verdadero semillero preocupante para las futuras decisiones.

Al menos resulta chocante, si no penosa, la observación de las dos caras de la hoja de ruta disponible para cada humano. En la cara oculta, todo está ocupado por los enigmas en aumento, el desorden de las circunstancias percibidas y la potencia muy limitada del individuo para modificar ese conjunto. Mientras la versión aparente, mostrada hasta con ALARDES, está plagada de afirmaciones contundentes, intolerancia en los razonamientos, puras ocurrencias sin fundamento, trasegando las escenas habituales.Es la radiante paradoja de una incertidumbre oculta entre un sinfín de ropajes llamativos.

Hasta cuando se destape el último sello, circulamos por LABERINTOS intrincados, cargados de señuelos embriagadores que no consiguen evitar los tropezones. Uno de los peores y muy repetido, lo provocamos a diario cuando, lejos de unas colaboraciones francas para salir del atolladero, añadimos únicamente abusos, mentiras, petulancias, agresividad, desprecios y la desfachatez flagrante como norma de conducta; enredamos con saña los laberintos.

La revelación del evangelista expuesta en el Apocalipsis, después de múltiples peripecias, apunta a un último sello, que no tiene visos de que lo podamos despegar o romper en este mundo. En eso estamos, la clave debe estar aleteando por otros aires. La verdad SOBREVUELA con arrumacos y desplantes, esquiva y tentadora. Sólo emite señales para una posible interpretación, pero sus posibles pescadores acumulan decepciones.

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