Parece que fue ayer pero fue hace quince años, y parece que aún siga con nosotros pero por desgracia no. Miguel Ángel Blanco marcó un antes y un después en la política antiterrorista, y en como la ciudadanía sufría de muy cerca y sentía en sus carnes cada asesinato. El joven Miguel Ángel pasó de representar a las juventudes del Partido Popular, a representar el sufrimiento y dolor de una mayoría casi total de todos los españoles. Digo casi total por joder un poco a los asesinos, que pese no sentirse españoles lo son. Una mayoría casi total que tiñó de blanco las calles con las manos en alto.
Sin olvidar el pasado, los diferentes gobiernos pusieron de su parte para construir un futuro a través del presente. Pero el futuro de hoy vuelve al pasado. La política antiterrorista del anterior Gobierno, permisivo con terroristas como De Juana Chaos dejándole que paseara de manera vigilada por los alrededores de la cárcel (un lujazo comparado con los otros presos que no han matado a tanta gente y no se han arrepentido después) ha fortalecido la actitud de la banda armada. Si que es cierto que ha habido detenciones importantes, pero no se puede ser duro deteniendo y a la vez permisivo dándoles un cariño inmerecido.
Situaciones como la anterior, pero sobre todo unos magistrados del PSOE han sido quienes han permitido que Bildu esté hoy en los escaños del Congreso cobrando de los impuestos de todos los españoles. Un paso hacia el pasado que deja en evidencia millones de manos blancas en el aire y enaltece el material y la pólvora de dos balas.
Por todo eso por ejemplo a día de hoy en el País Vasco se ha roto un pacto histórico entre el PP y el PSOE que dejó fuera en su día al PNV del gobierno vasco. Algunos pensaran que cuando el PP rompe ese pacto, da vida a un PNV a volver a gobernar. Quizá así suceda, pero los principios de un partido que arrastra una trayectoria contra el terrorismo como el PP en mi opinión ha hecho bien de decir basta a un Patxi López ambiguo en su discurso y en las formas de hacer política antiterrorista. Se está retrocediendo cuando tenemos a Bildu en los escaños y se está retrocediendo cuando aún muchos políticos se sienten obligados a seguir con escoltas, y mientras el panorama sea este estaremos mas cerca de las balas que no de las manos blancas.