Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Antes muerto que en silencio
Todo el mundo veía como pintaba, y nadie le decía nada. Ni el cura

Ecce Homo Nacional

|

Lo he intentado pero al final me han derrotado las circunstancias. No está bien reírse de lo ocurrido en Borja con la actuación estelar de la octogenaria Cecilia Giménez y la aplicación del surrealismo a un Ecce Homo pintado en la pared de la parroquia. Pero no he podido evitarlo, uniéndome al choteo internacional generado. Un cachondeo animado desde la patria, cómo no, con las manipulaciones del engendro, poniéndole el rostro de Paquirrín (cualquiera diría que ha posado para el retrato), el “cuñao”, Falete o el mismo Presidente del Gobierno. No hay trabajo ni dinero, pero a diversión no nos gana nadie, qué no se diga. Vamos, resumiendo, un buen rato inicial de entretenimiento que sin embargo, y tras meditar un poco, en mi mente enferma se ha transformado, sin quererlo ni desearlo, en una sensación de tristeza mayúscula.

España es así. O, mejor dicho, España está así. Igual que la pintura mural destrozada. Lleva la tira de tiempo cayéndose a pedazos, desfigurándose sin remedio su rostro y vestimentas. Hete aquí que para lavarle la cara, alguien que no sirve para el tema le va pegando brochazos, por aquí y por allá. Un poco en la túnica, para que recupere el color, cuatro pinceladas que disimulen el deterioro, y parece que la cosa va teniendo un pase. Una ingente colección de parches aplicados por gente sin preparación.

Un buen día, visto que la descomposición amenaza con provocar la desaparición absoluta, el inepto ejecutante se atreve a definir expresión y cara. Y allá que se mete, con cuatro rotuladores y un bote de tempera de los chinos. Como no sabe lo que tiene entre manos, cada toque de su arte añadido por su mano a la pintura original va convirtiendo la misma en un garabato informe e irreconocible. El resultado de tamaña osadía, para echarse a llorar. Lo que en su origen era una imagen, más o menos decente, es ahora un esperpento innombrable.

Eso es lo que nos ha ocurrido en este país. Aficionados, gente sin valía ni formación, en lugar de restaurar en profundidad el Estado, se han dedicado a tapar agujeros de aquella manera. Cuando España empezaba a derrumbarse, la recuperación de la misma cayó en manos del más inútil que había, un líder iluminado que esbozó las líneas de esta estupenda faena de aliño que tan catastróficamente están rematando los que ahora nos gobiernan.

Tal y como se hacen las cosas, seguro que los que arreglen el desaguisado, si es que pueden (cosa que dudo), van a dejar el nuevo Ecce Homo nacional como presumiblemente quedará el de la pared de la iglesia zaragozana,  con la cara del hijo de la Pantoja. No tendrá ningún parecido con el original, pero menos dará una piedra. Qué pena.

Ecce Homo Nacional

Todo el mundo veía como pintaba, y nadie le decía nada. Ni el cura
Tomás Salinas
viernes, 24 de agosto de 2012, 07:10 h (CET)
Lo he intentado pero al final me han derrotado las circunstancias. No está bien reírse de lo ocurrido en Borja con la actuación estelar de la octogenaria Cecilia Giménez y la aplicación del surrealismo a un Ecce Homo pintado en la pared de la parroquia. Pero no he podido evitarlo, uniéndome al choteo internacional generado. Un cachondeo animado desde la patria, cómo no, con las manipulaciones del engendro, poniéndole el rostro de Paquirrín (cualquiera diría que ha posado para el retrato), el “cuñao”, Falete o el mismo Presidente del Gobierno. No hay trabajo ni dinero, pero a diversión no nos gana nadie, qué no se diga. Vamos, resumiendo, un buen rato inicial de entretenimiento que sin embargo, y tras meditar un poco, en mi mente enferma se ha transformado, sin quererlo ni desearlo, en una sensación de tristeza mayúscula.

España es así. O, mejor dicho, España está así. Igual que la pintura mural destrozada. Lleva la tira de tiempo cayéndose a pedazos, desfigurándose sin remedio su rostro y vestimentas. Hete aquí que para lavarle la cara, alguien que no sirve para el tema le va pegando brochazos, por aquí y por allá. Un poco en la túnica, para que recupere el color, cuatro pinceladas que disimulen el deterioro, y parece que la cosa va teniendo un pase. Una ingente colección de parches aplicados por gente sin preparación.

Un buen día, visto que la descomposición amenaza con provocar la desaparición absoluta, el inepto ejecutante se atreve a definir expresión y cara. Y allá que se mete, con cuatro rotuladores y un bote de tempera de los chinos. Como no sabe lo que tiene entre manos, cada toque de su arte añadido por su mano a la pintura original va convirtiendo la misma en un garabato informe e irreconocible. El resultado de tamaña osadía, para echarse a llorar. Lo que en su origen era una imagen, más o menos decente, es ahora un esperpento innombrable.

Eso es lo que nos ha ocurrido en este país. Aficionados, gente sin valía ni formación, en lugar de restaurar en profundidad el Estado, se han dedicado a tapar agujeros de aquella manera. Cuando España empezaba a derrumbarse, la recuperación de la misma cayó en manos del más inútil que había, un líder iluminado que esbozó las líneas de esta estupenda faena de aliño que tan catastróficamente están rematando los que ahora nos gobiernan.

Tal y como se hacen las cosas, seguro que los que arreglen el desaguisado, si es que pueden (cosa que dudo), van a dejar el nuevo Ecce Homo nacional como presumiblemente quedará el de la pared de la iglesia zaragozana,  con la cara del hijo de la Pantoja. No tendrá ningún parecido con el original, pero menos dará una piedra. Qué pena.

Noticias relacionadas

La libertad de expresión es un derecho fundamental que abarca las libertades de opinión, información y prensa, es esencial para ejercer otros derechos humanos y participar activamente en una sociedad libre y democrática, pero lo mismo en España que toda Europa, este derecho se enfrenta a desafíos y tensiones debido a la censura y a las restricciones.

Tras conocer por la prensa que un juzgado ha abierto diligencias de investigación por una denuncia contra su esposa, el presidente del Gobierno ha publicado una carta abierta dirigida a la ciudadanía en el antiguo Twitter, en la que afirma que: "Vive con impotencia el fango que se esparce sobre su mujer", y se pregunta si debe continuar o renunciar, motivo por el cual cancela su agenda, y se da de plazo hasta el próximo lunes, para meditar su futuro.

Pedro Sánchez habría dado por amortizada la actual legislatura y, con un golpe de efecto, anunciará presumiblemente el 29 de abril el adelanto de las Elecciones Generales para el próximo otoño, con la esperanza de renacer cual Ave Fénix y obtener unos resultados que le permitan conformar un Gobierno en solitario tras fagocitar los restos del naufragio de la efímera candidatura unitaria de izquierdas Sumar y con apoyos externos de los grupos nacionalistas periféricos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto