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La hora 0, según el desarrollo de los acontecimientos que se están verificando, pudiera ser real

A 6 meses del Fin del Mundo

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Fue en Wilton Windmill donde apareció un día de mayo de 2010 un agrograma que, además de la Ecuación de Euler, contenía una cuenta atrás -3, 2, 1…-, la cual concluía, pretendidamente, el afamado 21 de diciembre de 2012 en que convergen profecías de toda índole, especialmente las del calendario maya. Mismo agrograma que, curiosamente, se repitió unos meses después en las costas de Yemen, frente a las cuales las marinas de prácticamente todo el mundo estaban concentradas, decían ellas que para luchar contra los temibles piratas somalíes, siendo éstas tan precavidas contra tan terribles enemigos (estaban dotados de pateras) que, por si acaso, se han provisto de ingente cantidad de submarinos nucleares, cazabombarderos de largo alcance, aviones invisibles y hasta se han preparado para la guerra electrónica.

Siempre he manifestado mis serias dudas sobre que la cosa ésta de los agrogramas o crop-circles no sean sino un juego de ciertas potencias… o una especie de secta tecnificada que encripta mensajes tanto para desorientar a ciertos investigadores como para coordinar a secuaces de distintos lugares. Más allá de todas estas disquisiciones, y considerando los mensajes encriptados únicamente como una aséptica fuente de información a secas, en ambos casos hallamos la Ecuación de Euler y la Fibonacci superpuestas, cuestión que tiene que ver con realidades supersimétricas o, dicho en palabras más simples, con la apertura de un agujero de gusano o portal espacio-temporal, definido por la ciencia como agujero blanco o Puente de Einstein-Rossen. Una especie de comunicación directa o puerta de unión entre universos paralelos, en fin. Cosa  a ser tenida en cuenta porque para esa apertura, coincidente con la transformación que está experimentado el ADN y los mismos cuerpos cósmicos que tenemos a nuestro alrededor (miren la luna hoy mismo, por ejemplo), se completará cuando alcancemos los 13 hz de valor en las Resonancias Schumann (cifra que ya estamos alcanzando), o dentro de unos cinco meses y medio, si es que la teoría es correcta.

Estas ecuaciones, curiosamente, describen no un viaje de aproximación a ese momento específico no lineal, sino en forma de  espiral áurea o espiral de Fibonacci, de modo que es como si el tiempo y los acontecimientos se precipitaran. Sin tomar en cuenta el origen de esos agrogramas explicativos o predictivos, parece que tiene mucho que ver que todas las potencias se lo hubieran tomado lo bastante en serio como para que mantengan en aquel rincón de globo buena parte de las naves de guerra del planeta, incluso en estos días en que no se verifican secuestros por parte de aquellos terribles piratas somalíes. Muchos dirán que es por la cosa de Irán, previniendo un ataque masivo a sus instalaciones supuestamente nucleares, y tal vez su razón no les falte; pero allí están también, además de israelíes y norteamericanos (y sus satélites, como España), están los chinos, rusos, indostaníes, coreanos, jamponeses y de otras tres docenas de países que no parece que tengan mucho que ver con el ese totum-revolutum que piensan liar..

