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Etiquetas | Gyenes
Amó nuestro país y retrató una España en blanco y negro importándole más la luz que las ideologías

La Biblioteca Nacional abre por primera vez al público el legado fotográfico de Gyenes

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La Biblioteca Nacional de España (BNE) expone a partir de este jueves y hasta el 18 de noviembre la primera exposición en torno a Gyenes, considerado uno de los grandes maestros de la fotografía que documentó con su trabajo la historia de la segunda mitad del siglo XX.

La cámara fotográfica de Juan Gyenes fue testigo de los más importantes acontecimientos políticos, sociales y artísticos de la España de la segunda mitad del siglo XX. El archivo de Gyenes, tal vez el mejor retratista de su época, se conserva en la BNE y la exposición mostrará una selección de su obra con motivo del centenario del nacimiento del fotógrafo.

Unas 150 imágenes descubren no solo al fotógrafo sino también a la persona. La muestra se articula en cinco apartados: sus fotos icónicas, las más famosas; su álbum personal, fotos de su vida; retratismo, los retratos menos conocidos; artes escénicas, las fotos vinculadas a la danza, el teatro y la música; y las rarezas, las fotos que ayudan a explicar su evolución artística y que nunca antes han sido exhibidas.

La muestra ha sido comisariada por Fernando Olmeda, periodista especializado en la figura de Gyenes y autor de su biografía. Cámaras fotográficas, utensilios personales, piezas de colección, medallas y condecoraciones, materiales escritos y audiovisuales completan el repaso a la vida y la obra de un fotógrafo reconocido, pero poco conocido.

Nacido en Hungría, Gyenes amó nuestro país y retrató una España en blanco y negro importándole más la luz que las ideologías. En este sentido, Olmeda deja claro de Gyenes "no fue fotógrafo de cabecera de Franco", como se le ha calificado en ocasiones a raíz del retrato que hizo de él y que se convirtió después en sello oficial. "La elección de aquella foto para convertirla en sello fue casi una casualidad. En los años cincuenta se buscaba una instantánea adecuada del general para cambiar la imagen del Régimen, y encontraron una de Gyenes que les pareció adecuada. Así se convirtió en un sello del que se reprodujeron millones de ejemplares", señala.

El comisario recuerda también que en las distancias cortas Gyenes "mostraba un agradecimiento y una actitud afable que le hizo muy popular en lo que se denominaba en Madrid como mentideros de la Villa".

"Todos le recuerdan como un hombre amable, con un punto de sentido del humor un poco especial, derivado de su manejo del idioma español, porque pensaba en húngaro y hablaba en castellano, lo que generaba situaciones tan divertidas como atractivas", apunta señalado que este maestro, amante de su oficio, "siempre peleó para que la fotografía fuera considerada como arte".

Emblemáticas son también las primeras fotos oficiales que en 1976 realizó de los Reyes de España, una sesión que duró "varias horas", comenta el comisario.

Y de enorme interés, que queda patente en esta exposición, son sus fotografías de teatro y danza. "Conoció a Buero Vallejo, Antonio el bailarín, Lucero Tena, Margot Fonteyn, José Tamayo, a los Luca de Tena... Fotografiaba todos los estrenos, y ha dejado un legado de fotografías maravilloso. Gyenes fue testigo con su cámara de una época magnífica", declara Olmedo.

Por su parte, Irenka Gyenes, hija del fotógrafo, recuerda el amor de su padre por su oficio: "Hizo fotos hasta diez días antes de morir, estuvo trabajando hasta el final, porque tenía muchas ganas de vivir", afirma.

Irenka Gyenes asegura que en cada etapa de su vida su padre era feliz con lo que hacía. "Fue un viajero constante. Menos Rusia, donde dijo que no iría jamás por la invasión soviética de Hungría, se recorrió casi todo el mundo", indica.

Respecto a la fama de hombre serio y autoritario que tenía Gyenes, su hija sólo puede recordar su afecto y su solidaridad. "Era una persona muy afectuosa. Echo mucho de menos su mano, la mano con la que te acariciaba constantemente", asegura

La Biblioteca Nacional abre por primera vez al público el legado fotográfico de Gyenes

Amó nuestro país y retrató una España en blanco y negro importándole más la luz que las ideologías
Redacción
jueves, 13 de septiembre de 2012, 06:54 h (CET)
La Biblioteca Nacional de España (BNE) expone a partir de este jueves y hasta el 18 de noviembre la primera exposición en torno a Gyenes, considerado uno de los grandes maestros de la fotografía que documentó con su trabajo la historia de la segunda mitad del siglo XX.

La cámara fotográfica de Juan Gyenes fue testigo de los más importantes acontecimientos políticos, sociales y artísticos de la España de la segunda mitad del siglo XX. El archivo de Gyenes, tal vez el mejor retratista de su época, se conserva en la BNE y la exposición mostrará una selección de su obra con motivo del centenario del nacimiento del fotógrafo.

Unas 150 imágenes descubren no solo al fotógrafo sino también a la persona. La muestra se articula en cinco apartados: sus fotos icónicas, las más famosas; su álbum personal, fotos de su vida; retratismo, los retratos menos conocidos; artes escénicas, las fotos vinculadas a la danza, el teatro y la música; y las rarezas, las fotos que ayudan a explicar su evolución artística y que nunca antes han sido exhibidas.

La muestra ha sido comisariada por Fernando Olmeda, periodista especializado en la figura de Gyenes y autor de su biografía. Cámaras fotográficas, utensilios personales, piezas de colección, medallas y condecoraciones, materiales escritos y audiovisuales completan el repaso a la vida y la obra de un fotógrafo reconocido, pero poco conocido.

Nacido en Hungría, Gyenes amó nuestro país y retrató una España en blanco y negro importándole más la luz que las ideologías. En este sentido, Olmeda deja claro de Gyenes "no fue fotógrafo de cabecera de Franco", como se le ha calificado en ocasiones a raíz del retrato que hizo de él y que se convirtió después en sello oficial. "La elección de aquella foto para convertirla en sello fue casi una casualidad. En los años cincuenta se buscaba una instantánea adecuada del general para cambiar la imagen del Régimen, y encontraron una de Gyenes que les pareció adecuada. Así se convirtió en un sello del que se reprodujeron millones de ejemplares", señala.

El comisario recuerda también que en las distancias cortas Gyenes "mostraba un agradecimiento y una actitud afable que le hizo muy popular en lo que se denominaba en Madrid como mentideros de la Villa".

"Todos le recuerdan como un hombre amable, con un punto de sentido del humor un poco especial, derivado de su manejo del idioma español, porque pensaba en húngaro y hablaba en castellano, lo que generaba situaciones tan divertidas como atractivas", apunta señalado que este maestro, amante de su oficio, "siempre peleó para que la fotografía fuera considerada como arte".

Emblemáticas son también las primeras fotos oficiales que en 1976 realizó de los Reyes de España, una sesión que duró "varias horas", comenta el comisario.

Y de enorme interés, que queda patente en esta exposición, son sus fotografías de teatro y danza. "Conoció a Buero Vallejo, Antonio el bailarín, Lucero Tena, Margot Fonteyn, José Tamayo, a los Luca de Tena... Fotografiaba todos los estrenos, y ha dejado un legado de fotografías maravilloso. Gyenes fue testigo con su cámara de una época magnífica", declara Olmedo.

Por su parte, Irenka Gyenes, hija del fotógrafo, recuerda el amor de su padre por su oficio: "Hizo fotos hasta diez días antes de morir, estuvo trabajando hasta el final, porque tenía muchas ganas de vivir", afirma.

Irenka Gyenes asegura que en cada etapa de su vida su padre era feliz con lo que hacía. "Fue un viajero constante. Menos Rusia, donde dijo que no iría jamás por la invasión soviética de Hungría, se recorrió casi todo el mundo", indica.

Respecto a la fama de hombre serio y autoritario que tenía Gyenes, su hija sólo puede recordar su afecto y su solidaridad. "Era una persona muy afectuosa. Echo mucho de menos su mano, la mano con la que te acariciaba constantemente", asegura

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