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Todavía hoy es imposible no sentir esa emoción desbordada que estremece el cuerpo entero. Si alguien necesita razones para justificar la existencia de la televisión, una de ellas sería obligatoriamente la magia de Nadia Comaneci. Tocando la perfección en asimétricas o flotando en suelo de esquina a esquina, Nadia consiguió transformar años de duro trabajo en un regalo impagable para millones de espectadores. Nueve medallas olímpicas, cinco de ellas de oro, en un ciclo de recuerdo imborrable para el deporte mundial. A dos días para comenzar la fiesta en Londres os traemos, en exclusiva, a una de las más grandes leyendas olímpicas de todos los tiempos.

Montreal 1976. En menos de un minuto irrepetible (vídeo), el primer diez en la historia de los Juegos. ¿Qué significó para una niña de tan solo 14 años?

Cuando terminé mi ejercicio de barras asimétricas, sabía que lo había hecho bien, pero también que lo había hecho mejor en alguna de mis prácticas. Hubo un retraso a la hora de poner la puntuación, pero apenas me di cuenta porque estaba preparándome para el siguiente aparato, la barra de equilibrio. Después, un resultado de 1.0 apareció en el marcador, y escuché al comentarista decir “¡es un 10!”. El público se volvió loco, así que regresé a la pista para saludarles. Pero no era el momento para celebrar demasiado, ya que todavía tenía que hacer más ejercicios. No tenía ni idea de que era la primera puntuación perfecta en la historia olímpica. Por supuesto, ese momento en Montreal cambió mi vida para siempre. Me impresiona ver como la gente todavía me dice donde estuvo cuando conseguí ese primer ’Perfect 10’, hace ya treinta y seis años.

Fue el punto más alto en una trayectoria impecable. ¿Cómo recuerda los primeros pasos?

Cuando comencé a practicar gimnasia con seis años, era solo un juego. Me encantaba aprender nuevos trucos y estar rodeada por un montón de chicas que también amaban este deporte. Mi talento para la gimnasia tardó todavía en aparecer, pero aunque el trabajo se puso difícil, no perdí nunca la pasión por el gran reto que me ofrecía. No solo ponía en forma mi habilidad física, sino también la mental.


"Es muy difícil el momento en que tu carrera deportiva se acaba, cuando necesitas decir adiós y avanzar hacia los próximos capítulos de tu vida"


¿Nunca le superó el gran sacrificio que exige este deporte?

Estoy segura de que hubo días donde parecía demasiado difícil, donde me preguntaba qué estaba haciendo. Pero nunca dudé que la gimnasia era lo apropiado para mí, aunque también practiqué muchos otros deportes por diversión.

Eternamente unida a los Juegos (london2012.com)

Comaneci y perfección son dos palabras que aparecen habitualmente de la mano. ¿Alguna receta milagrosa?

No sé si la perfección existe, pero la búsqueda por encontrarla es realmente increíble. Te exige mucho esfuerzo, trabajar tan duro como puedas a través de un montón de problemas y dificultades para conseguir una oportunidad, un momento especial donde alcanzarla. He sido muy afortunada, ¡porque el jurado dijo que lo había conseguido!

Por desgracia, no todo fue perfecto. ¿Qué impacto tuvo el entorno político en su carrera?

Era tan joven que las cuestiones políticas respecto a lo que había hecho nunca me afectaron. Era, y todavía soy, una atleta que intenta estar fuera del ruedo político.

Llegó a leyenda del deporte antes incluso de abandonar la adolescencia. ¿Cómo se afronta una retirada con apenas veinte años?

Es muy difícil el momento en que tu carrera deportiva se acaba, cuando necesitas decir adiós y avanzar hacia los próximos capítulos de tu vida. Tengo suerte por ser una persona que raramente mira hacia atrás, por lo que cuando me retiré comencé a pensar hacia donde debería ir mi vida en ese momento. De todas formas, siempre supe que estaría cerca de la gimnasia.


"Una calificación sobre diez es la mejor forma de juzgar en gimnasia"


'Nadia' viene de la palabra rusa nadiejda, esperanza, estado que ha intentado difundir a través de numerosos proyectos sociales en los últimos años. ¿En qué ocupa actualmente su tiempo?

Ahora invierto la mayor parte en tres áreas diferentes. Servicios benéficos, trabajo de empresa y criando a mi precioso niño de seis años, Dylan. Tengo mi propia fundación en Rumanía, muy activa en el apoyo a los niños, y dedico mucho tiempo a los Juegos Paralímpicos, la Fundación Laureus ‘Sport for good’ y a trabajar junto a mi marido, Bart Conner, con su fundación estadounidense ‘Bart Conner Educational Programs’. Estamos trabajando en un nuevo programa para personas con autismo, llamado ‘Autism Moves’, basado en la gimnasia.

Uno de estos actos benéficos le trajo a la Caja Mágica madrileña recientemente. Como parte involucrada en la candidatura de Chicago 2016, y por tanto familiarizada con el proceso, ¿cómo ve las opciones de Madrid para 2020?

No estoy en situación de juzgar si Madrid está o no preparada para acoger los Juegos de 2020, pero sí sé que es una ciudad fascinante, con un montón de energía invertida en el deporte, y que harían un fantástico trabajo si finalmente consiguieran hacerse con la organización.

Por cierto, ¿qué le pareció la polémica pista azul?

Visualmente me encantó. Sin embargo, como atleta, sé que muchas veces odiamos cualquier cambio en nuestra disciplina. Pero estoy segura de que los jugadores se hubieran adaptado.

Las modificaciones del sistema de puntuación en gimnasia tampoco ha contentado a todo el mundo. ¿Cómo se podría hacer más comprensible para el público?

Mantengo firme mi postura de que una calificación sobre diez es la mejor forma de juzgar en gimnasia. El diez como ejercicio perfecto, y de esta manera el público puede entender hasta cuanto se ha acercado cada gimnasta. Algo mucho más sencillo que el actual código, demasiado complejo para la gente.

¿Qué espera encontrar en Londres? ¿Hay vida más allá de chinos y americanos?

Londres debería ofrecernos una bonita competición, no solo con Estados Unidos y China, porque Rusia y Rumanía han vuelto a un nivel muy alto y podrán luchar por muchas medallas. ¡Va a ser muy emocionante!