Desde luego, no se puede negar la situación en Oriente Medio se está calentando por días, y todo pudiera ser que se le pierda el control en cualquier momento y entre todos funden en aquellos lares Pandemonium. No sólo se promueve y empuja con el mayor descaro la guerra civil en Siria, antesala de Irán y proféticamente la llave del Armagedón, sino que ya se la acusa de disponer de armas químicas y de pretender usarlas contra su pueblo (¿les suena la música y la letra como si ya la hubieran escuchado… en lo de Iraq, sin ir más lejos?), cosa que hace presagiar que en cualquier instante van a liar la de Dios es Cristo, arrastrando en ese fenomenal enjuague a Irán, Rusia, China y a la santa madre del misterio, en una confrontación de creo yo muy ciertas y terribles consecuencias. Algo, por otra parte, a lo que se suma la reciente iniciativa del propio líder espiritual iraní, el ayatolá Alí Jamenei, Presidente de Irán, quien ha repartido entre sus tropas en estos días un folleto intitulado "Los últimos 6 meses", informándoles de que queda ese máximo de tiempo para la llegada del Madhi, el cual les conducirá a la guerra y al Fin del Mundo, de modo que deben estar preparados tanto para lo uno como para lo otro. Vamos, que según esto la cosa está cantada y que ya no lo puede evitar sino, nunca mejor dicho, el mismo Dios. Algo así como si estuviera escrito. Uno, claro, no siempre puede dar crédito a ciertas noticias que se difunden en Occidente, porque ya sabemos cómo funcionan los alertadores mundiales de las armas de destrucción masiva y todo eso; pero, en fin, ¿qué más da quién lance el primer misil, si a ése le van a seguir miles de ellos en todas las direcciones posibles a las grandes ciudades del mundo?... No es quién lanza la primera piedra lo que cuenta, sino la drea generalizada que viene a continuación.

¿Y qué tiene que ver una cosa con otra, lo de los agrogramas y lo de la III Guerra Mundial que quieren liar?... Pues mucho, porque la existencia de un portal semejante o un agujero de gusano tipo Puente de Einstein-Rossen pudiera ser algo selectivo para atravesar el cual hubiera que reunir unas condiciones muy específicas, porque no se trata de un agujero al uso físico como si fuera un colador o algo así que tamiza lo que pasa, sino una especie de punto espacio temporal en el que podrían desdoblarse las realidades o líneas de tiempo alternativas supersimétricas, de modo que quienes reúnen ciertas condiciones pasarán a un plano distinto y previsible mejor, y los que no, pues no, se quedarán en esta realidad que va saltar por los aires como una santabárbara en un incendio. Vamos, algo parecido al rapto de los cristianos o así: una línea de tiempo o realidad continúa en un plano o universo paralelo (quién sabe si feliz y todo eso), y los demás, los que no han conseguido evolucionar adecuadamente, los que han densificado su materia en este holograma que habitamos, pues se van a quedar en este universo y esta línea de tiempo común a todos en estos momentos, para tener una feliz Navidad 2012 y siguientes, que van a ser toda una fiesta de no perderse, con cohetería y todo.

No hace mucho publicaba en estas mismas páginas un artículo que titulé como “La aceleración del tiempo”, en la que proyectaba acontecimientos como los que actualmente están desarrollando tanto en la escena nacional como en la internacional, advirtiendo a mis lectores de que “aunque lo de hoy les parezca malo, lo que está por venir va a dejar a todos esto acontecimientos como si fueran un divertimento”. Bueno, pues aquí lo tienen. Y ahora, a la vista de cuanto sucede en ambos escenarios, les vuelvo a reiterar: disfrútenlos, por increíble que les parezca, porque lo que viene va a ser como añorarlos: los recortes de Rajoy no son nada con la miseria y la conflictividad que ya llega, y de lo de las guerras de barrio vamos a pasar a guerras en todos los barrios. No es una cuestión de pesimismo, para lo cual sobran argumentos dado que estamos gobernados en este mundo por los peores idiotas posibles y con un grado de anormalidad o de perversidad sin parangón, sino de proyectiva, y, aunque no usted o yo no creamos que son los marcianitos los que se entretienen haciendo manualidades cósmicas con estos agrogramas, basta con mirar a las noticias como para poder comprender que, efectivamente, los acontecimientos se precipitan en forma de espiral áurea, donde en cada tramo del trazado (un cuarto de espira) se concentran los acontecimientos en la proporción áurea o divina: 1,618 veces. Tome un tramo cualquiera de tiempo, y comprobará empíricamente que en el siguiente tramo la situación se ha agrava en 1,618 veces, y así se mantendrá hasta que lleguemos a ese 0 infinitésimo que es el punto de origen de la espiral, posiblemente el 21 de diciembre, dentro de 157 días.

