Inside Deep Throat (Dentro de Garganta Profunda) no es un cómo se hizo, ni un documento sobre el rodaje de una película, ni tampoco un estudio pormenorizado de su valor artístico. De hecho, pocas escenas de la película aparecen tras el excelso trabajo de documentación llevado a cabo por los filmmakers Fenton Bailey y Randi Barbato. En realidad, Dentro de Garganta Profunda es un divertido diario sobre el legado de una de las películas más controvertidas de todos los tiempos, récord de taquilla en los 70, impulsora de la industria del porno y promotora de un mensaje feminista que no sentó nada bien en ciertos sectores de la derecha americana.
Garganta Profunda, por si todavía queda algún despistado que no le haya echado un vistazo, es una película cutre, aburrida y nada destacable, firmada por Gerald Damiano y protagonizada por Linda Lovelace (este nombre probablemente les suene más) allá por 1972. El film no tardó en convertirse en un estandarte de la libertad sexual tan en boga entonces, con mensajes que pregonaban la existencia del orgasmo femenino o las virtudes de la felación por encima del coito, todo con imágenes explícitas de unas prácticas que ahora cualquiera con dos dedos de frente considera normales. A partir de aquí la historia (o histeria) es de sobra conocida, llena de gente escandalizada por una supuesta salida de tono, juicios contra el actor protagonista, apariciones de la mafia, de grandes estrellas que apoyaban la cinta (Hopper, Beatty, Nicholson) y, sobre todo, de un importante desvío en el poso cultural de los americanos, ahora menos dispuestos a regresar al tabú que a iniciar una carrera en el cine para adultos.
El trabajo de Bailey y Barbato es sensacional, divertidísimo, una auténtica masacre contra el conservadurismo y, ante todo, una loa necesaria a un film olvidado por una industria pornográfica preocupada únicamente por el dinero. Y en buena hora, pues desde hace ya unos cuantos años los denominados neocons no nos dejan en paz con su hipocresía y mal aliento. Es la lucha inacabada de la desnudez contra la represión. Yo me quedo con la primera.
Lo Mejor: Una mixtura perfecta de entrevistas, imágenes de archivo, narración en off y banda de sonido.
Lo Peor: En ocasiones parece un documental sobre Linda Lovelace.