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Pero ha sido una lástima que en lugar de mirar hacia Europa, hacia su amiguito Obama, hacia Grecia para decir “siempre hay quien está peor”, no hubiese mirado al cielo. Y no precisamente para ampararse a Dios o murmurar un Padre Nuestro (que ya sabemos de su ateísmo), sino a la nube porque allí residía la solución a los problemas de España.
Ahora el expresidente del Gobierno sabe cuales son los pasos que debe andar España para volver a la senda de la recuperación económica. Sin embargo, lo que aquí no saben ni Zapatero, ni Rajoy, ni los presidentes autonómicos, es que los españoles estamos descalzos de tanto patear las calles en busca de un empleo, y ahora, empezamos a salir a patear las calles de Europa en busca de los trabajos que allí nadie quiere, porque en esta España no hay un gesto político que por casualidad devuelva la confianza a la ciudadanía.
No hemos vuelto a la España del boniato, todavía, pero no estamos lejos, por lo pronto este verano a la playa con la nevera, el bocata y la cerveza, y cuando se tumben al sol no duden en mirar al cielo a ver si ven la nube de Zapatero pasar por allí, que igual les viene la inspiración para iniciar un nuevo negocio y ser emprendedor, encontrar un trabajo o saber donde dejar el currículum.
Yo por lo pronto, les diría que el futuro en España está en formar parte de una lista electoral y concurrir a la próximos comicios, porque de momento ahí no se piden estudios, formación en idiomas, másters, postdoctorados, etc, sólo ser pamplinero, lameculos, aplaudir cada palabra del líder del partido y hacer de vez en cuando una risita estúpida.
Un 23 de abril de 1934, según el diario El Mundo de Buenos Aires, la Sociedad de las Naciones había desmentido actos de canibalismo en las tropas bolivianas que combatían en el Chaco. El New York Times había publicado trascendidos que circulaban en La Paz, dando cuenta de que nativos del Chaco, sin ningún respeto, habían matado y devorado a oficiales bolivianos, en protesta por el reclutamiento forzozo de los pueblos originarios.
Tenemos un país donde miles de personas votan a asesinos. Algo no está bien. Adoctrinados en el odio a España, desde pequeños, votan. El problema es que representan el 0,7% pero influyen en España al 100%. Poco que hacer. Puede ir a peor. Aficiones y aflicciones del personal de allí, allá o acullá; y el de aquí. Por lo que hay y pueda ocurrir, el resultado importa. En el País Vasco sobre todo, también en el resto de España y en la UE.
Las conductas de riesgo son aquellos comportamientos que implican un efecto placentero inmediato pero carecen de una valoración de las consecuencias posteriores. Es preciso comprender que son los mecanismos cognitivos los que guían al adolescente y joven a la asunción de conductas de riesgo.
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