Simple proyectiva, en fin. En consecuencia a todo esto, e independientemente de las extremas e irracionales medidas que tome el gobierno para paliar la crisis en España o de las estupendas palabras que a nivel internacional manifiesten los mandamases correspondientes, yo que ustedes me agarraría a los machos, haría todo lo posible por renunciar a los aspectos negativos y vicios del carácter y potenciaría las virtudes al máximo, porque tal vez la única solución de no residir en el infierno del festival que se avecina esté precisamente en esto. Quienes comandan la realidad actual, en cualquier caso, saben que no cumplen normas y se han estado preparando para sobrevivir a su línea de tiempo, aunque están que rabian y quieren arrastrar a todos los que puedan a su infierno.

Tal vez haya llegado la hora de que buenos, regulares y malos sean separados en realidades distintas. Es la hora de la cosecha, en fin; pero todavía hay tiempo para corregir rumbos, aunque poco, muy poco, eso sí: apenas cinco meses y medio. Todo esto no quiere decir que debamos desentendernos de la realidad que aún habitamos (ya se sabe: aunque sea el día del Fin del Mundo, planta un árbol) o dejar de defender los derechos de todos y especialmente de los débiles o dejar de enfrentar a los perversos, sino precisamente lo contrario, porque ellos y nosotros somos la misma cosa. En fin, tenemos aún cinco meses y medio para averiguar de qué lado estamos y a qué línea de tiempo propendemos: una especie de reválida final.

Tómeselo como quiera, pero considere las consecuencias de su actitud y adónde puede conducirle ésta. Ya sabe: tomar partido hasta mancharse, que dijo el poeta. Los egoístas y perversos a un lado, los hijos del amor al otro, y conste que el amor no es una cuestión ñoña, sino de mojarse de veras y mostrar firme carácter. Después de todo, el bien no temblequea ni tirita, sino que es firme y decidido, y al pan le llama pan, y al vino, vino. Así parece estar la cosa.

A 6 meses del Fin del Mundo

La hora 0, según el desarrollo de los acontecimientos que se están verificando, pudiera ser real
Ángel Ruiz Cediel
domingo, 15 de julio de 2012, 07:06 h (CET)
Fue en Wilton Windmill donde apareció un día de mayo de 2010 un agrograma que, además de la Ecuación de Euler, contenía una cuenta atrás -3, 2, 1…-, la cual concluía, pretendidamente, el afamado 21 de diciembre de 2012 en que convergen profecías de toda índole, especialmente las del calendario maya. Mismo agrograma que, curiosamente, se repitió unos meses después en las costas de Yemen, frente a las cuales las marinas de prácticamente todo el mundo estaban concentradas, decían ellas que para luchar contra los temibles piratas somalíes, siendo éstas tan precavidas contra tan terribles enemigos (estaban dotados de pateras) que, por si acaso, se han provisto de ingente cantidad de submarinos nucleares, cazabombarderos de largo alcance, aviones invisibles y hasta se han preparado para la guerra electrónica.

Siempre he manifestado mis serias dudas sobre que la cosa ésta de los agrogramas o crop-circles no sean sino un juego de ciertas potencias… o una especie de secta tecnificada que encripta mensajes tanto para desorientar a ciertos investigadores como para coordinar a secuaces de distintos lugares. Más allá de todas estas disquisiciones, y considerando los mensajes encriptados únicamente como una aséptica fuente de información a secas, en ambos casos hallamos la Ecuación de Euler y la Fibonacci superpuestas, cuestión que tiene que ver con realidades supersimétricas o, dicho en palabras más simples, con la apertura de un agujero de gusano o portal espacio-temporal, definido por la ciencia como agujero blanco o Puente de Einstein-Rossen. Una especie de comunicación directa o puerta de unión entre universos paralelos, en fin. Cosa  a ser tenida en cuenta porque para esa apertura, coincidente con la transformación que está experimentado el ADN y los mismos cuerpos cósmicos que tenemos a nuestro alrededor (miren la luna hoy mismo, por ejemplo), se completará cuando alcancemos los 13 hz de valor en las Resonancias Schumann (cifra que ya estamos alcanzando), o dentro de unos cinco meses y medio, si es que la teoría es correcta.

