Con cierta frecuencia participo de los servicios religiosos de una parroquia de mi ciudad. Noto que en los días que se produce algún hecho relacionado con la situación de Cataluña, el párroco toma partido, al acabar los actos litúrgicos, siempre favorables a las posturas nacionalista. En mi opinión y en la de algunos otros filigreses, estas posturas, nos parecen importunas y fuera de lugar y contesto. Por ello, creemos que sería conveniente recordar alguna cosa sobre lo que han dichos los obispos al respecto.
Recuerdo que los obispos españoles, en un comunicado en el que hacen una llamada a la oración para que los gobernantes se rijan “por la sensatez y el deseo de ser justos y fraternos”, recuerdan lo que ya dijeron en un momento crítico pasado de la convivencia democrática. Es necesario, insisten los obispos, “recuperar la conciencia ciudadana y la confianza en las instituciones. Todo ello, apuntan, “desde el respeto de los cauces y principios que el pueblo ha sancionado en la Constitución”. Sería muy conveniente que los sacerdotes, en este caso los de Cataluña tuvieran muy en cuenta que su misión somos todos y especialmente todos los católicos.