Una persona con estilo, normalmente se concibe como alguien con capacidad de mantener las formas y la vestimenta adecuada según la ocasión. El valor añadido reside en la afluencia de personas con un estilo que, por alguna razón, llama poderosamente la atención y se convierten en iconos y en espejos donde la mayoría trata de reflejarse. ¿La soberanía del estilo es cíclica como la moda?
Durante la era dorada de las grandes Top Model, la búsqueda del estilo iba enlazada a la belleza única, aquella de la que sólo gozan los más privilegiados. Naomi Campell, Claudia Schiffer o Cindy Crawford eran admiradas como diosas terrenales del estilo y la belleza y el poder aspirar a ser como ellas era inalcanzable.
Con la estrellas de cine ocurría algo similar, aunque sus actrices eran admiradas no tenían ese estatus de “semidiosas”. La retroalimentación entre cine y moda siempre ha vivido sus grandes momentos especialmente con películas como Desayuno con Diamantes, Con faldas y a lo loco o Grease. El claro ejemplo está en la gran cantidad de personas que acudían a los centros de estética para imitar el estilo de sus estrellas de cine favoritas.
La revolución del nuevo milenio ha supuesto una tendencia a ser más práctico, dejando las deidades sólo para ser adoradas, no como fuente de inspiración. Por eso la fuente del estilo reside en personas con las que uno puede identificarse, que salen a hacer la compra, a pasear a su perro y se van de vacaciones a la playa. La nueva percepción del estilo le da más importancia al atuendo en estos momentos cotidianos que en fiestas y eventos.
El término It girl nació en los años 20 cuando el novelista inglés Elinor Glyn lo utilizó para referirse a una mujer joven, atractiva y con fuerte magnetismo. El concepto ha evolucionado y ahora estas It suelen ser personas más o menos conocidas que van desde famosas actrices de series como Blake Lively, productos televisivos como Olivia Palermo o incluso personajes de la realeza como Carlotta Casiraghi.
La mayor parte de las Bloggers no son personas conocidas socialmente, pero su popularidad ha crecido en los últimos años gracias a la proliferación de blogs y a la facilidad de difusión por la red. Muestran su estilo mediante prendas y conjuntos accesibles a todo el mundo y adecuados al día a día. Para que así, la eterna pregunta de ¿qué me pongo?, no se convierta en una odisea. Los seguidores de estos blogs están predispuestos a tomar sus consejos porque las ven casi como una amiga.
Las marcas se han hecho eco de esta evolución, escogiendo a It girls para sus campañas promocionales y asociándose con Bloggers para que escriban y muestren prendas de la firma en sus blogs. Un uso muy habitual en la actualidad es realizar eventos y jornadas invitando a Bloggers, de esta forma se asegura una gran cobertura del acto.