Estas ecuaciones, curiosamente, describen no un viaje de aproximación a ese momento específico no lineal, sino en forma de  espiral áurea o espiral de Fibonacci, de modo que es como si el tiempo y los acontecimientos se precipitaran. Sin tomar en cuenta el origen de esos agrogramas explicativos o predictivos, parece que tiene mucho que ver que todas las potencias se lo hubieran tomado lo bastante en serio como para que mantengan en aquel rincón de globo buena parte de las naves de guerra del planeta, incluso en estos días en que no se verifican secuestros por parte de aquellos terribles piratas somalíes. Muchos dirán que es por la cosa de Irán, previniendo un ataque masivo a sus instalaciones supuestamente nucleares, y tal vez su razón no les falte; pero allí están también, además de israelíes y norteamericanos (y sus satélites, como España), están los chinos, rusos, indostaníes, coreanos, jamponeses y de otras tres docenas de países que no parece que tengan mucho que ver con el ese totum-revolutum que piensan liar..

Desde luego, no se puede negar la situación en Oriente Medio se está calentando por días, y todo pudiera ser que se le pierda el control en cualquier momento y entre todos funden en aquellos lares Pandemonium. No sólo se promueve y empuja con el mayor descaro la guerra civil en Siria, antesala de Irán y proféticamente la llave del Armagedón, sino que ya se la acusa de disponer de armas químicas y de pretender usarlas contra su pueblo (¿les suena la música y la letra como si ya la hubieran escuchado… en lo de Iraq, sin ir más lejos?), cosa que hace presagiar que en cualquier instante van a liar la de Dios es Cristo, arrastrando en ese fenomenal enjuague a Irán, Rusia, China y a la santa madre del misterio, en una confrontación de creo yo muy ciertas y terribles consecuencias. Algo, por otra parte, a lo que se suma la reciente iniciativa del propio líder espiritual iraní, el ayatolá Alí Jamenei, Presidente de Irán, quien ha repartido entre sus tropas en estos días un folleto intitulado "Los últimos 6 meses", informándoles de que queda ese máximo de tiempo para la llegada del Madhi, el cual les conducirá a la guerra y al Fin del Mundo, de modo que deben estar preparados tanto para lo uno como para lo otro. Vamos, que según esto la cosa está cantada y que ya no lo puede evitar sino, nunca mejor dicho, el mismo Dios. Algo así como si estuviera escrito. Uno, claro, no siempre puede dar crédito a ciertas noticias que se difunden en Occidente, porque ya sabemos cómo funcionan los alertadores mundiales de las armas de destrucción masiva y todo eso; pero, en fin, ¿qué más da quién lance el primer misil, si a ése le van a seguir miles de ellos en todas las direcciones posibles a las grandes ciudades del mundo?... No es quién lanza la primera piedra lo que cuenta, sino la drea generalizada que viene a continuación.

¿Y qué tiene que ver una cosa con otra, lo de los agrogramas y lo de la III Guerra Mundial que quieren liar?... Pues mucho, porque la existencia de un portal semejante o un agujero de gusano tipo Puente de Einstein-Rossen pudiera ser algo selectivo para atravesar el cual hubiera que reunir unas condiciones muy específicas, porque no se trata de un agujero al uso físico como si fuera un colador o algo así que tamiza lo que pasa, sino una especie de punto espacio temporal en el que podrían desdoblarse las realidades o líneas de tiempo alternativas supersimétricas, de modo que quienes reúnen ciertas condiciones pasarán a un plano distinto y previsible mejor, y los que no, pues no, se quedarán en esta realidad que va saltar por los aires como una santabárbara en un incendio. Vamos, algo parecido al rapto de los cristianos o así: una línea de tiempo o realidad continúa en un plano o universo paralelo (quién sabe si feliz y todo eso), y los demás, los que no han conseguido evolucionar adecuadamente, los que han densificado su materia en este holograma que habitamos, pues se van a quedar en este universo y esta línea de tiempo común a todos en estos momentos, para tener una feliz Navidad 2012 y siguientes, que van a ser toda una fiesta de no perderse, con cohetería y todo.

