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De han presentado en los últimos años evidencias de que la proteína C ejerce importantes funciones citoprotectoras independientemente de su actividad anticoagulante

La proteína C, más que un anticoagulante natural

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La vía de la proteína C no solo ejerce una función anticoagulante “que es esencial para mantener la integridad del vaso sanguíneo, sino que también puede ejercer funciones citoprotectoras, fundamentalmente en situaciones con alto componente inflamatorio o de destrucción de la barrera hematoencefálica”, así lo ha manifestado el Dr. Francisco España Furió, del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe-Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia durante XVI Lección Conmemorativa Ricardo Castillo-Antonio López Borrasca, que ha tenido lugar en el marco del LIX Congreso Nacional de la SEHH y XXXIII Congreso Nacional de la SETH celebrado en Málaga. Estudios in vitro y en modelos animales han demostrado “que la proteína C activada puede ejercer funciones antiinflamatorias, antiapoptóticas, de protección de la barrera endotelial y neuroprotectoras”, ha afirmado.

Así, la APC “reduce el daño orgánico en modelos animales de sepsis, daño isquémico y daño endotelial”. Además, ha asegurado que “exhibe efectos neuroprotectores en un modelo de ictus, tras restaurarse el flujo sanguíneo cerebral, reduciéndose el volumen del infarto cerebral, y protege a las neuronas en un modelo de daño citotóxico. También presenta actividad antiapoptótica en células endoteliales humanas”.

En la evolución de la vía anticoagulante de la proteína C, el Dr. España ha explicado como hasta hace poco solo se conocía la función esencial que ejerce esta vía como anticoagulante natural. “De hecho, un déficit heterocigoto de proteína C aumenta unas 10 veces el riesgo de tromboembolismo venoso y los recién nacidos homocigotos (niveles menores del 1%) experimentan trombosis masivas, coagulación intravascular diseminada y fallecen si no reciben tratamiento adecuado”.

Tal como ha indicado el Dr. España, la vía de la proteína C es un mecanismo anticoagulante natural esencial para la regulación de la coagulación sanguínea. Por eso, en la investigación se ha querido abordar temas más desconocidos sobre el impacto de dicha proteína. “En los últimos años se han presentado evidencias que parecen demostrar que la vía de la proteína C ejerce importantes funciones citoprotectoras independientemente de su actividad anticoagulante, por lo que buena parte de la ponencia se centra en resultados, aún no publicados, pero muy prometedores en relación con nuevos fármacos relacionados con esta vía”.

En cuanto a una aplicación más práctica sobre esta nueva línea de investigación, el Dr. España ha comentado que hay ensayos clínicos nuevos muy avanzados enfocados en la protección neuronal y a los procesos inflamatorios. “El tratamiento de enfermedades tales como sepsis, ictus, malaria, artritis, inflamación intestinal o enfermedad de Alzheimer pueden verse en un futuro próximo muy beneficiados con el desarrollo de nuevos fármacos cuyo mecanismo de acción sea la vía de la proteína C”.

El Dr. España ha hecho referencia a las nuevas líneas de investigación de la proteína C y el futuro más prometedor. “La idea es que estas variantes de la proteína C activada serán más seguras al no tener efectos hemorrágicos y mantener su función citoprotectora, con lo que se podría incluso aumentar la concentración de la proteína C activada utilizada sin riesgo de hemorragias”, ha concluido.

La proteína C, más que un anticoagulante natural

De han presentado en los últimos años evidencias de que la proteína C ejerce importantes funciones citoprotectoras independientemente de su actividad anticoagulante
Francisco Acedo
lunes, 30 de octubre de 2017, 06:30 h (CET)
La vía de la proteína C no solo ejerce una función anticoagulante “que es esencial para mantener la integridad del vaso sanguíneo, sino que también puede ejercer funciones citoprotectoras, fundamentalmente en situaciones con alto componente inflamatorio o de destrucción de la barrera hematoencefálica”, así lo ha manifestado el Dr. Francisco España Furió, del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe-Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia durante XVI Lección Conmemorativa Ricardo Castillo-Antonio López Borrasca, que ha tenido lugar en el marco del LIX Congreso Nacional de la SEHH y XXXIII Congreso Nacional de la SETH celebrado en Málaga. Estudios in vitro y en modelos animales han demostrado “que la proteína C activada puede ejercer funciones antiinflamatorias, antiapoptóticas, de protección de la barrera endotelial y neuroprotectoras”, ha afirmado.

Así, la APC “reduce el daño orgánico en modelos animales de sepsis, daño isquémico y daño endotelial”. Además, ha asegurado que “exhibe efectos neuroprotectores en un modelo de ictus, tras restaurarse el flujo sanguíneo cerebral, reduciéndose el volumen del infarto cerebral, y protege a las neuronas en un modelo de daño citotóxico. También presenta actividad antiapoptótica en células endoteliales humanas”.

En la evolución de la vía anticoagulante de la proteína C, el Dr. España ha explicado como hasta hace poco solo se conocía la función esencial que ejerce esta vía como anticoagulante natural. “De hecho, un déficit heterocigoto de proteína C aumenta unas 10 veces el riesgo de tromboembolismo venoso y los recién nacidos homocigotos (niveles menores del 1%) experimentan trombosis masivas, coagulación intravascular diseminada y fallecen si no reciben tratamiento adecuado”.

Tal como ha indicado el Dr. España, la vía de la proteína C es un mecanismo anticoagulante natural esencial para la regulación de la coagulación sanguínea. Por eso, en la investigación se ha querido abordar temas más desconocidos sobre el impacto de dicha proteína. “En los últimos años se han presentado evidencias que parecen demostrar que la vía de la proteína C ejerce importantes funciones citoprotectoras independientemente de su actividad anticoagulante, por lo que buena parte de la ponencia se centra en resultados, aún no publicados, pero muy prometedores en relación con nuevos fármacos relacionados con esta vía”.

En cuanto a una aplicación más práctica sobre esta nueva línea de investigación, el Dr. España ha comentado que hay ensayos clínicos nuevos muy avanzados enfocados en la protección neuronal y a los procesos inflamatorios. “El tratamiento de enfermedades tales como sepsis, ictus, malaria, artritis, inflamación intestinal o enfermedad de Alzheimer pueden verse en un futuro próximo muy beneficiados con el desarrollo de nuevos fármacos cuyo mecanismo de acción sea la vía de la proteína C”.

El Dr. España ha hecho referencia a las nuevas líneas de investigación de la proteína C y el futuro más prometedor. “La idea es que estas variantes de la proteína C activada serán más seguras al no tener efectos hemorrágicos y mantener su función citoprotectora, con lo que se podría incluso aumentar la concentración de la proteína C activada utilizada sin riesgo de hemorragias”, ha concluido.

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