La 1 vuelve a competir en el prime time. Aunque Telecinco se coloca como canal más visto en la media del lunes, la primera cadena pública lidera el horario de máxima audiencia indiscutiblemente.

La producción de Diagonal TV sobre la juventud de Isabel la Católica batió sin lugar a dudas a las demás ofertas de TDT. Su estreno fue visto por 3.529.000 espectadores, lo que supone un 20’1% de share. Deja a su espalda con gran holgura a la segunda opción, ‘La que se avecina’ de Telecinco, que contó con 2.005.000 seguidores y 11’9% de cuota de pantalla, y más aún al tercer puesto, ocupado por ‘Pulseras rojas’, que sólo reunió a 1.830.000 personas con un 10’5%.

Aunque aún continuamos esperando esa serie redonda, con menos decepciones y más encantos, que nos convenza por completo de que en el suelo patrio podemos ponernos a la altura de la producción audiovisual británica, ‘Isabel’ merece una valoración positiva.

Gran parte de su atractivo reside en algunos de sus actores. Michelle Jenner, a pesar de su aspecto frágil, logra que su personaje tome cuerpo y crezca entre sus manos. En parte se lo debe a un guión acertado, que la aleja pronto de la ñoñería y pone en su boca algunas frases verosímiles en una mujer de carácter. Ginés García Millán, como Juan Pacheco, también ofrece una buena interpretación, al igual que Ramón Madaula, casi perfecto en el rol del tutor de los infantes Gonzalo Chacón.

A estos aciertos de reparto se suma un buen argumento, que destaca por dar a conocer al gran público los acontecimientos históricos que rodearon a la futura reina. Sucesos no muy populares pero que urden una interesante intriga en la cual tanto Isabel como su hermano Alfonso veían su seguridad en entredicho, pues suponían una amenaza para la descendencia del rey Enrique y su esposa. Afortunadamente Javier Olivares, director argumental, es historiador, y no comete los garrafales errores del fiasco ‘Toledo’. Unos vestuarios creíbles y, a veces, una fotografía adecuada, nos retratan aceptablemente el siglo XV del turbulento reino de Castilla.

¿La fotografía sólo es adecuada a veces? Sí, se cuenta entre las decepciones. Si David Azcano, director de fotografía, prometía que las luces interiores iban a corresponderse con las naturales de ventanas y velas, nos encontramos con muchos planos iluminados cenitalmente, con una luz neutra de indescifrable procedencia y que aclara en exceso estancias de oscuros castillos medievales. Otra decepción son los decorados, que saltan de verosímiles salas palaciegas a espacios con columnas, arcos y capiteles amorfos, ni siquiera pasables en una producción teatral de bajo presupuesto y, desde luego, nunca en televisión, donde los primeros planos revelan todos los defectos. La falta de grandiosidad de algunas escenas, como la coronación de Isabel, y una banda sonora más bien discreta, socavaron ese deseo que teníamos muchos espectadores de ver por fin una gran serie española, una serie en mayúsculas.

De esta manera el capítulo piloto, algo lento debido a la presentación de personajes, pasa como una correcta ficción, que no llega a cumplir todas sus expectativas, pero que en general puede satisfacernos notablemente. Es además loable que RTVE, a través de su página web, ofreciera contenido “transmedia” para su consumo en ordenador o dispositivos móviles (la denominada “segunda pantalla”). A lo largo del capítulo, además del mapa interactivo y el árbol genealógico de los personajes, se iban explicando curiosidades, como la cánula que se usa para fecundar a la reina o quién fue Don Álvaro de Luna. La página ofrecía también la posibilidad de ver y comentar en directo la serie.

La entrevista previa que TVE realizó al presidente de Gobierno Mariano Rajoy, moderada por María Casado, dejó bien colocada a ‘Isabel’, pues obtuvo un 20’6% de share y reunió a 3.258.000 personas. La 1 unificó así en una sola noche pasado y futuro. Un pasado que inauguró los doscientos años conocidos como el Siglo de Oro español y un futuro que inaugura… en fin, que mejor cierro con el Siglo de Oro.