No hace mucho publicaba en estas mismas páginas un artículo que titulé como “La aceleración del tiempo”, en la que proyectaba acontecimientos como los que actualmente están desarrollando tanto en la escena nacional como en la internacional, advirtiendo a mis lectores de que “aunque lo de hoy les parezca malo, lo que está por venir va a dejar a todos esto acontecimientos como si fueran un divertimento”. Bueno, pues aquí lo tienen. Y ahora, a la vista de cuanto sucede en ambos escenarios, les vuelvo a reiterar: disfrútenlos, por increíble que les parezca, porque lo que viene va a ser como añorarlos: los recortes de Rajoy no son nada con la miseria y la conflictividad que ya llega, y de lo de las guerras de barrio vamos a pasar a guerras en todos los barrios. No es una cuestión de pesimismo, para lo cual sobran argumentos dado que estamos gobernados en este mundo por los peores idiotas posibles y con un grado de anormalidad o de perversidad sin parangón, sino de proyectiva, y, aunque no usted o yo no creamos que son los marcianitos los que se entretienen haciendo manualidades cósmicas con estos agrogramas, basta con mirar a las noticias como para poder comprender que, efectivamente, los acontecimientos se precipitan en forma de espiral áurea, donde en cada tramo del trazado (un cuarto de espira) se concentran los acontecimientos en la proporción áurea o divina: 1,618 veces. Tome un tramo cualquiera de tiempo, y comprobará empíricamente que en el siguiente tramo la situación se ha agrava en 1,618 veces, y así se mantendrá hasta que lleguemos a ese 0 infinitésimo que es el punto de origen de la espiral, posiblemente el 21 de diciembre, dentro de 157 días.

Simple proyectiva, en fin. En consecuencia a todo esto, e independientemente de las extremas e irracionales medidas que tome el gobierno para paliar la crisis en España o de las estupendas palabras que a nivel internacional manifiesten los mandamases correspondientes, yo que ustedes me agarraría a los machos, haría todo lo posible por renunciar a los aspectos negativos y vicios del carácter y potenciaría las virtudes al máximo, porque tal vez la única solución de no residir en el infierno del festival que se avecina esté precisamente en esto. Quienes comandan la realidad actual, en cualquier caso, saben que no cumplen normas y se han estado preparando para sobrevivir a su línea de tiempo, aunque están que rabian y quieren arrastrar a todos los que puedan a su infierno.

Tal vez haya llegado la hora de que buenos, regulares y malos sean separados en realidades distintas. Es la hora de la cosecha, en fin; pero todavía hay tiempo para corregir rumbos, aunque poco, muy poco, eso sí: apenas cinco meses y medio. Todo esto no quiere decir que debamos desentendernos de la realidad que aún habitamos (ya se sabe: aunque sea el día del Fin del Mundo, planta un árbol) o dejar de defender los derechos de todos y especialmente de los débiles o dejar de enfrentar a los perversos, sino precisamente lo contrario, porque ellos y nosotros somos la misma cosa. En fin, tenemos aún cinco meses y medio para averiguar de qué lado estamos y a qué línea de tiempo propendemos: una especie de reválida final.

Tómeselo como quiera, pero considere las consecuencias de su actitud y adónde puede conducirle ésta. Ya sabe: tomar partido hasta mancharse, que dijo el poeta. Los egoístas y perversos a un lado, los hijos del amor al otro, y conste que el amor no es una cuestión ñoña, sino de mojarse de veras y mostrar firme carácter. Después de todo, el bien no temblequea ni tirita, sino que es firme y decidido, y al pan le llama pan, y al vino, vino. Así parece estar la cosa.

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Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un aspecto de la vida actual que parece extremadamente novedoso por sus avances agigantados en el mundo de la tecnología, pero cuyo planteo persiste desde Platón hasta nuestros días, a saber, la realidad virtual inmiscuida hasta el tuétano en nuestra cotidianidad y la posibilidad de que llegue el día en que no podamos distinguir entre "lo real" y "lo virtual".

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