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El sol quedó noche...
En el poemario “Infamélica” Rolando Revagliatti emplea el desliz irónico, el doblez, el juego del pensamiento que nunca es liso, que se despliega en sus muchas dimensiones y matices para ofrecernos un compendio de la condición humana. Comulgamos de esta forma con una cantidad de perfiles expuestos en determinadas situaciones íntimas y desgajadas.
Como los dedos de la mano, cinco. Norte, sur, oriente, poniente, centro. Perversa, intuitiva o fortuitamente cinco. Cinco poemas de mi autoría sin aparente conexión, solo el lazo de la consecución en lo que va del año. Dosis y dieta, Ingesta, Retiro, Lucerna y Retablo.
Mi corazón se llena de alegría, sabiendo que el buen Dios, Amor inmenso, quisiera ver mi alma, siempre en ascenso, para poder vivir Su cercanía.
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