España cierra en agosto, de todos es sabido. Y la televisión no es una excepción. Pero Telecinco lleva dos años consecutivos estrenando interesante ficción propia en verano. Si el año pasado fue ‘Punta Escarlata’ en clave de thriller sobrenatural, en 2012 toca ‘Frágiles’, un emotivo drama.

La noche del jueves 2 de agosto Telecinco retrasó el inicio de su nueva serie, ‘Frágiles’, para evitar competir con el baloncesto olímpico de La 1, que terminó líder del prime time con 2.600.000 espectadores (21’4% de share). Después, fue la ficción de Isla Producciones la que se llevó el primer puesto durante su franja: 1.928.000 personas siguieron el primer capítulo titulado ‘La mano de Dani’ (14’2%) y 1.447.000 el segundo (‘Huesos de cristal’, 17’5%).

Queda lejos de ser el mejor arranque de una serie en lo que llevamos de año, pero estimando la temporada estival en la que nos encontramos, hay que despedirse de sacar conclusiones contundentes de los audímetros. La audiencia respondió bien ante un drama en el cual se entrecruzan distintas historias unidas por un nexo común: la consulta de Dani, un fisioterapeuta con dotes de psicólogo. Él vive una dramática situación personal pero, a pesar de ello, trata de ayudar a cada uno de los pacientes que caen en sus manos (esto último literalmente).

El argumento recuerda sobremanera una serie ya producida por Isla Producciones, ‘La pecera de Eva’. Eva, que también ha pasado por una experiencia vital extrema, es la psicóloga que atiende a jóvenes con problemas que van desfilando por su gabinete. Ya estamos acostumbrados a que las productoras repitan esquemas en sus obras para minimizar el riesgo y apostar por argumentos y estrategias que les han dado buen resultado entre el público y, sobre todo, ante los compradores de contenidos (las cadenas de televisión). Pero la falta de originalidad no implica mala calidad. El resultado ahora es una más que aceptable producción dramática, con destellos de buen humor y, por encima de todo, sentimientos a flor de piel.

Para ello es necesario un buen trabajo actoral. En este sentido destacan el dúo formado por Luisa Martín (Dolores) y Ruth Núñez (Lola), madre e hija en la ficción, en unos papeles complicados pero muy agradecidos, con síndrome de Asperger de por medio. Santi Millán como absoluto protagonista cumple con las expectativas que promete, si bien es cierto que la densidad de chistes fáciles y los monólogos reflexivos que los guionistas ponen en sus labios pueden saturar en alguna secuencia, lo cual daña su personaje en el resultado final. El resto de actores desempeñan su función correctamente. Gracias a ello puedes seguir las distintas historias, algunas episódicas (con magníficas intervenciones, como Blanca Portillo) y otras seriales, con bastante interés. Y es que lo que sí persiguen y consiguen varias veces los guionistas es emocionar. Sí, a base de lugares comunes sobre el amor (el amor materno, el amor enfermizo, el amor adúltero…) pero que funcionan.

La primera temporada cuenta con ocho capítulos, de los cuales se pudieron ver dos en su debut y que ya están online en el portal de Telecinco mitele.es. Aún quedan otros seis. Una buena opción para espectadores en búsqueda de buenos sentimientos en medio del calor de agosto.